20 nov 2012

Sin capacidad para almacer el agua en las sierras

El Diario de Villa Carlos Paz - Edición Electrónica (20/11/2012)
Las sierras tienen agua, pero el problema es 'almacenarla'

Ante el adelantamiento de la temporada de lluvias, los principales ríos y lagos de Córdoba ya están mostrando su mejor imagen de cara al verano, aunque el mayor problema será cómo almacenar el agua para los meses de sequía. La problemática del abastecimiento logró destrabarse durante los últimos meses y se regularizó la prestación en la zona del Gran Córdoba, el sur del Valle de Punilla y las Sierras Chicas, donde la emergencia hídrica es un "mal recuerdo" y se anticipa un excedente.
Pese a que las condiciones de la región han cambiado en los últimos años (con la transformación de una región semi-árida a un sistema más seco), los gobiernos provinciales no han sabido encarar obras hídricas que permitan aprovechar las precipitaciones. Se espera que la mayoría de los diques se encuentren completos a fines del próximo mes de marzo, pero la realidad es que no se logrará aprovechar el excedente hídrico por la incapacidad de retener las aguas en las cuencas serranas.
Sin el fantasma de la sequía, la situación es otra. Se espera un verano con un alto consumo, pero todo indica que el agua no faltará en ninguna de las áreas turísticas y se debaten nuevas opciones para garantizar el suministro durante el invierno. Los especialistas sostienen que la solución final sería la expropiación de una gran extensión de la Pampa de Achala para la creación de una reserva en la zona, donde se acumula el agua que luego conforma los principales ríos y lagos cordobeses.
La falta de inversión en obras hídricas es una constante en Córdoba, que se sustenta en una red de diques que no se adapta a los requerimientos poblacionales. Los proyectos para construir represas en Cuesta Blanca, en Las Jarillas o sobre el río Yuspe, fueron descartándose con el paso de los años y el dique San Roque (principal fuente de abastecimiento para la capital provincial) se encuentra al límite de su vida útil. Una situación similar se repite en los otros grandes reservorios de las sierras.
Como agravante a esta tendencia que se profundiza década tras década, hace varios años que la Provincia no actualiza los informes vinculados al nivel de sedimentos en los lagos, para establecer cuánta capacidad se ha perdido en los distintos diques y determinar las acciones a desarrollarse.

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