27 nov 2008
"Vertedero DesControlado" de Traslasierra
2:53 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
Diario Democracia de Villa Dolores (25/11/2008)
"Vertedero DesControlado"
El Vertedero Controlado de Traslasierra y su institución reguladora, llamada Ente Traslasierra Limpia, no están cumpliendo con los objetivos ambientales.
Al contrario, todo está envuelto en una vergonzosa pelea que sólo genera crispaciones y más basura, sin separar ni reciclar, que se entierra indiscriminadamente en el ingreso de Villa Dolores.
Todo surgió hace nueve años atrás, cuando el Gobierno de Córdoba creó el Programa Provincial de Residuos Sólidos Urbanos, cuyo objetivo era acabar con los basurales a cielo abierto, que en aquel entonces llegaban a 700. A pesar del largo tiempo transcurrido, únicamente se construyeron tres vertederos de los 11 planeados: el de Traslasierra, el de Villa María y el de Bouwer.
Actualmente, los municipios y comunas continúan sin poder arribar a una solución definitiva y ambientalmente sustentable. En Traslasierra, a casi dos años de funcionamiento, el Vertedero, situado a cuatro kilómetros al sur de esta ciudad, provoca más y más polémica.
¿Por qué? Porque desde su inicio contó con la reprobación de gran parte de la comunidad dolorense y de la zona, debido a su ubicación, a la ausencia previa de programas de concienciación y separación de la basura para su posterior enterramiento y al controvertido estudio de impacto ambiental.
En un vertedero ideal sólo deben enterrarse de manera controlada los residuos no reciclables y el resto de los desperdicios urbanos deben tener otros destinos, a saber: los residuos orgánicos pueden utilizarse para el compostaje mediante el cual se produce abono orgánico y los residuos reciclables pueden ser seleccionados, acopiados y vendidos para su industrialización.
Esto no se logra con el actual sistema que defienden varias autoridades que integran el Ente. Al contrario, sin previa separación se entierran diariamente decenas de toneladas de basura, que incluso se pueden apreciar desde afuera del Vertedero, tanto a través de los sentidos de la vista como del olfato, en algunas oportunidades.
El Vertedero debía funcionar si o si. A pocos meses de finalizar el mandato de José Manuel de la Sota, los municipios y comunas de la región tenían que adherir a este proyecto, sin cimientos sólidos, por cuestiones políticas y para sacarse de encima el acuciante problema de la tira indiscriminada de desperdicios en basurales a cielo abierto.
La solución perfecta para muchos fue trasladar la basura a Villa Dolores, sin previa selección y conocimiento del tema, tanto es así que varios mandatarios ignoraban sobre qué se trataba este proyecto al que se debía adherir si o si. Como consecuencia, se creó otro basural, mientras aún siguen existiendo los demás basurales a cielo abierto, como el ubicado al Oeste de San Pedro, de dimensiones y contaminación ya incalculables.
Pero la polémica no se basa sólo en este sistema imperfecto, sino también en la administración realizada por el Ente. Desde febrero de 2007, la mayoría de los municipios y comunas traen la basura para ser enterrada. Para ello, pagan un monto de acuerdo a la cantidad de habitantes que tienen, cuando lo ambientalmente lógico sería que pagasen por la cantidad de basura que ingresan, para fomentar así la selección en origen.
En enero pasado, el intendente Juan Pereyra fue el primer mandatario en oponerse, causando gran revuelo por representar a la ciudad que más dinero y basura aporta al Vertedero. Anunció su desvinculación del Ente y la construcción y gestión de un sistema propio. Mientras tanto, Villa Dolores seguirá aportando el canon mensual y depositando sus residuos en el Vertedero hasta que su propio sistema comience a funcionar.
Esta situación ha provocado peleas entre el intendente de Mina Clavero y presidente del Ente, Alberto Giménez, y el mandatario dolorense. Esta confrontación, además provocó crispaciones entre Pereyra y otros intendentes y presidentes comunales, como los representantes de San Pedro y Nono, entre otros.
Lamentablemente, las autoridades de Traslasierra han caído en una baja polémica, que más que contribuir al logro de soluciones apunta a la continuidad de un sistema de tratamiento imperfecto, que tiene como emblema un polémico repositorio final de residuos. Lo más triste, es que algunas autoridades admiten en privado la debilidad del actual sistema, pero por cuestiones políticas evalúan en público positivamente al Vertedero, que puede llegar a tambalear económicamente con la desvinculación de Villa Dolores.
No alcanzan los pronunciamientos en defensa del entorno natural por parte de las autoridades y tampoco las manifestaciones públicas de comprometerse a tratar la problemática de los residuos en general y de los basurales a cielo abierto en particular. Las expresiones ya no son suficientes, porque desde hace años el problema y la polémica de la basura continúan.
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"Vertedero DesControlado"
El Vertedero Controlado de Traslasierra y su institución reguladora, llamada Ente Traslasierra Limpia, no están cumpliendo con los objetivos ambientales.
Al contrario, todo está envuelto en una vergonzosa pelea que sólo genera crispaciones y más basura, sin separar ni reciclar, que se entierra indiscriminadamente en el ingreso de Villa Dolores.
Todo surgió hace nueve años atrás, cuando el Gobierno de Córdoba creó el Programa Provincial de Residuos Sólidos Urbanos, cuyo objetivo era acabar con los basurales a cielo abierto, que en aquel entonces llegaban a 700. A pesar del largo tiempo transcurrido, únicamente se construyeron tres vertederos de los 11 planeados: el de Traslasierra, el de Villa María y el de Bouwer.
Actualmente, los municipios y comunas continúan sin poder arribar a una solución definitiva y ambientalmente sustentable. En Traslasierra, a casi dos años de funcionamiento, el Vertedero, situado a cuatro kilómetros al sur de esta ciudad, provoca más y más polémica.
¿Por qué? Porque desde su inicio contó con la reprobación de gran parte de la comunidad dolorense y de la zona, debido a su ubicación, a la ausencia previa de programas de concienciación y separación de la basura para su posterior enterramiento y al controvertido estudio de impacto ambiental.
En un vertedero ideal sólo deben enterrarse de manera controlada los residuos no reciclables y el resto de los desperdicios urbanos deben tener otros destinos, a saber: los residuos orgánicos pueden utilizarse para el compostaje mediante el cual se produce abono orgánico y los residuos reciclables pueden ser seleccionados, acopiados y vendidos para su industrialización.
Esto no se logra con el actual sistema que defienden varias autoridades que integran el Ente. Al contrario, sin previa separación se entierran diariamente decenas de toneladas de basura, que incluso se pueden apreciar desde afuera del Vertedero, tanto a través de los sentidos de la vista como del olfato, en algunas oportunidades.
El Vertedero debía funcionar si o si. A pocos meses de finalizar el mandato de José Manuel de la Sota, los municipios y comunas de la región tenían que adherir a este proyecto, sin cimientos sólidos, por cuestiones políticas y para sacarse de encima el acuciante problema de la tira indiscriminada de desperdicios en basurales a cielo abierto.
La solución perfecta para muchos fue trasladar la basura a Villa Dolores, sin previa selección y conocimiento del tema, tanto es así que varios mandatarios ignoraban sobre qué se trataba este proyecto al que se debía adherir si o si. Como consecuencia, se creó otro basural, mientras aún siguen existiendo los demás basurales a cielo abierto, como el ubicado al Oeste de San Pedro, de dimensiones y contaminación ya incalculables.
Pero la polémica no se basa sólo en este sistema imperfecto, sino también en la administración realizada por el Ente. Desde febrero de 2007, la mayoría de los municipios y comunas traen la basura para ser enterrada. Para ello, pagan un monto de acuerdo a la cantidad de habitantes que tienen, cuando lo ambientalmente lógico sería que pagasen por la cantidad de basura que ingresan, para fomentar así la selección en origen.
En enero pasado, el intendente Juan Pereyra fue el primer mandatario en oponerse, causando gran revuelo por representar a la ciudad que más dinero y basura aporta al Vertedero. Anunció su desvinculación del Ente y la construcción y gestión de un sistema propio. Mientras tanto, Villa Dolores seguirá aportando el canon mensual y depositando sus residuos en el Vertedero hasta que su propio sistema comience a funcionar.
Esta situación ha provocado peleas entre el intendente de Mina Clavero y presidente del Ente, Alberto Giménez, y el mandatario dolorense. Esta confrontación, además provocó crispaciones entre Pereyra y otros intendentes y presidentes comunales, como los representantes de San Pedro y Nono, entre otros.
Lamentablemente, las autoridades de Traslasierra han caído en una baja polémica, que más que contribuir al logro de soluciones apunta a la continuidad de un sistema de tratamiento imperfecto, que tiene como emblema un polémico repositorio final de residuos. Lo más triste, es que algunas autoridades admiten en privado la debilidad del actual sistema, pero por cuestiones políticas evalúan en público positivamente al Vertedero, que puede llegar a tambalear económicamente con la desvinculación de Villa Dolores.
No alcanzan los pronunciamientos en defensa del entorno natural por parte de las autoridades y tampoco las manifestaciones públicas de comprometerse a tratar la problemática de los residuos en general y de los basurales a cielo abierto en particular. Las expresiones ya no son suficientes, porque desde hace años el problema y la polémica de la basura continúan.
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