18 nov 2007

Chau industria forestal

La Voz del Interior (18/11/2007)
En 10 años desaparecería la industria forestal



Villa General Belgrano. Calamuchita es la zona de Córdoba con más actividad forestal, más superficie con pinares plantados y de la que sale más madera, a partir de su treintena de aserraderos. Luego del turismo, la forestal es la “segunda industria” de esta región. ¿Tiene futuro?
Según los últimos registros, suman unas 22 mil las hectáreas forestadas con pinares en Calamuchita. Ante los incendios que afectaron a miles de hectáreas en la última década y la “cosecha” de los ejemplares ya maduros para su comercialización, el interrogante es si ese bosque calamuchitano está en retirada o en recuperación.
Los datos marcan que recién hace dos años se acentuó la reforestación, luego de varios en que la extracción superaba a las nuevas plantaciones.
Desde la Subcomisión Foresto Industrial de Calamuchita, que nuclea a dueños de forestaciones y aserraderos, apuntan a proyectos para mejorar la calidad de la madera que se produce en la región y a la creación de un fideicomiso para reunir recursos que garanticen la reforestación de más suelos serranos.
Su presidente es Alejandro Seyfarth, quien aseguró: “Lo que se busca es generar madera para los aserraderos, que haya continuidad, porque lo que se ve es que los aserraderos tienen producción de madera para no más de 10 años, o quizá menos, si no se mueve la reforestación”.
Agregó que un punto favorable fue la concientización de la necesidad del trabajo grupal. Esta entidad dictó cursos, promovió gestiones y realizó un relevamiento de la masa forestal.

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25 años para crecer

Se calcula que los pinos que más se plantan en Calamuchita (el Eliot y el Taeda) crecen generando de 20 a 25 metros cúbicos de madera por hectárea por año. Se estima que cada árbol crece de uno a dos centímetros por año y que entran unos 900 ejemplares por hectárea. A los seis años de plantados, se realizan algunos raleos extrayendo ejemplares, para que otros crezcan mejor. A los 12 años se repite otro, hasta la tala final de los ejemplares más desarrollados, a los 25 años. "Cada cinco o seis años se van sacando algunas plantas y se va dejando lo mejor. Se trata, obviamente, de inversiones a mediano y largo plazo.

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