17 feb 2020
Apadrinan mil algarrobos en Villa María
10:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Villa María (17/02/2020)
Los mil algarrobos poseen padrinos de la ciudad y la zona
La entrega de árboles se realizó en “El Montecito” con la participación de vecinos de los barrios y de distintas organizaciones de la ciudad y la región
En estos últimos días se llevó a cabo la actividad “Plan Vida”, que consistió en entregarles a diferentes organizaciones y particulares plantines de algarrobo que deseen apadrinar y cuidar hasta que puedan ser plantados en septiembre.
La iniciativa fue impulsada por la Asamblea Socioambiental de Villa María en conjunto con la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y Pueblo Mampa. Se desarrolló en el “Montecito”, ubicado en las calles Neuquén y Tucumán.
Los padrinos fueron entidades de la ciudad y la región como Arroyo Cabral, Las Perdices, Canals y Tío Pujio. Además, vecinos de distintos barrios de Villa María que tomaron la responsabilidad del padrinaje pero también colaboraron con el proceso de traslado de los germinadores a objetos con mayor espacio que permitirán la movilidad y crecimiento de los plantines.
En diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, los integrantes de la Asamblea Socioambiental de Villa María José Sánchez y Carla Burnier hablaron sobre la importancia de apadrinar árboles, acerca de la plantación en la ciudad y la región, y en relación al modo en que influyen estas acciones en la reconstrucción de la identidad cultural.
Contaron también que las articulaciones con otros espacios que promueven el cuidado de la tierra y la naturaleza dan como resultado diferentes acciones. En pos de esto, se realizará dentro de unos meses una recolección de semillas que por medio de la UNVM se podrán germinar, “lo que permitirá una gran variedad de especies nativas para poder plantar”, asintieron.
La iniciativa
El activista y vecino del barrio Malvinas Argentinas contó que la iniciativa surge luego de establecer lazos con la UNVM, específicamente con el vivero que la institución posee. A partir de allí, el docente y encargado del espacio, Aldo “Lalo” Rangone, se comunicó con Sánchez para generar una acción con los plantines que necesitaban ser trasplantados.
De esta manera surge la actividad y se estableció “promover un vínculo y compromiso con la sociedad, debido a la cantidad de plantines”, explicó Sánchez.
En referencia a la responsabilidad social y en consonancia con apadrinar un árbol, el activista ambiental afirmó: “Tiene que ver con la conciencia. Es importante tener un contacto con la naturaleza. La importancia de tener árboles es que nos brindan sus propiedades para la existencia”.
Respecto al cuidado de los plantines añadió: “Es como cualquier otro tipo de planta, regarlos, dejarlos a la sombra, darles amor”.
La entrega
“Los mil árboles fueron repartidos en diferentes organizaciones y dados a personas que se interesaron en la actividad, que sienten ese amor por la naturaleza”, manifestó Sánchez. Además, aseguró que el seguimiento sobre la evolución de los plantines se realiza por medio del celular con los datos proporcionados por los padrinos. No obstante, aclaró que reconoce a todos ellos, por lo que “confía en que van a plantarlos”. También, contó que como asamblea tratarán de participar de los días en que las organizaciones de la región planten los árboles.
Asimismo, definió que la idea ronda en plantar entre 30 o 40 árboles juntos en diferentes espacios públicos. En el caso de no tener espacio para plantarlos, Sánchez aseveró que buscarían un lugar y que los plantarían en conjunto a la Asamblea, lo que se convertiría en un “evento mucho más grande”.
En relación al trasplante de los plantines, confirmó que están proyectando una coordinación con la Municipalidad para poder ubicar una parte de los mil algarrobos y que la otra cantidad serán plantados en los predios particulares de cada organización.
La Asamblea Socioambiental
El movimiento está integrado por ciudadanos que impulsan el cuidado del medioambiente y la resolución de problemáticas de esta índole.
A raíz de esto, la militante de la asamblea Carla Burnier manifestó: “Al principio la asamblea la constituían Villa María y Villa Nueva, dentro de ella El Montecito, la Termoeléctrica y otros espacios de discusión, luego nos enfocamos en el Algarrobal debido al incendio del 2018. Desde ese momento, se conforma la asamblea el monte nativo vuelve”.
Continuó explicando que la Asamblea también surge desde la educación ambiental por lo que articulan con la educación formal y también la popular que van conocer a “El Montecito”.
Burnier afirmó que se han presentado dos proyectos -uno de carácter municipal y el otro provincial- para que “El Algarrobal” sea declarado como reserva natural pero que aún continúa sin un marco legal que lo permita.
En relación al pedido formulado, garantizó: “Nadie nos negó la posibilidad de que sea una reserva pero sigue existiendo la desprotección”. Burnier prosiguió y ratificó: “Declarándolo reserva habría un presupuesto que podría sostener el cuidado en todo sentido del algarrobal, en lo legítimo, en la educación, en lo comunitario, en el barrio mismo”.
La militante medioambiental aseveró: “Tampoco se declaró como zona roja las 16 hectáreas del algarrobal, eso permitiría por medio de la ley provincial 9814 de ordenamiento territorial, que establece que se necesita protección máxima, reglamentos que no se cumplen”.
La identidad cultural
Los miembros de la Asamblea Sánchez y Burnier aseguraron: “Las actividades que desarrollamos permiten el acercamiento o la recuperación de la identidad cultural porque todos estamos volviendo, asumiendo que somos distintos”.
“Estamos teniendo conciencia, entendiendo la naturaleza. Entonces que “El Algarrobal” esté acá simboliza ese encuentro con nuestros ancestros y las personas que han resistido a esta colonización”, enfatizaron.
Ver Noticia On Line
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Los mil algarrobos poseen padrinos de la ciudad y la zona
La entrega de árboles se realizó en “El Montecito” con la participación de vecinos de los barrios y de distintas organizaciones de la ciudad y la región
En estos últimos días se llevó a cabo la actividad “Plan Vida”, que consistió en entregarles a diferentes organizaciones y particulares plantines de algarrobo que deseen apadrinar y cuidar hasta que puedan ser plantados en septiembre.
La iniciativa fue impulsada por la Asamblea Socioambiental de Villa María en conjunto con la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y Pueblo Mampa. Se desarrolló en el “Montecito”, ubicado en las calles Neuquén y Tucumán.
Los padrinos fueron entidades de la ciudad y la región como Arroyo Cabral, Las Perdices, Canals y Tío Pujio. Además, vecinos de distintos barrios de Villa María que tomaron la responsabilidad del padrinaje pero también colaboraron con el proceso de traslado de los germinadores a objetos con mayor espacio que permitirán la movilidad y crecimiento de los plantines.
En diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, los integrantes de la Asamblea Socioambiental de Villa María José Sánchez y Carla Burnier hablaron sobre la importancia de apadrinar árboles, acerca de la plantación en la ciudad y la región, y en relación al modo en que influyen estas acciones en la reconstrucción de la identidad cultural.
Contaron también que las articulaciones con otros espacios que promueven el cuidado de la tierra y la naturaleza dan como resultado diferentes acciones. En pos de esto, se realizará dentro de unos meses una recolección de semillas que por medio de la UNVM se podrán germinar, “lo que permitirá una gran variedad de especies nativas para poder plantar”, asintieron.
La iniciativa
El activista y vecino del barrio Malvinas Argentinas contó que la iniciativa surge luego de establecer lazos con la UNVM, específicamente con el vivero que la institución posee. A partir de allí, el docente y encargado del espacio, Aldo “Lalo” Rangone, se comunicó con Sánchez para generar una acción con los plantines que necesitaban ser trasplantados.
De esta manera surge la actividad y se estableció “promover un vínculo y compromiso con la sociedad, debido a la cantidad de plantines”, explicó Sánchez.
En referencia a la responsabilidad social y en consonancia con apadrinar un árbol, el activista ambiental afirmó: “Tiene que ver con la conciencia. Es importante tener un contacto con la naturaleza. La importancia de tener árboles es que nos brindan sus propiedades para la existencia”.
Respecto al cuidado de los plantines añadió: “Es como cualquier otro tipo de planta, regarlos, dejarlos a la sombra, darles amor”.
La entrega
“Los mil árboles fueron repartidos en diferentes organizaciones y dados a personas que se interesaron en la actividad, que sienten ese amor por la naturaleza”, manifestó Sánchez. Además, aseguró que el seguimiento sobre la evolución de los plantines se realiza por medio del celular con los datos proporcionados por los padrinos. No obstante, aclaró que reconoce a todos ellos, por lo que “confía en que van a plantarlos”. También, contó que como asamblea tratarán de participar de los días en que las organizaciones de la región planten los árboles.
Asimismo, definió que la idea ronda en plantar entre 30 o 40 árboles juntos en diferentes espacios públicos. En el caso de no tener espacio para plantarlos, Sánchez aseveró que buscarían un lugar y que los plantarían en conjunto a la Asamblea, lo que se convertiría en un “evento mucho más grande”.
En relación al trasplante de los plantines, confirmó que están proyectando una coordinación con la Municipalidad para poder ubicar una parte de los mil algarrobos y que la otra cantidad serán plantados en los predios particulares de cada organización.
La Asamblea Socioambiental
El movimiento está integrado por ciudadanos que impulsan el cuidado del medioambiente y la resolución de problemáticas de esta índole.
A raíz de esto, la militante de la asamblea Carla Burnier manifestó: “Al principio la asamblea la constituían Villa María y Villa Nueva, dentro de ella El Montecito, la Termoeléctrica y otros espacios de discusión, luego nos enfocamos en el Algarrobal debido al incendio del 2018. Desde ese momento, se conforma la asamblea el monte nativo vuelve”.
Continuó explicando que la Asamblea también surge desde la educación ambiental por lo que articulan con la educación formal y también la popular que van conocer a “El Montecito”.
Burnier afirmó que se han presentado dos proyectos -uno de carácter municipal y el otro provincial- para que “El Algarrobal” sea declarado como reserva natural pero que aún continúa sin un marco legal que lo permita.
En relación al pedido formulado, garantizó: “Nadie nos negó la posibilidad de que sea una reserva pero sigue existiendo la desprotección”. Burnier prosiguió y ratificó: “Declarándolo reserva habría un presupuesto que podría sostener el cuidado en todo sentido del algarrobal, en lo legítimo, en la educación, en lo comunitario, en el barrio mismo”.
La militante medioambiental aseveró: “Tampoco se declaró como zona roja las 16 hectáreas del algarrobal, eso permitiría por medio de la ley provincial 9814 de ordenamiento territorial, que establece que se necesita protección máxima, reglamentos que no se cumplen”.
La identidad cultural
Los miembros de la Asamblea Sánchez y Burnier aseguraron: “Las actividades que desarrollamos permiten el acercamiento o la recuperación de la identidad cultural porque todos estamos volviendo, asumiendo que somos distintos”.
“Estamos teniendo conciencia, entendiendo la naturaleza. Entonces que “El Algarrobal” esté acá simboliza ese encuentro con nuestros ancestros y las personas que han resistido a esta colonización”, enfatizaron.
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