15 oct 2006
Región no tan limpia
11:15 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (15/10/2006)
Región no tan limpia: en la actualidad hay más de 600 basurales a cielo abierto
El proyecto provincial -anunciado hace 6 años- de crear vertederos regionales y hacer un tratamiento adecuado de desechos aún no se concreta. Los pueblos siguen conviviendo con montañas de basura
Hace exactamente 6 años la Provincia anunciaba y prometía un ambicioso proyecto para erradicar definitivamente los basurales a cielo abierto, pero el tiempo transcurrió y en los pueblos aún existen grandes montañas de desechos que esperan por una definitiva desaparición.
El proyecto denominado “Región Limpia” prometía que en el 2004 todos los depósitos estarían erradicados, y se planteaba la alternativa de crear un sistema de vertederos en determinados puntos de la provincia y luego un enterramiento sanitario definitivo.
A partir de allí comenzaron los primeros cuestionamientos, pues las poblaciones elegidas como centros de “acopio” de la basura zonal no estaban dispuestos a hacerlo, y así comenzó a desmembrarse la idea original, y en algunos casos se trató de aggionar a las posibilidades de cada comunidad. Hoy en toda la provinca son menos de 10 los vertederos existentes y que reflejan la idea original del gobierno provincial.
A su vez existe una ley provincial que establece la prohibición de la quema de basura, que los animales entren a los basurales, que haya incineración, que se contaminen las napas y los ríos, entre otras cuestiones, que en la mayoría de las poblaciones de la provincia, aún se repiten tristemente.
Cumplir con la ley y adherir al proyecto Región Limpia significaría otorgar nuevas partidas desde los municipios para darle un destino serio a la basura domiciliaria y la más preocupante, la de clínicas y hospitales.
Según la estadística actualizada con que cuenta la Agencia Córdoba Ambiente, en la provincia existen cerca de 600 basurales a cielo abierto. Inclusive en algunas localidades se cuenta con más de uno. Con pocas excepciones, como Córdoba, Río Cuarto o Villa María y San Francisco, que cuentan con sistemas adecuados de disposición final de los residuos, en el resto de la provincia este tema está fuera de control, constituyéndose en el problema ambiental más serio y de mayor vigencia.
Esfuerzos propios
Un puñado de municipios, entre los que se encuentran Adelia María, San Basilio, Moldes, delinearon una propuesta alternativa con contenedores que serán ubicados en determinadas localidades, y una vez llenos serán llevados a los centros de enterramiento ya compactados y en camiones totalmente cerrados. La idea sigue avanzando y se está invirtiendo en la compra de parte de los equipamientos.
Por otro lado, en La Carlota se incorporó un camión recolector cerrado, y se está trabajando en un plan ambicioso que plantea la selección y el reciclaje de la basura en un predio adecuado.
Pero en todos los casos se trata de esfuerzos individuales o de un grupo de gobiernos que tratan de dar una solución al serio problema de los basurales.
Alto riesgo de contaminación
Mientras tanto, cada basural es un foco contaminante latente, por la peligrosidad de los elementos que allí se desechan.
Basta recordar un hecho ocurrido en Vicuña Mackenna, donde apareció una pierna humana -que había sido amputada a una persona en una clínica- en pleno basural.
Más cercano en el tiempo está lo ocurrido en General Cabrera, donde se clausuró el predio del basural porque hasta allí habrían llegado restos de una fundición de plomo, hoy clasurada por considerarla contaminante.
A su vez, periódicamente se conocen casos de la aparición de elementos tales como jeringas, agujas y distintos descartables tirados descuidadamente entre los restos de desechos domiciliarios y a riesgo que algún ciruja tome contacto con éstos.
Más al sur, en Huinca Renancó, uno de los basurales fue clasurado por estar saturado y otro predio debió ser habilitado para el depósito.
Así el panorama los gobiernos locales van dando respuestas a medida que surge el problema -en estos casos de saturación de los lugares-, pero la solución definitiva aún no se encuentra.
El gobierno provincial insiste en su proyecto de generar una “Región Limpia”, pero hasta el momento lo que se observan son grandes manchas acumuladas en sectores no muy alejados de los barrios, que deben soportar los fuertes olores de elementos en descomposición, la basura que vuela y el temor siempre de estar siendo contaminados.
Ver Nota On Line (el link pudo haber cambiado)
Región no tan limpia: en la actualidad hay más de 600 basurales a cielo abierto
El proyecto provincial -anunciado hace 6 años- de crear vertederos regionales y hacer un tratamiento adecuado de desechos aún no se concreta. Los pueblos siguen conviviendo con montañas de basura
Hace exactamente 6 años la Provincia anunciaba y prometía un ambicioso proyecto para erradicar definitivamente los basurales a cielo abierto, pero el tiempo transcurrió y en los pueblos aún existen grandes montañas de desechos que esperan por una definitiva desaparición.
El proyecto denominado “Región Limpia” prometía que en el 2004 todos los depósitos estarían erradicados, y se planteaba la alternativa de crear un sistema de vertederos en determinados puntos de la provincia y luego un enterramiento sanitario definitivo.
A partir de allí comenzaron los primeros cuestionamientos, pues las poblaciones elegidas como centros de “acopio” de la basura zonal no estaban dispuestos a hacerlo, y así comenzó a desmembrarse la idea original, y en algunos casos se trató de aggionar a las posibilidades de cada comunidad. Hoy en toda la provinca son menos de 10 los vertederos existentes y que reflejan la idea original del gobierno provincial.
A su vez existe una ley provincial que establece la prohibición de la quema de basura, que los animales entren a los basurales, que haya incineración, que se contaminen las napas y los ríos, entre otras cuestiones, que en la mayoría de las poblaciones de la provincia, aún se repiten tristemente.
Cumplir con la ley y adherir al proyecto Región Limpia significaría otorgar nuevas partidas desde los municipios para darle un destino serio a la basura domiciliaria y la más preocupante, la de clínicas y hospitales.
Según la estadística actualizada con que cuenta la Agencia Córdoba Ambiente, en la provincia existen cerca de 600 basurales a cielo abierto. Inclusive en algunas localidades se cuenta con más de uno. Con pocas excepciones, como Córdoba, Río Cuarto o Villa María y San Francisco, que cuentan con sistemas adecuados de disposición final de los residuos, en el resto de la provincia este tema está fuera de control, constituyéndose en el problema ambiental más serio y de mayor vigencia.
Esfuerzos propios
Un puñado de municipios, entre los que se encuentran Adelia María, San Basilio, Moldes, delinearon una propuesta alternativa con contenedores que serán ubicados en determinadas localidades, y una vez llenos serán llevados a los centros de enterramiento ya compactados y en camiones totalmente cerrados. La idea sigue avanzando y se está invirtiendo en la compra de parte de los equipamientos.
Por otro lado, en La Carlota se incorporó un camión recolector cerrado, y se está trabajando en un plan ambicioso que plantea la selección y el reciclaje de la basura en un predio adecuado.
Pero en todos los casos se trata de esfuerzos individuales o de un grupo de gobiernos que tratan de dar una solución al serio problema de los basurales.
Alto riesgo de contaminación
Mientras tanto, cada basural es un foco contaminante latente, por la peligrosidad de los elementos que allí se desechan.
Basta recordar un hecho ocurrido en Vicuña Mackenna, donde apareció una pierna humana -que había sido amputada a una persona en una clínica- en pleno basural.
Más cercano en el tiempo está lo ocurrido en General Cabrera, donde se clausuró el predio del basural porque hasta allí habrían llegado restos de una fundición de plomo, hoy clasurada por considerarla contaminante.
A su vez, periódicamente se conocen casos de la aparición de elementos tales como jeringas, agujas y distintos descartables tirados descuidadamente entre los restos de desechos domiciliarios y a riesgo que algún ciruja tome contacto con éstos.
Más al sur, en Huinca Renancó, uno de los basurales fue clasurado por estar saturado y otro predio debió ser habilitado para el depósito.
Así el panorama los gobiernos locales van dando respuestas a medida que surge el problema -en estos casos de saturación de los lugares-, pero la solución definitiva aún no se encuentra.
El gobierno provincial insiste en su proyecto de generar una “Región Limpia”, pero hasta el momento lo que se observan son grandes manchas acumuladas en sectores no muy alejados de los barrios, que deben soportar los fuertes olores de elementos en descomposición, la basura que vuela y el temor siempre de estar siendo contaminados.
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