14 nov 2012

Hasta estrógenos en el río Suquía post Bajo Grande

La Voz del Interior (14/11/2012)
Encuentran estrógenos en el río Suquía

 
Un equipo de investigación halló altas concentraciones a la altura de Bajo Grande. Ahora investigan cuál es el origen de las hormonas.
Una investigación que lleva ya dos años y medio encontró en las aguas del río Suquía concentración de estrógenos por encima de lo admitido por normativas internacionales. Ahora, los investigadores intentarán encontrar cuál es la causa de la aparición de esas hormonas en el curso de agua. (Ver infográfico).
Al trabajo lo lleva adelante un equipo liderado por Alberto Ferral, del Centro de Investigación y Desarrollo para el Medio Ambiente (Cidma) de la Universidad Blas Pascal. Los primeros resultados serán presentados mañana en el Cuarto Congreso Internacional sobre Gestión y Tratamiento Integral del Agua (Ver Congreso… ).
En los análisis realizados aguas abajo de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande, en el extremo este de la ciudad de Córdoba, se encontró una concentración de estrógenos 10 veces mayor al límite establecido por normas internacionales.
“Eso nos estaría indicando la presencia de estrógenos en el Suquía, sin poder ser eliminados en su totalidad por la planta depuradora”, sostiene la investigación, aunque aclara que no existe todavía tecnología de depuración capaz de eliminar esas hormonas en su totalidad cuando están presentes en el agua.
Los estrógenos son hormonas sexuales femeninas. En el trabajo se indica que los efectos fisiológicos de estas hormonas son numerosos: regulan el crecimiento celular y tisular, la reproducción, el metabolismo, la inmunidad, mantienen los ciclos reproductivos y aseguran un equilibrio entre los diversos sistemas y aparatos.
Los efectos. Además, el estudio de Ferral advierte que la presencia en el medio ambiente de estrógenos y de compuestos con posibles efectos estrogénicos puede dar lugar a múltiples efectos.
Entre ellos se destacan niveles anormales de hormonas en sangre, reducción de la fertilidad, alteraciones del sistema inmunológico, feminización de machos y criptorquidia.
También puede producir disminución del conteo de espermatozoides, tumores de los tractos genitales masculino y femenino, malformaciones del aparato reproductor, alteración de la estructura y densidad ósea, y desarrollo de tumores estrógeno-dependientes.
El trabajo también cita una publicación de la Academia de las Ciencias estadounidense que reveló que con sólo cinco nanogramos de estrógenos por litro, aproximadamente lo que se encuentra a la salida de las plantas depuradoras de agua, se podía provocar la desaparición de toda la población de peces foxinos de un lago.
Esto se provoca por la feminización hasta la esterilización de los machos, en un plazo de apenas dos años.
Un estudio complejo. Ferral remarcó que se encontró presencia de estrógenos en otros puntos del Suquía, aunque la concentración más importante fue en Bajo Grande. Y que para hacerlo, se solicitaron reactivos a un laboratorio japonés ya que no existían esos elementos para detectarlos en agua.
“Habíamos estado más de un año sin poder detectarlos, y ahora vamos a estudiar de dónde provienen”, dijo Ferral.
En ese sentido, las hipótesis del origen están en los anticonceptivos que toman las mujeres y las hormonas que se usarían en la cría de pollos. También, en componentes de otros productos como insecticidas y plásticos que se comportan igual que las hormonas.
“Lo que sí sabemos es que las concentraciones de los anticonceptivos son extremadamente altas para que puedan actuar en el organismo. Entonces no se asimila todo lo que se ingiere, sino que se elimina alrededor del 50 y 60 por ciento. Y son de alta resistencia, justamente para que causen efectos, y por eso las plantas no los depuran”, sostuvo Ferral.

La próxima etapa de la investigación incluye una encuesta a más de 500 mujeres residentes en áreas cercanas al río para intentar conocer sus hábitos de consumo, principalmente al uso de píldoras y parches anticonceptivos. También incluirá la evaluación del uso del suelo en la cuenca del Suquía, inventariar asentamientos y criaderos de animales en la zona de influencia.

En detalle
La investigación. Se denomina “Evaluación integral de la contaminación estrogénica de las aguas superficiales de la cuenca del río Suquía”. La realizan Alberto Ferral, Gustavo Gallardo, Eugenia Alaniz, Anabella Ferral, Martín Sarmiento Tagle y Vanesa Crissi Aloranti. Son miembros del Centro de Investigación y Desarrollo para el Medio Ambiente de la Universidad Blas Pascal.
Lo que se encontró. Se hallaron concentraciones de estrógeno en varios lugares del río Suquía. El punto más alto es en la planta de Bajo Grande. Allí se encontró una concentración de 0,47 partícula por billón, cuando lo permitido por normas internacionales es 0,05.
Qué son. Los estrógenos son hormonas femeninas. Están presentes en los anticonceptivos. Pueden provocar cáncer y feminización de las especies, entre otros problemas.

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Todos hacen la vista gorda ante la contaminación

Por Diego Marconetti

Reorrer el río Suquía aguas abajo de la planta depuradora de Bajo Grande debería ser obligatorio para todos los cordobeses. Allí se puede apreciar con todos los sentidos el estado de degradación del curso de agua que divide en dos a la ciudad de Córdoba.
La contaminación con estrógenos es apenas una mancha más en el registro de daños ambientales a los que se ve sometido el río. A eso hay que sumar los volcamientos de cientos de metros cúbicos de líquidos cloacales sin tratamiento adecuado por parte de la planta de Bajo Grande, los efluentes que llegan en crudo desde la planta de cloacas de Ciudad de mi Esperanza, los volcamientos por conexiones clandestinas que posee el canal Fiat y la extracción de áridos que produjo la proliferación de cavas en la zona.
Esto obligó a que se tuviera que recurrir a la Justicia para que obligue a la Municipalidad a realizar acciones de saneamiento, dada su responsabilidad en el mal funcionamiento de Bajo Grande.
La acción insta a sanear y recomponer el Suquía entre Bajo Grande y el kilómetro 18 del camino a Chacra de la Merced. También pide establecer un sistema de monitoreo continuo sobre el ambiente dañado. En esa zona están asentados los barrios Chacra de la Merced, Unidos y Ciudad de mi Esperanza, Corazón de María (Malvinas Argentinas) y la comuna de Capilla de los Remedios. En la causa ya están las pruebas de dos peritajes que realizó la Universidad Nacional de Córdoba que demuestran la contaminación.
Pero el estamento que tiene la responsabilidad de velar por la calidad del Suquía es el Ministerio de Agua y Ambiente de la Provincia, que en los últimos 15 años hizo la vista gorda ante la cada vez mayor degradación del río.
La Provincia sólo accionó contra el municipio cuando hubo enfrentamiento político entre las dos administraciones. Y es la responsable del mal funcionamiento de plantas cloacales de barrios ciudades, de la extracción de áridos y de los volcamientos clandestinos al río.

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