29 oct 2006
Córdoba cada vez más sucia
10:27 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (29/10/2006)
Por qué Córdoba está cada vez más sucia
Se genera mucha más basura y el servicio de Cliba fue recortado en 2005 y no se restituyó. Las soluciones demorarán.
La ciudad de Córdoba, orgullosa de su limpieza hasta 2001, hoy ya no sabe dónde ni cómo esconder la basura.
La suciedad del espacio público se transformó en una característica saliente de casi toda la Capital, desde las montañas de bolsas del área peatonal a los kilómetros tapizados de basura en la avenida de Circunvalación, pasando por los padecimientos de cada barrio con su propio basural y sus cestos llenos.
La presencia de residuos advierte sobre un servicio que quedó chico en relación con la cantidad de desperdicios que genera la ciudad. Pero también dice mucho sobre las decisiones adoptadas desde la Municipalidad de Córdoba, que decidió restar recursos a la higiene urbana.
El servicio que presta Cliba fue diseñado en 1997 y dio muy buenos resultados mientras se respetó el contrato. El ex intendente Germán Kammerath lo recortó en 2002 y se notó, aunque en ese momento la crisis produjo una baja tan importante del consumo que la basura también cayó.
Pero la gestión del intendente Luis Juez volvió a recortar el servicio en 2005 y esta vez la disminución de la limpieza coincidió con la explosión del consumo y de la generación de basura por parte de los cordobeses. El resultado está a la vista.
Menos para más
En marzo de 2005 la gestión Juez concedió a Cliba un aumento tarifario de más del 70 por ciento. En paralelo, para que el costo del servicio no se dispare, recortó numerosas prestaciones: el barrido diario pasó a ser semanal, se rediagramaron frecuencias de recolección y también se menguaron otras muchas tareas.
Las cifras oficiales sobre la basura efectivamente recolectada indican que hacia octubre de 2004 Cliba enterraba unas 27 mil toneladas de residuos al mes, y que en la actualidad la cifra se aproxima a 35 mil toneladas. Es decir que la empresa recoge mucha más basura, pese a que presta menos servicios. Los números permiten imaginar también las toneladas que cada mes quedan en la calle y que hacen que Córdoba este más sucia.
Cliba no niega el problema
Voceros de la empresa aceptaron que "los cordobeses tienen la sensación de que la ciudad no luce limpia", pero recalcaron que la compañía cumple con el servicio que el municipio le ordena realizar. "No hay incumplimientos. Hubo dos recortes de contrato y en paralelo se registró un cambio total en los nichos de producción de basura y un aumento abrupto de la generación total", indicó Iván Acuña Haedo, apoderado de la empresa del Grupo Roggio.
La empresa reconoce como problemática la misma situación que Jorge Vargas, director de Higiene Urbana del municipio, señala como anómala: las demoras y los recorridos que no se cumplen los días lunes, cuando la basura se duplica por la ausencia del servicio dominical. Ese día, Cliba entierra cerca de dos mil toneladas de residuos, cuando el resto de los días apenas supera las mil toneladas.
El otro gran problema reconocido por ambas partes es el de los basurales generados por el circuito informal de la basura.
Cliba informó que pese a que su obligación es desmalezar 500 mil metros de baldíos al mes, está limpiando 1,3 millones de metros mensuales de basurales. El municipio también asegura que limpia por sí mismo, aunque reconoce que el fenómeno de los carreros y los recuperadores de basura se volvió totalmente incontrolable.
Respecto de todo lo demás, tanto Cliba como el municipio advierten que las soluciones que los cordobeses esperan para que la ciudad vuelva a estar limpia no llegarán hasta que el servicio sea rediseñado y licitado y estén en marcha las nuevas empresas.
Ver Nota On Line (el link pudo haber cambiado)
Por qué Córdoba está cada vez más sucia
Se genera mucha más basura y el servicio de Cliba fue recortado en 2005 y no se restituyó. Las soluciones demorarán.
La ciudad de Córdoba, orgullosa de su limpieza hasta 2001, hoy ya no sabe dónde ni cómo esconder la basura.
La suciedad del espacio público se transformó en una característica saliente de casi toda la Capital, desde las montañas de bolsas del área peatonal a los kilómetros tapizados de basura en la avenida de Circunvalación, pasando por los padecimientos de cada barrio con su propio basural y sus cestos llenos.
La presencia de residuos advierte sobre un servicio que quedó chico en relación con la cantidad de desperdicios que genera la ciudad. Pero también dice mucho sobre las decisiones adoptadas desde la Municipalidad de Córdoba, que decidió restar recursos a la higiene urbana.
El servicio que presta Cliba fue diseñado en 1997 y dio muy buenos resultados mientras se respetó el contrato. El ex intendente Germán Kammerath lo recortó en 2002 y se notó, aunque en ese momento la crisis produjo una baja tan importante del consumo que la basura también cayó.
Pero la gestión del intendente Luis Juez volvió a recortar el servicio en 2005 y esta vez la disminución de la limpieza coincidió con la explosión del consumo y de la generación de basura por parte de los cordobeses. El resultado está a la vista.
Menos para más
En marzo de 2005 la gestión Juez concedió a Cliba un aumento tarifario de más del 70 por ciento. En paralelo, para que el costo del servicio no se dispare, recortó numerosas prestaciones: el barrido diario pasó a ser semanal, se rediagramaron frecuencias de recolección y también se menguaron otras muchas tareas.
Las cifras oficiales sobre la basura efectivamente recolectada indican que hacia octubre de 2004 Cliba enterraba unas 27 mil toneladas de residuos al mes, y que en la actualidad la cifra se aproxima a 35 mil toneladas. Es decir que la empresa recoge mucha más basura, pese a que presta menos servicios. Los números permiten imaginar también las toneladas que cada mes quedan en la calle y que hacen que Córdoba este más sucia.
Cliba no niega el problema
Voceros de la empresa aceptaron que "los cordobeses tienen la sensación de que la ciudad no luce limpia", pero recalcaron que la compañía cumple con el servicio que el municipio le ordena realizar. "No hay incumplimientos. Hubo dos recortes de contrato y en paralelo se registró un cambio total en los nichos de producción de basura y un aumento abrupto de la generación total", indicó Iván Acuña Haedo, apoderado de la empresa del Grupo Roggio.
La empresa reconoce como problemática la misma situación que Jorge Vargas, director de Higiene Urbana del municipio, señala como anómala: las demoras y los recorridos que no se cumplen los días lunes, cuando la basura se duplica por la ausencia del servicio dominical. Ese día, Cliba entierra cerca de dos mil toneladas de residuos, cuando el resto de los días apenas supera las mil toneladas.
El otro gran problema reconocido por ambas partes es el de los basurales generados por el circuito informal de la basura.
Cliba informó que pese a que su obligación es desmalezar 500 mil metros de baldíos al mes, está limpiando 1,3 millones de metros mensuales de basurales. El municipio también asegura que limpia por sí mismo, aunque reconoce que el fenómeno de los carreros y los recuperadores de basura se volvió totalmente incontrolable.
Respecto de todo lo demás, tanto Cliba como el municipio advierten que las soluciones que los cordobeses esperan para que la ciudad vuelva a estar limpia no llegarán hasta que el servicio sea rediseñado y licitado y estén en marcha las nuevas empresas.
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