18 feb 2008

Basurales en Río de los Sauces

La Voz del Interior (18/02/2008)
Preocupación por basurales en Río de los Sauces



Río de los Sauces. Mientras que tanto la Municipalidad de esta localidad –ubicada 161 kilómetros al sudoeste de Córdoba capital– como la Secretaría de Ambiente de la Nación intentan ponerle fin al viejo basural a cielo abierto de la zona, la desaprensión de particulares sigue alimentando decenas de minibasurales en caminos, campos y ríos. En lugar de mejorar, las cosas parecen haber empeorado.
Las márgenes del río de los Sauces –en Puente Comini–, el arroyo Toledo y el Puente Rodríguez son algunos de los lugares donde se pueden ver no sólo las características bolsas de plástico domiciliarias sino también restos de heladeras, camas, cocinas, pilas, bidones de agroquímicos y latas de insecticidas.
“La gente tiene mucha desidia; no tiene cuidado, no le importa nada. Esta basura va directamente al río. La gente deriva en el otro el problema”, dijo David Hansani, propietario de un campo que linda con el río de los Sauces en el paraje llamado Puente Comini.
Este rincón de Calamuchita tiene una belleza natural destacada y en verano es elegido por muchos vecinos para pasar una horas en el agua y disfrutar de la frondosa vegetación. Está a 11 kilómetros al nordeste de Río de los Sauces y a 19 al sudoeste de Berrotarán. A medida que pasa el tiempo, se va agrandando un basural que quienes pasan por allí han formado al arrojar todo tipo de basura en una barranca. Indefectiblemente, al llover, los residuos van a parar al río.
Hansani indicó que cuatro meses atrás llamó a la Secretaría de Ambiente de la Provincia. “Vinieron, sacaron fotos, dijeron que iban a poner carteles y no lo hicieron. Esto es una mugre total”, dijo.
Ramón Romero, otro habitante del lugar, sostuvo que quizá lo primero que debería hacerse es colocar cartelería que indique la prohibición de arrojar residuos, “y luego dar un lugar donde concentrar esa basura. De un año a esta parte, esto se ha convertido en un basural hecho y derecho”, dijo.
El intendente de Río de los Sauces, Fabián Gigena, señaló a La Voz del Interior que cada uno de estos lugares está dentro de la jurisdicción de su localidad y que ya están trabajando para buscar una solución. Esta semana estaba previsto colocar carteles y no se descarta poner canastos para que las personas que aun con la advertencia no toman conciencia al menos dejen los residuos en ellos.
“Tenemos que hacer una tarea permanente de concientización, que las personas aprendan que no deben arrojar basura en cualquier lugar”, sostuvo. Gigena dijo además que, “si se descubre a quienes arrojan basura, serán penados con multas graves”, concluyó.
La Municipalidad ya cuenta con un contenedor que aportó la Secretaría de Ambiente de la Nación, donde se deposita la basura del pueblo, el que al llenarse será retirado por el mismo organismo nacional.
Este es el comienzo de un plan que contempla la erradicación definitiva del basural a cielo abierto de Río de los Sauces, que continuará con una planta de clasificación de basura.
A través de un convenio firmado por el intendente Gigena y la secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, los primeros días de enero en Unquillo, el organismo del Estado se comprometió a aportar un contenedor –que estuvo en el lugar de inmediato– como una primera medida para evitar que se siguiera arrojando basura al depósito a cielo abierto que había en el pueblo.
“Nosotros solicitamos un camión compactador, pero desde la Secretaría de Ambiente evaluaron que por la cantidad de basura que aquí se genera no era conveniente. Nos dieron una solución urgente con este contenedor, para luego poner en marcha la planta para separar la basura”, explicó el intendente.
El depósito provisorio estaría hasta marzo, cuando se estima que estará listo, y se firmará el convenio respectivo para poner en marcha el proyecto que la misma Nación está planificando respecto a una planta de clasificación de basura en Río de los Sauces.
Serán dos o tres personas las que trabajarían en esta tarea separando lo orgánico –con el que se hará luego “compost”– de lo inorgánico. Ya sea cartón, plástico, lata o vidrio, se comprimirán en fardos para ser vendidos por el municipio a empresas que se encargan de reciclar cada uno de estos materiales. La cantidad de empleados que deberá tomar el municipio será variable, considerando que en los meses de verano –con los turistas– el volumen crece.

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