16 sept 2008

Agua de riego: visita para lograr una solución

Diario Democracia de Villa Dolores (16/09/2008)
Agua de riego: visita oficial para lograr una solución

Un grupo de vecinos de esta zona, recibieron en Las Manguitas a funcionarios de la Provincia
motivada a esta visita por un proyecto del legislador Italo Gudiño, a los fines de lograr el agua necesaria, desde el Río Conlara y de tal manera darle vida propia a estas pequeñas comunidades.
La cita fue en Las Manguitas, donde se encuentra la Comuna, a cuyo frente está Ramón Espinosa y pese a las dos horas de atraso con que llegaron los funcionarios, Alfredo Diriar, Eugenio Fernández, del Ministerio de Agricultura y de la Dirección de Recuperación de Suelos, respectivamente, conjuntamente con el jefe de la DIPAS en la región, Rolando Gómez, se concretó una charla inicial.

Posibilidades
Diriar, dialogó en un primer momento con los vecinos, señalando que debido a que son pocos los empadronados para recibir el agua de riego, «tenemos la posibilidad de armar un sistema perfectamente bien, que debe ser equitativo, justo para todos. Estamos en excelentes condiciones para hacer las cosas, por lo que debemos ver el estado de las tomas».
Gudiño señaló que este año el río ha traído buena cantidad de agua, pero todo se dificulta al no existir infraestructura, por lo que es distinto a otras regiones de la Provincia (el norte), «donde padecemos una seca espantosa».

Con equidad
Una de las vecinas, Marta Cavido de Vidales, apuntó que existe otra toma, que sería necesario que la conocieran y no depender de otra visita, respondiendo Diriar: «Lo primero que debemos entender, es que en un sistema de riego, debemos armar una comisión, que se tiene que manejar equitativamente, con cada uno de los vecinos colaborando en lo que pueda. El que no esté en condiciones, por ejemplo, que cuente con mucha edad, lo solventaremos, pero se tiene que dar un espíritu de colaboración entre todos, a los fines de que se reparta el agua como corresponde, para todas las personas. Bien se sabe que en todo sistema, al final de un tiempo, quedan dos o tres, que son los que en el futuro riegan y el resto no. Históricamente es así. Esto hay que revertirlo y para hacerlo, debe ser a través de la colaboración y participación de todos».

Con San Luis
Puntualizó Diriar que en esta situación, se depende del dique «San Felipe», ubicado en San Luis: «Si bien es cierto que todo río tiene que dejar un caudal ecológico, con la vecina provincia no nos ocurre muchas veces, dado que tienen prioridad con lo que ellos tienen, algo que también sucede con el Río Quinto. Eso depende de las situaciones políticas de los gobiernos, ya que a veces se puede dialogar y en otras no es factible. Técnicamente nos encontramos conversando, no solamente por el tema de los ríos, sino respecto a la cuenca que pertenece a toda esta región de Conlara. Sí o sí, nos tenemos que poner de acuerdo con San Luis y un punto importante, es el que atañe a este río».
Se le manifestó que en tierras sanluiseñas cuentan con las tomas colmadas del liquido elemento, apuntando el funcionario que San Luis cuenta con un gobierno que hace muchos años que viene ejerciendo el poder, realizando importantes obras: «En algunas cosas, pero en otras no es tan así. En lo que hace a las corporaciones, lo vienen haciendo indiscriminadamente. Nosotros estamos controlando mucho más que ellos, dado que vienen pidiéndonos datos a los fines de ejecutarlos en esa Provincia».
Se le habló de las perforaciones que se hicieron, cuando en la Provincia se contaba con la Dirección de Asuntos Agrarios, expresando Diriar, que el problema son los caudales, «ya que cuando se retira la carga de los ríos, sucede también con las napas. Acá se pretendió efectuar un emprendimiento agrícola y no le dio la cantidad de agua, pero no interesa, regaremos con agua de superficie».

El padrón
Las autoridades provinciales, al igual que Gudiño y Espinosa, con un grupo de productores, se dirigieron al río Conlara, donde se habló intensamente de los pasos a seguir.
Calculan que existen unas 200 hectáreas para regar con la toma «El Salitral», que puede ser un poco más, apuntando Diriar que limpiando la misma, se tiene que regar lo antes citado, donde se beneficiarán unos treinta usuarios: «Lo que necesitamos es la cantidad de personas y hectáreas reales».
Insistieron en la necesidad de conocer las cifras oficiales, de manera tal de poder brindarles el agua necesaria. Si existe un solo propietario, por ejemplo, con 200 hectáreas, entrará en un reparto equitativo, que es lo que se dispondrá en el futuro: «Le corresponderá la cantidad determinada a cada uno, en función del agua que nosotros determinemos que viene» y debido al padrón, decididamente se comenzará de cero.
Señaló Diriar que lo que se viene, es que «se caen todos los permisos para riego y se arma lo nuevo. Tenemos dos formas de dar permisos, uno que se llama precario, lo que significa que es a título personal e intransferible y se renueva con el pago, que es lo que se ha dado ahora. Técnicamente, dentro del código de agua, no es correcto, porque el real permiso es para aquellas propiedades que no tengan titularidad y en realidad los otros deberían ser concesiones».

Todo legal
«Aca estamos hablando de permisos que tienen más de cien años. Contamos con libros de 1860, con derecho de riego, fundamentalmente de toda esta región, por lo que un campo que ha tenido el servicio durante tanto tiempo, no lo podemos ignorar, no tenerlo en cuenta y no respetarlo. Eso no quiere decir que si no la usa, a lo mejor la hacemos caducar, pero legalmente, hay que actuar como debe ser. Se especifica que si en dos años esa agua no es usada, la DIPAS la puede hacer caer, de manera que se tiene que realizar bien técnicamente, a los efectos de que quede bien armada la zona».
Si hay gente nueva, se incorporan. Daniel Reinante -productor local- señaló que se paga el derecho pero no tienen agua, reiterando Diriar «que eso no estaba bien, pero es la ley que nos está rigiendo. Eso no quiere decir que no podamos armar algo mejor; pretendemos dar concesiones, pero con titularidad del campo, que no es sencillo. Por eso quiero armar algo bien hecho, que sirva y que no se caiga a pedazos dentro de dos años. Hagámoslo bien, a conciencia, no nos apuremos, respeto la gente, dado que cuando se avasalla se crean guerras y eso es espantoso acá».
Fernández expresó que el agua es un bien público, que la DIPAS la ofrece o la quita, mientras que el administrador es el consorcio: «En la medida que funcione, todo lo demás funciona. El Estado no se incumbe y el secreto es esta entidad, que sea democrática, que no sea conflictivo, con todos los usuarios en el consorcio; que no se polarice, que no capitalice un sector. Todo lo bien que pueda funcionar, está en su armado».
También se dijo que tiene su significado el llamar a asamblea, para conformar una junta promotora, con el fin de armar el padrón, veinte personas que no deben ser regantes.-

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