29 nov 2008
Siguen las gestiones por la Crese
1:40 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (29/11/2008)
Crese, opción para transparentar costos
Por Graciela Treber - Concejala de la ciudad de Córdoba. Frente Cívico
La creación de Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese) como empresa pública, cuyo objeto excede la simple recolección y enterramiento de residuos urbanos –recientemente aprobada en primera lectura por el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba– no es una cuestión de gusto del intendente, Daniel Giacomino, ni del cuerpo deliberativo municipal, sino una decisión surgida de la evaluación de la situación fáctica a la que la misma prestataria empujó.
No hay muchas formas de neutralizar la presión cartelizada de las empresas en el mercado argentino, con pocas prestatarias que tienen, efectivamente, capacidad para prestar el servicio de una ciudad como la nuestra, en la que vivimos más de 1,3 millón de personas.
Por ejemplo, la posibilidad de que varias compañías se hicieran cargo del servicio parcializado multiplicaría los problemas de contratación entre la comuna y esos potenciales contratistas y complejizaría aún más las relaciones con los empleados de las mismas. Además, generaría dudas sobre la capacidad de prestación que tienen empresas que, por su dimensión, se pueden ver impedidas de hacerlo, o terminan elevando sus precios por carecer de economías de escala.
Por eso, la creación de una empresa estatal testigo que permita transparentar realmente los costos a fin de “sentarse a discutir” en igualdad de condiciones con el o los potenciales prestadores privados sin el condicionamiento de caer a un abismo es de por sí positivo.
Teniendo la herramienta (Crese), se deberá decidir en cada caso cómo se la utiliza. Experiencias similares se llevaron a cabo en la ciudad de Buenos Aires, donde la empresa estatal coexiste con prestadoras privadas.
Es totalmente lícito que los empresarios defiendan sus intereses, y también es un deber de los funcionarios públicos defender los intereses de los vecinos. Para ello es necesario que se liberen del fantasma del caos ocasionado por la interrupción del servicio de higiene urbana.
El municipio debe poder garantizar una mínima prestación del servicio por sus propios medios, a fin de poder ponerle límite a la pretensión privada de percibir un excesivo precio y producir una disminución en la calidad del servicio.
A su vez, los dineros destinados a higiene urbana de todos modos deben abonarse. Si los fondos pueden destinarse al pago de una empresa privada de la que parece que sí podemos financiar ineficiencias, me pregunto por qué no podemos destinar esos recursos a una organización de propiedad del Estado.
En la reciente audiencia pública, antes de la segunda lectura que deberá dar nacimiento definitivo a Crese, la mayoría de los participantes se expidió favorablemente. Incluso, los diversos actores piden participar de alguna forma como contralores del funcionamiento de la misma.
Además, la participación de la comunidad está prevista en el pliego de condiciones para la licitación de Higiene Urbana a través de todo un capítulo que hacía referencia a los Veedores Vecinales, instituto de participación ciudadana muy valioso y que debería plasmarse al momento de concesionar el servicio.
También, el estatuto de la naciente Crese prevé una fuerte limitación a la contratación de personal, y sobre todo del destinado a las áreas administrativas. Ello por la voluntad de no reeditar defectuosas experiencias pasadas que deberían ser objeto de un análisis cauteloso con todos los elementos en claro, tema que no es objeto de este artículo.
Está claro que el personal que se incorpore seguirá perteneciendo a sus gremios de origen y según ello será considerado, ya que se trata de una empresa autárquica que como tal deberá tomar sus propias decisiones.
Por supuesto que estamos frente a un desafío; una herramienta valiosa que puede significar beneficio para la ciudad y sus habitantes, o que mal utilizada puede resultar una carga para el erario publico.
En una reciente charla, Martín Sabatella, intendente de Morón, decía que si hoy su municipio tuviera que licitar el servicio de Higiene Urbana, estaría en las mismas condiciones en que se encuentra el de nuestra ciudad y saludaba la decisión de la creación de la empresa estatal.
Las condiciones del mercado que permitieron a Morón bajar los costos del servicio atrayendo a un prestador que en ese momento no pertenecía al mercado argentino, hoy no se dan.
Los inversores extranjeros están afectados por la crisis internacional y se restringen de tomar decisiones; los empresarios locales del sector, en tanto, presentan una situación oligopólica, pretendiendo imponer precios y condiciones.
Las situaciones de crisis presentan oportunidades. Esta es una de ellas y requiere de nuestro trabajo y decisión para afrontarla.
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Giacomino, con grandes empresas de recolección
Se reunió con Urbasur y Pescarmona, en busca de alternativas a Cliba. El martes, Crese vuelve al Concejo.
El intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, y el subsecretario de Ambiente, Fernando Cámara, se reunieron ayer con representantes del Grupo Pescarmona y de la empresa española Urbasur, dos importantes prestadores del servicio de higiene urbana en diferentes ciudades del país.
Desde el municipio se resaltó que los encuentros formaron parte de una ronda de consultas con casi todas las empresas que operan en grandes ciudades, a los fines de analizar opciones para la zona sur y el centro de la ciudad, que a futuro podrían continuar en manos de la actual prestataria Cliba, o ser concesionadas en forma directa a otras empresas por un lapso de dos años.
La parte norte de la ciudad y el enterramiento sanitario, en tanto, serían atendidos por Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese), la empresa que depende de la aprobación en segunda lectura del Concejo Deliberante. Esta votación está prevista para la sesión del martes próximo.
El telón de fondo de las consultas que realiza el Ejecutivo con otras empresas de higiene, es la conflictiva situación que el municipio mantiene con la firma del Grupo Roggio, cuyo contrato vence a fin de diciembre y, a lo sumo, puede extenderse 30 días más si el municipio cumple a rajatablas con el pago de 16,5 millones de pesos mensuales, y además cancela parte de la deuda que mantiene con la prestataria.
En el Palacio 6 de Julio temen que Cliba decida abandonar el servicio a fin de año, y aseguran que se están tomando todos los recaudos para el caso de que eso suceda.
Muy distintas son las lecturas que realizan desde el entorno del ex intendente Luis Juez, donde crece el malestar por la inminente creación de la empresa Crese. Sostienen que Giacomino salió a buscar otros prestadores dado que el municipio no logrará prestar el servicio a través de Crese a partir del 1° de febrero, y que planea subcontratar con diferentes prestadores.
El cruce de acusaciones políticas entre los seguidores de Luis Juez y los funcionarios de Giacomino era ayer similar al ocurrido antes de la aprobación en primera lectura de Crese, cuando el ex intendente salió a cuestionar la conformación de una nueva Sociedad del Estado y una parte del bloque del Frente Cívico y Social amenazó con impedir su aprobación.
No obstante, esta semana el bloque aprobó sin complicaciones cambios parciales previos a la segunda lectura, y hasta ahora todo indica que el martes próximo Crese será aprobada. El Ejecutivo ya inició el proceso de compra de los camiones recolectores.
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Crese, opción para transparentar costos
Por Graciela Treber - Concejala de la ciudad de Córdoba. Frente Cívico
La creación de Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese) como empresa pública, cuyo objeto excede la simple recolección y enterramiento de residuos urbanos –recientemente aprobada en primera lectura por el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba– no es una cuestión de gusto del intendente, Daniel Giacomino, ni del cuerpo deliberativo municipal, sino una decisión surgida de la evaluación de la situación fáctica a la que la misma prestataria empujó.
No hay muchas formas de neutralizar la presión cartelizada de las empresas en el mercado argentino, con pocas prestatarias que tienen, efectivamente, capacidad para prestar el servicio de una ciudad como la nuestra, en la que vivimos más de 1,3 millón de personas.
Por ejemplo, la posibilidad de que varias compañías se hicieran cargo del servicio parcializado multiplicaría los problemas de contratación entre la comuna y esos potenciales contratistas y complejizaría aún más las relaciones con los empleados de las mismas. Además, generaría dudas sobre la capacidad de prestación que tienen empresas que, por su dimensión, se pueden ver impedidas de hacerlo, o terminan elevando sus precios por carecer de economías de escala.
Por eso, la creación de una empresa estatal testigo que permita transparentar realmente los costos a fin de “sentarse a discutir” en igualdad de condiciones con el o los potenciales prestadores privados sin el condicionamiento de caer a un abismo es de por sí positivo.
Teniendo la herramienta (Crese), se deberá decidir en cada caso cómo se la utiliza. Experiencias similares se llevaron a cabo en la ciudad de Buenos Aires, donde la empresa estatal coexiste con prestadoras privadas.
Es totalmente lícito que los empresarios defiendan sus intereses, y también es un deber de los funcionarios públicos defender los intereses de los vecinos. Para ello es necesario que se liberen del fantasma del caos ocasionado por la interrupción del servicio de higiene urbana.
El municipio debe poder garantizar una mínima prestación del servicio por sus propios medios, a fin de poder ponerle límite a la pretensión privada de percibir un excesivo precio y producir una disminución en la calidad del servicio.
A su vez, los dineros destinados a higiene urbana de todos modos deben abonarse. Si los fondos pueden destinarse al pago de una empresa privada de la que parece que sí podemos financiar ineficiencias, me pregunto por qué no podemos destinar esos recursos a una organización de propiedad del Estado.
En la reciente audiencia pública, antes de la segunda lectura que deberá dar nacimiento definitivo a Crese, la mayoría de los participantes se expidió favorablemente. Incluso, los diversos actores piden participar de alguna forma como contralores del funcionamiento de la misma.
Además, la participación de la comunidad está prevista en el pliego de condiciones para la licitación de Higiene Urbana a través de todo un capítulo que hacía referencia a los Veedores Vecinales, instituto de participación ciudadana muy valioso y que debería plasmarse al momento de concesionar el servicio.
También, el estatuto de la naciente Crese prevé una fuerte limitación a la contratación de personal, y sobre todo del destinado a las áreas administrativas. Ello por la voluntad de no reeditar defectuosas experiencias pasadas que deberían ser objeto de un análisis cauteloso con todos los elementos en claro, tema que no es objeto de este artículo.
Está claro que el personal que se incorpore seguirá perteneciendo a sus gremios de origen y según ello será considerado, ya que se trata de una empresa autárquica que como tal deberá tomar sus propias decisiones.
Por supuesto que estamos frente a un desafío; una herramienta valiosa que puede significar beneficio para la ciudad y sus habitantes, o que mal utilizada puede resultar una carga para el erario publico.
En una reciente charla, Martín Sabatella, intendente de Morón, decía que si hoy su municipio tuviera que licitar el servicio de Higiene Urbana, estaría en las mismas condiciones en que se encuentra el de nuestra ciudad y saludaba la decisión de la creación de la empresa estatal.
Las condiciones del mercado que permitieron a Morón bajar los costos del servicio atrayendo a un prestador que en ese momento no pertenecía al mercado argentino, hoy no se dan.
Los inversores extranjeros están afectados por la crisis internacional y se restringen de tomar decisiones; los empresarios locales del sector, en tanto, presentan una situación oligopólica, pretendiendo imponer precios y condiciones.
Las situaciones de crisis presentan oportunidades. Esta es una de ellas y requiere de nuestro trabajo y decisión para afrontarla.
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Giacomino, con grandes empresas de recolección
Se reunió con Urbasur y Pescarmona, en busca de alternativas a Cliba. El martes, Crese vuelve al Concejo.
El intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, y el subsecretario de Ambiente, Fernando Cámara, se reunieron ayer con representantes del Grupo Pescarmona y de la empresa española Urbasur, dos importantes prestadores del servicio de higiene urbana en diferentes ciudades del país.
Desde el municipio se resaltó que los encuentros formaron parte de una ronda de consultas con casi todas las empresas que operan en grandes ciudades, a los fines de analizar opciones para la zona sur y el centro de la ciudad, que a futuro podrían continuar en manos de la actual prestataria Cliba, o ser concesionadas en forma directa a otras empresas por un lapso de dos años.
La parte norte de la ciudad y el enterramiento sanitario, en tanto, serían atendidos por Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese), la empresa que depende de la aprobación en segunda lectura del Concejo Deliberante. Esta votación está prevista para la sesión del martes próximo.
El telón de fondo de las consultas que realiza el Ejecutivo con otras empresas de higiene, es la conflictiva situación que el municipio mantiene con la firma del Grupo Roggio, cuyo contrato vence a fin de diciembre y, a lo sumo, puede extenderse 30 días más si el municipio cumple a rajatablas con el pago de 16,5 millones de pesos mensuales, y además cancela parte de la deuda que mantiene con la prestataria.
En el Palacio 6 de Julio temen que Cliba decida abandonar el servicio a fin de año, y aseguran que se están tomando todos los recaudos para el caso de que eso suceda.
Muy distintas son las lecturas que realizan desde el entorno del ex intendente Luis Juez, donde crece el malestar por la inminente creación de la empresa Crese. Sostienen que Giacomino salió a buscar otros prestadores dado que el municipio no logrará prestar el servicio a través de Crese a partir del 1° de febrero, y que planea subcontratar con diferentes prestadores.
El cruce de acusaciones políticas entre los seguidores de Luis Juez y los funcionarios de Giacomino era ayer similar al ocurrido antes de la aprobación en primera lectura de Crese, cuando el ex intendente salió a cuestionar la conformación de una nueva Sociedad del Estado y una parte del bloque del Frente Cívico y Social amenazó con impedir su aprobación.
No obstante, esta semana el bloque aprobó sin complicaciones cambios parciales previos a la segunda lectura, y hasta ahora todo indica que el martes próximo Crese será aprobada. El Ejecutivo ya inició el proceso de compra de los camiones recolectores.
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