11 nov 2007

El agua de Villa María

El Puntal de Villa María (11/11/2007)
“Cada villamariense consume por día más de 300 litros de agua potable”

Dante Urli, actual responsable de Hidrocentro, trabajó durante años en Obras Sanitarias visitando pozos de todo el país. Habló de la calidad del agua de la ciudad y del cuidado que merece este recurso
“La calidad del agua está variando en estos últimos años en función de la actividad del hombre”, comenta Urli en su oficina de Hidrocentro. “Cada vez se está contaminando más con agroquímicos y otros desechos que filtrándose llegan hasta el corazón de las napas. Por otro lado, encontrar agua de calidad se hace cada vez más difícil”.
-Es una realidad preocupante. Usted que es experto en el tema, ¿qué lectura hace del estado actual de las napas de la ciudad?
-La primera napa hace muchos años que está completamente contaminada. La segunda también lo está, aunque hace menos tiempo. Es por eso que las perforaciones tienen que ser cada vez más profundas.
-¿Cuánto de profundas?
-Por ejemplo, las que hizo la Cooperativa 15 de Mayo frente a las Hermanas Rosarinas. Son perforaciones de 140 metros de profundidad, cuando en otras épocas a 60 metros ya sacabas agua de calidad.
-¿Y qué pasa hoy en Villa María a 60 metros de profundidad?
-Hay algunos contados lugares en donde todavía podés obtener agua buena. Pero no son para nada la media de la ciudad. El agua fluctúa mucho en pocos metros. No es lo mismo sacarla en barrio Santa Ana donde hace 25 años había pozos negros, que sacar agua en el Mariano Moreno, que es un barrio nuevo, de grandes espacios verdes y no hay una población tan aglutinada.
-¿Por qué puede cambiar la calidad del agua habiendo pocos metros de distancia entre pozo y pozo?
-Por la sencilla razón de que nunca hay dos pozos iguales, no hay dos aguas iguales nunca. Vos ponés diez análisis arriba de la mesa de diez perforaciones distintas y cada una tiene un valor y una concentración de minerales diferentes. Porque el agua que se extrae va lavando distintos estractos. Una tiene más manganeso, otra tendrá más arsénico, otra tiene más floruro. Entonces la calidad va en función al punto de extracción.
-¿Cuál es el barrio con mejor calidad de agua de toda la ciudad?
-Sin duda que es Vista Verde. Allí hay una calidad de agua extraordinaria. Y es que hasta poco antes de llegar la ruta, ese barrio era terreno del río. El agua es prácticamente filtrada y depurada sólo por la arena.
-¿Existe un control de calidad de los pozos de agua?
-Sí, y muy exhaustivo. Cuando yo trabajé para la ex Obras Sanitarias se hacían hasta 12 análisis semanales de un pozo, es decir, unos 540 por año. Y es que se pueden dar situaciones anormales en los pozos en muy poco tiempo. En estos momentos, en algunos lugares de la provincia de Córdoba, el agua está saliendo de tan mala calidad que ha sido necesario limpiarla de manera casi “artesanal”. Esto es lo que está sucediendo actualmente en la localidad de Serrano, en donde el agua se pasa por una máquina y se le da 50 litros por día a una familia para beber y cocinar. El resto del agua no tratada se utiliza para el baño y para hacer limpieza.
-Parece un promedio bajo...
-Bajísimo si lo comparamos con Villa María. Aquí se usa un promedio de más de 300 litros por habitante al día. Y toda esta agua está 100% tratada.
-De todas maneras, ¿no es un número bastante alto gastar 300 litros de agua potable al día para un ser humano?
-Es un número bastante alto, es cierto. Pero ese número ha ido creciendo hasta llegar a la actualidad en función del confort ¿Quién no tiene en este momento un lavarropas automático? Y cada lavado consume entre 50 y 60 litros de agua ¿Y quién no tiene un lavavajilla en la casa en estos momentos? A estos electrodomésticos antes sólo los podía adquirir gente de un muy reducido grupo económico, hoy los tiene todo el mundo. Cada cual quiere vivir mejor, y al vivir mejor consumís más energía y más agua.
-Sin embargo Villa María no está en crisis todavía...
-Pero de seguir así, va a estarlo muy pronto, sobre todo a causa de las edificaciones que se han realizado; que son muchísimas. Va a llegar un momento en que el servicio de agua potable va a colapsar. Al menos que el municipio adapte las nuevas obras a esa realidad que se viene. Es necesario que el trabajo de todas las prestadoras de servicios esté muy bien articulado en función al crecimiento que se está operando en nuestra ciudad.
-Usted habló de napas cada vez más contaminadas ¿Cuáles son los agentes más normales que operan en este proceso?
-Los pozos negros contaminan y también los agroquímicos. Y no sólo los venenos, también los líquidos que se utilizan para lavar los cerdos o el ganado. Toda esa agua se filtra en el terreno y va dejando residuos que pueden tardar entre 5 y 10 años en desaparecer. Imaginate, por ejemplo, los elementos fosforados; son un veneno altamente tóxico y sin embargo se siguen usando.
-¿Y esos agroquímicos también se utilizan en otros países?
-América Latina siempre ha sido un campo de cultivo para la experimentación de agroquímicos de las grandes marcas, y si pasan la prueba acá, se los usa después en el primer mundo. Esto nos ha traído siempre consecuencias lamentables. La contaminación de las napas es una de esas consecuencias.
-Hay muchos que dicen que la contaminación vía agroquímicos es una “mentira”. Otros dicen que quienes tachan de mentira a esta realidad es para seguir usándolos con impunidad, ¿qué opina usted?
-Me alisto en la segunda opinión. La contaminación de las napas no es una ficción. Y no sólo por los agroquímicos sino también por los pozos negros. Hay problemas muy serios, como el que ocurre en San Francisco. Allá, el agua está a menos de un metro del nivel del piso. Allá clavás el taco y sale agua.
-¿Debido a qué?
-Muy simple. Al no tener río ni arroyo alguno para arrojar el agua, San Francisco lo ha ido arrojando al terreno, y el terreno se ha saturado de agua. En cualquier momento se hace una laguna en la ciudad, y todo, por falta de cloacas. Durante más de 40 años San Francisco recibió el agua que le fuimos enviando del acueducto de Villa María. Y esE agua no ha tenido lugar donde volcarse para que corriera. Está justo debajo de la ciudad a menos de un metro del suelo. Es lo inverso que pasa con Laboulaye; que tiene cloacas y no tiene agua.
-¿Y el acueducto de Villa María no llega hasta Laboulaye?
-Llega sólo hasta Etruria. ¿Sabían que el acueducto del sur estaba pensado hace 100 años? Nuestros abuelos se lo habían imaginado llegando hasta General Pico, en La Pampa. Pero quedó en proyectos.
-¿A qué se debe que Villa María posea un agua de tan buena calidad ?
-Villa María está en una isla. Es la palabra que cabe. Si nos vamos acá nomás, a Las Mojarras, Cárcano, Ballesteros o Bell Ville, el agua es muy mala. El agua de Villa Nueva y Villa María ha sido muy estudiada por geólogos de renombre de la DIPAS, que se acercaron a esta zona tan especial. Llegaron a la conclusión de que acá habrá agua de muy alta calidad por varios cientos de años más. Porque además, hay un volumen de agua muy grande. Pero esto, lejos de dejarnos con los brazos cruzados, nos obliga a actuar para preservar este estado de cosas. Además de los pozos negros y los agroquímicos, también tenemos, lamentablemente, un basural a cielo abierto.
-¿Qué reflexión cabe hacer sobre el basural?
-Ese basural, cada vez que llueve, drena una masa de agua que se está filtrando en la napa y también está contaminando. No entiendo cómo no se han tomado medidas que podrían ser muy beneficiosas. Un basural bien instalado puede ser una enorme fuente de ingreso y de cuidado ecológico. Un basural, para algunas empresas, es una mina de oro. De un basural se extrae plástico, vidrio, metal. Todo material reciclable que cuesta muchísimo dinero. Y los que son orgánicos se pueden utilizar en la cría de lombrices. Hacen falta políticas que estén orientadas hacia este punto.

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