8 feb 2008

Preocupación por tala de árboles

El Diario de Villa María (07/02/2008)
Preocupación por tala de árboles en la costanera

La tala de un pino en un sector de la ribera villamariense, provocó la reacción vecinal. Hay incertidumbre por el destino de otros ejemplares arbóreos que pueblan la zona costera
La denuncia de un vecino por la tala de un añejo pino en la zona de la ribera villamariense, ha puesto en alerta a otros frentistas que han manifestado preocupación por la suerte de los otros árboles que se erigen en la zona. A través de una carta, Raúl Quevedo relató lo acontecido pocos días atrás en la avenida costanera.

Arbol asesinado
A continuación, la misiva suscrita por Quevedo: "Muy temprano en la mañana, cuando todavía no hay vecinos en la calle, el ruido de una motosierra despertó a los habitantes de la calle Bruno Ceballos al 300, del lado del balneario, o sea en terrenos municipales.
Se estaba perpetrando un asesinato a sangre fría de un árbol inmenso, un pino que le había costado muchos años a la "Madre natura" formar.
Todo comenzó entre las 6 y las 6.30, a las 7 ya todo se había consumado.
No quedaba nada que diera testimonio que en ese lugar hubiera habido un pino, un fabricante de aire puro, el hogar de los pájaros, vigía y testigo mudo del devenir de los días en ese lugar de la Villa.
Todo se hizo subrepticiamente, como se hacen las cosas que no se deben hacer.
El pino no está más en su lugar y por pocos días ha sido ocupado por una enorme carpa que albergará algunos de los numerosos quioscos que "adornarán" las inmediaciones del anfiteatro durante la presente edición del "Festival de Peñas".
Cabe preguntarse entonces, quién se beneficia económicamente con este despropósito.
Un despropósito que muestra que, una vez más, las consideraciones monetarias han primado por sobre el respeto y el cuidado que debemos brindarle a la naturaleza, aunque más no sea para asegurar nuestra propia subsistencia.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar los sufridos ciudadanos de esta ciudad, las erróneas, cuando no malintencionadas decisiones de algún funcionario de turno?
Las calles de la ciudad, la ribera de su río, sus árboles, sus baldíos, sus edificios públicos... ¿Son propiedad de aquellos elegidos para gobernarla por cuatro años o nos pertenecen a todos? ¿No deberíamos ser consultados alguna vez sobre estas cuestiones?
No vale la pena pedir cordura donde no la hay, pero por lo menos, alcemos nuestras voces para defender lo que es nuestro, de todos.
Hay que asumir públicamente un compromiso o dejar que unos pocos decidan por nosotros e ir a cantarle a Gardel.

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