11 nov 2008

Fuga de amoníaco en la ESIL en Villa María

El Diario de Villa María (11/11/2008)
Evacuan a alumnos de El Caminante por una fuga de amoníaco en la ESIL



El escape del gas tomó por sorpresa a los integrantes de la comunidad educativa. Varios de los alumnos sufrieron descomposturas por la exposición al peligroso elemento
Durante la mañana de ayer los alumnos de la escuela “El Caminante” debieron ser evacuados, luego que el edificio donde toman clases se contaminara con gas amoníaco proveniente de una fuga ocasionada en las dependencias fabriles que la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL) posee en el sector.
"Tuvimos una fuga de un poco de amoníaco porque se rompió un sello (del equipo de enfriamiento), el viento iba para el lado de la Escuela El Caminante... pero inmediatamente se solucionó", indicó el director del Nivel Terciario de la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL), Alberto Carballo.
En realidad y ante los efectos que el peligroso elemento gaseoso produjo en algunos de los alumnos de la escuela aledaña a la ESIL, motivó la evacuación de todos los estudiantes que se encontraban en el espacio educativo.

Sin ningún aviso
Consultada por EL DIARIO, la directora del instituto privado de enseñanza, Ingrid Becco indicó que la situación los tomó “por sorpresa y sin aviso”.
“Cuando nos dimos cuenta, varios alumnos del Nivel Primario (cuyas aulas están más cerca de los tanques que tiene la fábrica) empezaron a descomponerse y a vomitar”, relató la docente.
“Vimos gente tratando, suponemos, de reparar algo con barbijos en la planta de la ESIL, pero nadie nos avisó de la fuga de amoníaco”, agregó.
“El único aviso que tuvimos fue el que nos dieron nuestras narices y ojos. Se hacía muy difícil respirar y ver”, señaló la directora de la institución que cuenta también con Nivel Medio.
De inmediato, los educandos afectados por la nube tóxica fueron atendidos por sus maestras y profesores.
Minutos más tarde, llegaron al lugar efectivos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, paramédicos y personal de la Municipalidad de Villa María, quienes se hicieron cargo de brindar el marco de seguridad pertinente a este tipo de desafortunados eventos.
Según informaron los Bomberos, se instalaron forzadores de aire en el interior del inmueble afectado para disipar la presencia del elemento contaminante.
La tarea se tornó complicada debido a la alta humedad que existía en el ambiente. Durante la jornada de hoy, se evaluarán las condiciones de habitabilidad del edificio para determinar el retorno del dictado de clases.
“Estoy de acuerdo en que estos accidentes pueden suceder, pero lo que no me parece correcto es la falta de comunicación. Nadie nos advirtió y nuestros alumnos tuvieron que sufrir las consecuencias y pasar un muy mal rato”, concluyó Becco

“Un hecho fortuito”
En tanto, desde la ESIL, Carballo calificó de "fortuito" al hecho, se mostró preocupado por lo ocurrido y destacó que tienen todas las medidas de seguridad necesarias para que no pase nada grave.
"Se puede romper algo, si bien tenemos un buen sistema de mantenimiento, pero es parte de hechos fortuitos que pueden ser controlados y que no son de gran magnitud."
Carballo, que rápidamente fue a El Caminante para conocer lo sucedido, indicó que "se hacen todas las prevenciones posibles", pero "el riesgo está" porque trabajan con equipos de nivel industrial.
"El detalle más significativo es que un pequeño escape de amoníaco se siente muy fuerte, pero su intensidad disminuye con el agua. Yo estaba al lado de la bomba y estoy bien. Hablé con Bomberos además y me dijeron que no había problemas."
El equipo en cuestión es el que da frío a las cámaras y debe estar ubicado en el exterior.
"Nos ha tocado esta seguidilla, pero hay personal entrenado para controlar y vigilar (los equipos de la planta)."
El directivo resaltó que "tienen todas las habilitaciones", que cumplen todas las normas y que se realizan las acciones preventivas indispensables.

Una situación previsible
Que el sector donde se erige la planta de la ESIL ha crecido es un hecho innegable. De quince años a esta parte, los descampados que otrora se extendieran entre la calle Independencia y la prolongación del bulevar España, en la actualidad se han transformado en un polo educativo que ya concentra a instituciones con importantes poblaciones escolares.
El crecimiento exponencial de los barrios aledaños a las organizaciones educativas, también hacen pensar y temer que un evento desafortunado, como el de ayer, puede traer consecuencias impensadas para varios centenares de personas que habitan en derredor del emprendimiento industrial.
Quizás, y más allá de las medidas que seguramente se toman diariamente en el complejo dedicado a la elaboración de productos lácteos y afines, la comunicación con los habitantes de los sectores urbanos aledaños y la elaboración de un plan de contingencia extramuros, se torna en una obligación para quienes hoy conducen la prestigiosa institución educativa donde se produjo el hecho.

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El Puntal de Villa María (11/11/2008)
Por una fuga de amoníaco tuvieron que evacuar la escuela El Caminante

El hecho se produjo luego de que se rompiera un sellador en la bomba de amoníaco de la cámara de refrigeración de la ESIL. El lugar debió ser vaciado ya que varios niños presentaran molestias por el olor
Unos 300 chicos debieron ser evacuados de la escuela El Caminante, debido a una fuga de amoníaco que se produjo en la planta de refrigeración de la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL). El hecho tuvo lugar en la mañana de ayer luego de que una gran cantidad de alumnos mostraran signos de irritación, náuseas e incluso vómitos.
El Cuerpo de Bomberos y los integrantes de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad trabajaron varias horas en el lugar para poder eliminar los residuos de ese gas, a fin de que hoy los niños puedan retomar las clases con normalidad.

El problema
Según se informó, la situación ocurrió alrededor de las 9, cuando un sellador de la bomba de amoníaco de la cámara de refrigeración del ESIL se rompió y empezó a fugar este gas al suelo.
Las condiciones climáticas de humedad y el viento reinante hicieron que el fuerte olor se dirigiera al establecimiento El Caminante, ubicado a pocos metros del predio de la escuela de lechería, justo enfrente donde están ubicadas las cámaras de frío de esa institución.
El olor afectó de tal forma a los alumnos que asisten al Caminante que las autoridades educativas decidieron enviarlos a sus casas para evitar complicaciones con su salud, cuando un buen número ya mostraba molestias.
El problema fue solucionado finalmente cerca del mediodía, cuando se arregló el desperfecto en el sellador, igualmente los bomberos trabajaron un rato más para tratar de ventilar la escuela.
Llamativamente en la ESIL no hubo ningún problema entre el alumnado, que incluso no percibió los olores del amoníaco y tuvo clases con normalidad durante todo el día.

“Es la primera vez que nos pasa”
La directora de El Caminante dialogó con PUNTAL VILLA MARIA sobre lo ocurrido y explicó que es la primera vez que tienen que sufrir un problema de este tipo. Agregó que la evacuación se tuvo que hacer porque el olor afectó a muchos de los niños que asisten al lugar, y también se encargó de descartar la posibilidad de que no haya clases hoy.
Janete Andino, directora del centro educativo, relató lo sucedido y comentó que el primer problema lo tuvieron alrededor de las 9, cuando tuvieron que sacar a los niños de las aulas porque el olor que provenía desde la ESIL era muy intenso.
“En ese momento llamamos a los bomberos que vinieron muy rápido y a la gente de la escuela de lechería, quienes nos informaron que se trataba de un problema con un caño que se había roto y que estaban solucionándolo. Pero más tarde volvió a suceder y ahí decidimos evacuar completo el colegio porque no teníamos adónde llevar a los chicos para protegerlos”, indicó la docente quien relató que “muchos presentaron irritación en los ojos, mareos, náuseas e incluso vómitos, producto del amoníaco, y encima con las condiciones climáticas de hoy (por ayer), con la humedad que hay, es más difícil aún tratar de quitar ese olor”.
Otro que se refirió al inconveniente sucedido fue Alberto Carballo, directivo de la escuela de lechería, que explicó que la pérdida se produjo por la rotura de un sellador de la bomba de amoníaco en la cámara de refrigeración. “Es la primera vez que nos pasa esto y si bien nosotros realizamos mantenimientos diarios sabemos que se trata de una material que puede fallar y se puede romper como cualquier otro”, manifestó.
Carballo aseguró que “por suerte no fue un escape muy grande, ni se produjo una nube de amoníaco ni nada por el estilo, solamente fue esa rotura y apenas nos avisaron cerramos la válvula y limpiamos el lugar con agua para evitar problemas con la sustancia. Hay que agradecer que no pasó nada grave con todo esto, incluso no tuvimos que sacar a los chicos de la escuela”.
La directora de El Caminante señaló que el problema ya fue resuelto y que sólo fue un susto, por lo que hoy los niños que asisten a ese centro educativo tendrán clases normalmente.

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La Voz del Interior (11/11/2008)
Evacuan un colegio por una nube de amoníaco



Es un establecimiento de Villa María al que asisten 300 alumnos. Varios chicos se descompusieron. La fuga se originó en la planta de otro colegio, el de Lechería.
Una escuela a la que asisten unos 300 alumnos, desde el jardín de infantes hasta el nivel medio, debió ser evacuada ayer por la invasión de una nube de amoníaco en sus instalaciones, lo que provocó que varios de los chicos se descompusieran y el resto, incluso docentes, sufriera malestares generales.
Janet Andino, directora del nivel primario de Complejo Educacional El Caminante, relató que los primeros síntomas los sintieron a las 8.30, cuando el edificio fue invadido repentinamente por un "olor muy, muy fuerte". Los chicos comenzaron a salir de las aulas porque "les ardían los ojos y no se podía respirar", describió.
A unos 50 metros se encuentra la planta de la Escuela Superior Integral de Lechería (Esil), donde se originó el problema. "Llamamos y nos dijeron que hubo una fuga de amoníaco de una de las bombas y que lo estaban solucionando. Pero a la media hora, otra vez un olor terrible. A esa altura ya teníamos niños descompuestos, algunos mareados, con dolor de cabeza y vómitos. Con la directora del nivel medio decidimos suspender (las clases) y evacuar la escuela", relató Andino.
La escuela recibió asistencia del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa María, que acudieron con un forzador de aire -una suerte de ventilador gigante con una manga- que permitió inyectar aire no contaminado en el interior de la escuela.
La orientación del viento hizo que la nube de amoníaco se concentrara sobre la escuela, que por las condiciones atmosféricas y una barrera de árboles quedó detenida allí, explicaron desde la entidad.
"Hubo dos o tres niños que fueron llevados al médico porque estaban realmente muy mal. A una de las nenas se le aplicó oxígeno y otro estuvo con muchos vómitos. Recién me comuniqué con las madres y dijeron que ya están bien", contó ayer por la tarde la directora del primario.
En el mismo sector donde está El Caminante existen otras cuatro escuelas. De acuerdo a la orientación del viento, cualquiera de estas podría haber sido la afectada.
"La proximidad (con la planta del Esil) es muy grande. Vamos a tener que sentarnos para pensar alternativas. Uno tiene planes de evacuación para incendios u otras emergencias, pero no para esto. Debemos saber cómo funcionar o charlar con el Esil a cerca del riesgo de ciertas sustancias", razonó Janet Andino.
A pesar de los malestares sufridos, la escuela volverá hoy a la actividad en forma normal.

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