8 nov 2007

La Isla de los Patos

La Voz del Interior (08/11/2007)
La Isla de los Patos, olvidada y en constante degradación



Todo el mobiliario está destrozado, la iluminación desapareció y se observan problemas estructurales en los gaviones. Una obra valorada pero abandonada.
La Isla de los Patos tiene su estructura deteriorada, lo que provocó hundimientos y fallas que constituyen un serio peligro para los miles de cordobeses que la visitan diariamente. La Municipalidad anunció que las obras de recuperación estarán en el presupuesto del próximo año, pero lo cierto es que también meses atrás se había anunciado el envío de fondos de la Nación para esos trabajos.
La isla fue una de las obras emblemáticas de la intendencia de Ramón Bautista Mestre. Ubicada en el río Suquía a la altura de barrio Alberdi, fue el corolario de la recuperación que el ex intendente realizó sobre buena parte de las márgenes del curso de agua que divide en dos a la ciudad de Córdoba.
Inaugurada el 21 de setiembre de 1991, se trata de una isla artificial de una hectárea y media que se construyó con los mismos materiales que se habían utilizado en las obras de la avenida Costanera, inauguradas en 1988. En ese acto, el entonces secretario de Desarrollo Urbano municipal, el ahora concejal Guillermo Irós, anunció que en la glorieta principal de la estructura se iba a construir una confitería que nunca existió.
La isla tomó su nombre de los miles patos que Mestre liberó en el lugar, y pronto se constituyó como uno de los paseos más disfrutados por los cordobeses.
Hoy, el estado de degradación que muestra es el reflejo de años de abandono. No sólo se encuentra descuidada en lo estético, sino que posee problemas estructurales que constituyen un verdadero riesgo para sus visitantes.
La estructura de piedras envueltas en tejido metálico (gaviones) se desmoronó en varios sectores. En la sección sudeste de la isla el problema es tan grave que provocó el hundimiento del terreno.
Para empeorar la situación, los gaviones se van separando de a poco de la tierra compactada, dejando peligrosas fisuras por todo el perímetro del terreno.
En el sector noroeste, que se encuentra en frente de la Costanera Norte, faltan unos 40 metros de la baranda perimetral que actúa como protección a las posibles caídas. Ante esta situación, no hay ninguna barrera entre la isla y los cuatro metros que hay cuesta abajo hasta el lecho del río.
Además, falta las tapas de dos cisternas, una de un metro y medio y otra de dos metros de profundidad.

Lo estético
De la proyectada confitería en la glorieta principal sólo quedó el anuncio realizado 16 años atrás. Si bien el lugar estaba limpio y con el césped cortado, no está exento del daño que habitualmente se provoca al patrimonio de la ciudad.
Los dos puentes de acceso a la isla están escritos con graffitis, al igual que todas las columnas y varias paredes del paseo. Las pintadas no respetaron siquiera las placas conmemorativas al fallecimiento de Ramón Mestre, colocadas en marzo de 2004.
En cuanto a las farolas, todas fueron destruidas dejando de recuerdo un poste pintado de verde que intenta pasar desapercibido entre la vegetación. Y el faro que fue insignia de la obra, hace tiempo que no atrae a ningún náufrago, ya que sus luces también están quemadas.

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