9 jul 2019

Pronunciada "isla de calor" en Córdoba Capital




La Voz del Interior (09/07/2019)
En el Centro, hace cinco grados más que en la periferia

La Municipalidad realizó un estudio preliminar de la isla de calor urbana de la Capital. Este fenómeno genera contaminación y aumenta el gasto de energía, aunque se puede mitigar.
La Municipalidad de Córdoba comenzó a medir el impacto del calentamiento urbano en la ciudad. Y registró más de cinco grados de diferencia entre la periferia y el centro de la Capital.
Se trata de la primera fotografía de la isla de calor urbana (ICU) que, según expertos, es un grave problema para la ciudad de Córdoba.
Edgardo Suárez, director del Instituto de Sustentabilidad Edilicia del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, valora el trabajo: “Me parece importante que la Municipalidad tome este tema ambiental”.
Y luego aclara: “Pero, al utilizar imágenes satelitales, el estudio se queda corto y no permite ningún tipo de precisión útil. Para generar algún tipo de acción de mitigación real, hace falta estudiar la ICU desde la superficie”.
Suárez realizó un estudio de ese tipo hace unos años y detectó valores similares a los obtenidos por el municipio.
Para el estudio, el Observatorio Ambiental de la Municipalidad utilizó una única imagen satelital. Están trabajando en una sistematización del proyecto para hacerlo de manera periódica.
“Se observa que la masa construida de la ciudad se enfría de una manera más lenta que aquellas que no lo están. Las zonas más densamente pobladas demoran más tiempo en enfriarse y mantienen el calor”, señala a este medio Sebastián Roca, quien es subsecretario de Ambiente de la Municipalidad.
Esta primera instantánea, tomada el 14 de enero de 2018, da cuenta de una diferencia de 5,8 grados entre el Centro y la periferia.
En la zona central, la temperatura a las 23 (horario en la que el satélite logró la imagen) es de 18 grados, mientras que en las zonas próximas al límite del ejido urbano la temperatura perforó el piso de los 13 grados.
La mancha urbana determina los límites de la isla de calor. En noroeste de la ciudad, la temperatura baja lentamente, mientras que en la zona sur o el oeste, donde se encuentran los predios del Tercer Cuerpo del Ejército, la caída es abrupta.
Otra de las lecturas que se desprenden del informe es la relación directa entre vegetación y temperatura.
“Se observa que, a mayor vegetación, más baja la temperatura; por lo tanto, se ve la necesidad de contar con espacios verdes, arbolado y otras medidas de este tipo para mitigar el efecto de concentración de calor que genera la isla”, señala Roca.

Cómo mitigar
Para el arquitecto Suárez, las mejores medidas de mitigación de la ICU son la reforestación urbana masiva y la disminución de índice de reflectancia solar (IRS) de los edificios.
Desde el instituto vienen planteando desde hace algunos años que los edificios se etiqueten según su eficiencia e impacto ambiental. Una de las variables que tiene en cuenta este etiquetado es el IRS.

Consecuencias negativas
Suárez explica que el exceso de calor genera un aumento de la demanda energética para enfriar el interior de los edificios.
“Se estima que, para ciudades de más de un millón de habitantes, por cada grado que se incrementa la temperatura en las horas pico, aumenta entre 3,5 a 5 por ciento el consumo de energía; una explicación de por qué colapsa el sistema eléctrico en Córdoba durante el verano”, describe.
La ICU también afecta la calidad del aire. Mayores temperaturas urbanas funcionan como catalizador de las reacciones de los gases de combustión presentes en la atmósfera y más concentración de esmog.
“El mayor consumo de energía implica que se queme más combustible y, así, se liberen mayores cantidades de gases, algunos tóxicos, y otros responsable del calentamiento global”, detalla a La Voz Suárez.
Pero, además, la ICU altera la circulación del aire en la ciudad y eso hace que se genere el efecto de inversión térmica en invierno, de tal forma que el esmog queda retenido en las capas bajas de la atmósfera.
Esta situación tiene otras posibles derivaciones. Un ambiente más caluroso también permite la aparición de insectos vectores de enfermedades como los mosquitos.

El alivio de la “Fuente del Perdón”
Hace algunos años, Suárez se dio cuenta de que la llamada “Fuente del Perdón” (General Paz y bulevar San Juan) generó un impensado efecto refrescante en las zonas aledañas. Las temperaturas desde la fuente hasta a 30 metros varían entre dos y 3,4 grados.
En esa intersección, la temperatura es entre 1,4 y 1,6 grados menor que en otras esquinas similares como General Paz y 27 de abril, o General Paz y avenida Colón. Claro que la fuente no fue construida con esa intención, aclara Suárez.

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