14 mar 2011

Peligroso es el perro y también el dueño

Día a Día (14/03/2011)
Peligroso es el perro y también el dueño



Aunque todos los hospitales cordobeses registran un aumento en el número de mordeduras, sobretodo en niños, los especialistas aseguran que la mayoría de los ataques se da por desconocimiento del animal.
La hipótesis de esta nota podría ser la siguiente: ¿Es el perro el mejor amigo del hombre, teniendo en cuenta el aumento de ataques de grandes mascotas a sus dueños, familiares y amigos, y principalmente niños? Las consultas a médicos, veterinarios, criadores, adiestradores y especialistas caninos confirman que sí. Que la relación que une al ser humano con los descendientes de los lobos desde hace 12 mil años está sufriendo transformaciones, producto de la evolución de las razas y la vida urbana, pero que el problema no son los animales, injustamente demonizados en muchos casos, sino una deficiente educación de mascotas y dueños, cierta ignorancia sobre las características genéticas de los perros, y un negocio descontrolado en la venta de los cachorros.
La sensación –no los datos oficiales– de inseguridad ha puesto de moda desde hace unos años la compra de perros potentes y agresivos como medida protectora en los hogares. Y aunque es seguro que estos animales funcionan como elemento disuasivo de los ladrones, es cada vez más común que terminen protagonizando ataques a personas conocidas, inclusive a sus propios dueños, quienes por el afecto que les tienen son reacios a desprenderse cuando sus perros manifiestan actitudes agresivas o poco confiables, producto de la genética y del ambiente en que crecen y se interrelacionan con el humano.
Quirófano caliente. Según cifras oficiales del Hospital de Urgencias, uno de los cuatro nosocomios que más atiende a las víctimas de fuertes colmillos y mandíbulas prominentes (los otros son el Pediátrico, el Infantil y el de Niños), en los últimos cinco años la cantidad de ataques de perros trepó más del doble. Mientras en 2005 el número de mordeduras registradas fue de 178, en 2010 trepó a 406. Una cifra que desde 2006 en adelante se mantiene estable, con picos de 529 y 494 en 2007 y 2008 respectivamente. Norberto Brussa, Jefe de Guardia del hospital especialista en Emergentología, explicó a Día a Día que “la mayoría de los accidentes que atendemos son perros de raza, como rottweilers, dogos, y otros perros grandes. Pero no son animales callejeros; en general las víctimas son familiares o amigos de los dueños, que también son atacados por sus mascotas”.
Aunque las más de 400 mordeduras en 2010 son para Brussa una “barbaridad”, por las consecuencias que tienen en la salud de las víctimas, la cifra no sería significativa para una ciudad de casi dos millones de habitantes: “Si bien esto indica más de un caso por día, en la sociedad impacta como noticia cuando al hospital llegan personas con lesiones gravísimas. Pero del total de casos que atendemos, muchos son mordeduras simples, rasguñones. Lo grave es cuando deforman a una criatura. Al de Urgencias llegan pacientes que tienen de 15 años para arriba, porque a los niños los llevan al Infantil y al de Niños, y en menor cantidad al Pediátrico”.
Sin estadísticas en la mano, Marcelo Molina, jefe de guardia del Hospital de Niños, coincidió con su colega del Urgencias: “Día a día se va acrecentando la atención de mordeduras graves. Y a contramano de lo que se cree socialmente, los atacantes son perros que habitan en un domicilio particular, domésticos y de raza. Me animo a decir que hay una relación de 7 a 3 ó de 8 a 2 en los perros de casa que atacan a un conocido”. Lo que sí coincide con el imaginario popular, es el atacante: “El rottweiler es el principal responsable de las mordeduras que solemos atender en el Hospital, pero también de otros perros grandes”, dijo el profesional.
Para este médico, el problema son los niños: “Llegan con heridas graves, mutilados a nivel del rostro, algo que se explica por su contextura física. En un niño menor de cinco años el tamaño de su cabeza predomina sobre el resto del cuerpo, no así en los adultos. Y como la cabeza queda a la altura del perro, es común que los niños lleguen con heridas graves en esa zona”. En esta franja etárea la gravedad no es sólo la herida, sino también su abordaje quirúrgico: “Los chicos necesitan anestesia general y rehabilitación con kinesiología, porque quedan con cicatrices o lesiones de por vida; no es como los adultos que se pueden suturar. En ellos, las secuelas quedan y necesitan ayuda psicológica para recuperarse”.
La situación en el Hospital Pediátrico confirma el aumento de ataques de perros. Daniel Pizzi, su director, le dijo a este diario que “si se comparan las 10 primeras semanas de 2011 con las del año pasado, el aumento de mordeduras es del 20 por ciento”. Mientras en 2010 la Unidad Centinela del Pediátrico atendió 191 casos, en lo que va de enero, febrero y la mitad de marzo, los casos han llegado a 60.
En un trabajo de tesis que abordó la cantidad y el tipo de mordeduras de perros en la ciudad de Córdoba entre los años 2005 y 2008, Pizzi describe características que tienen absoluta actualidad: el 60 por ciento de los ataques los protagonizaban perros grandes en ámbitos domésticos, otro 30 en la vía pública con la presencia de sus dueños, y una cifra muy menor de perros “callejeros”. Además, casi el 80 por ciento de las víctimas eran niños de entre 0 y 14 años.
Defensa animal. Enzo Baraldi es un estudioso de los canes, que fue adiestrador y ahora es rescatista. Disgustado con la “mala fama” o el “ensañamiento” periodístico sobre los perros, asegura que la agresividad es natural en ellos como en los humanos, y que el problema es la “degeneración” de las razas, producto de un comercio que sólo busca el rédito económico, sin importarle la calidad del animal. “La gente no conoce al perro que compra, y por ende no sabe cómo tiene que tratarlo ni relacionarse”.
Y cita ejemplos: “El rottweiler o el dogo argentino maduran psicológicamente a los tres años. Pero si los trabajás bien, no poseen agresividad, porque la selección mejora la genética. No es falta de cuidado. Los perros son maleables y están para hacer lo que vos querés que haga, pero no pueden criarse solos, aislados del medio familiar”.
Para Baraldi, el foco debería estar puesto en el comercio indiscriminado: “Mientras en Europa hay criadores que se preocupan por mejorar las razas, acá lo que existe son las fábricas de perros. La gente compra en las ferimascotas o en otros ámbitos poco serios, y algunos perros son con papeles, pero no son buenos, no están seleccionados”. Y si bien en Córdoba el Córdoba Kennel Club organiza tres exposiciones internacionales por año, a la que vienen los mejores perros del país y del mundo, Baraldi insiste en que los ataques tienen que ver con la desinformación y desconocimiento de los animales: “Cuando te venden un buen perro es para toda la vida, por eso insisto en que la gente se acerque a los criadores serios. Las razas fueron creadas para el bien del hombre, y depende de nosotros la relación”. En teoría, somos más inteligentes que ellos, ¿no?”.

Negocio descontrolado
El Córdoba Kennel Club es el organismo encargado de registrar la venta de perros con pedigree. Fundado en 1963, es fundador de la Federación Cinológica Argentina, el organismo que emite los papeles oficiales, lo que sería el DNI del animal.
“Por ese motivo nuestra provincia es pionera en perros de raza”, dice a Día a Día Nora Lanfranconi, secretaria de la organización que intenta –vía asesoramiento gratuito– regular la venta descontrolada de mascotas.
“El registro ayudaría a que los dueños conozcan en profundidad las características del perro, que tiene que estar ligada a la vida familiar, porque eso va a influir en el comportamiento del animal. No es casual que la mayoría de los ataques sucedan en el ámbito doméstico, casi nunca en la vía pública”.
Para ella, hay perros más peligrosos que otros, por su predisposición genética, pero “la genética es una parte, y otra la sociabilización. El comportamiento de un perro está determinado por ambas. Si el dueño no conoce a su perro, es probable que nunca lo domine”.

Cuidado con el can
Cuidar a los niños. En los tres hospitales consultados para esta nota, el dato común es que las principales víctimas de las mordeduras son chicos de 0 a 14 años, quienes por su contextura pueden sufrir heridas de por vida, e inclusive la muerte.
Hogar peligroso. El 70 por ciento de los ataques se da en el ámbito doméstico, y con animales conocidos por sus víctimas.
Genéticamente agresivos. Los especialistas recomiendan conocer las características de los animales antes de comprarlos.

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Más Información:
- “Son lobos domesticados”

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