1 mar 2011
Las bolsas de la Capital
9:50 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (01/03/2011)
Dan bolsas más ecológicas, pero no se alienta el uso de las de tela
Desde hoy se entregan bolsitas oxibiodegradables en todos los súper de la ciudad de Córdoba. No hubo campañas oficiales para desalentar su utilización.
Desde hoy, en todos los súper e hipermercados de la ciudad de Córdoba se entregan bolsitas oxibiodegradables, en cumplimiento con la ordenanza 11.696 y de un acuerdo que alcanzó la Cámara de Supermercados con la firma prestataria del servicio de recolección y tratamiento de residuos, la municipal Crese. Sin embargo, aseguran que el material de esas bolsas no son “amigables” con el ambiente y que no se realizaron campañas para desalentar su uso por parte de los clientes.
Benjamín Blanch, vicepresidente de la Cámara de Supermercados de Córdoba, aseguró que, en realidad, hace ya varios días que se entregan las bolsas oxibiodegradables en la Capital. Las firmas que adhirieron al acuerdo son Almacor, Buenos Días, Cordiez, Mariano Max, Walmart, Disco, Vea, Libertad, Dinosaurio y Carrefour.
En una ronda de consultas que realizó este diario, representantes de varias de esas cadenas comerciales informaron que ya se están entregando ese tipo de bolsitas, en reemplazo de las de polietileno normal.
Fernando Cámara, presidente de Crese, explicó que las bolsas oxibiodegradables “se desmenuzan mucho más rápido que las convencionales con la presencia de oxígeno”. Agregó que están permitidas por la ordenanza vigente.
Sin embargo, Raúl Montenegro, presidente de Funam, afirmó que esas bolsas no son amigables con el ambiente. “Es una gigantesca improvisación porque siguen siendo de polietileno, sólo que tienen agregado metálico. La norma especifica el cambio de las bolsas de polietileno por biodegradables, y en este caso se viola la normativa”, dijo el ambientalista.
“El sentido era reemplazar por bolsas biodegradables, que se hacen con residuos de cultivo de maíz o de papa, que son polímeros que sí se degradan. Es una licencia poética, todos se quedan contentos pero no se puede decir que sea un avance, no creo que lo sea”, subrayó Montenegro.
Por su parte, la concejala Laura Ortiz, autora de la ordenanza, reconoció que sí se permite el uso de bolsas oxibiodegradables, aunque no se promueve su utilización. En ese sentido, Ortiz recordó que el artículo tres de la norma establecía la realización de campañas de concientización, las que hasta ahora no se hicieron.
“No se hizo nada de campañas de concientización. Se podrían haber hecho miles de cosas en colegios, con publicidades, y la gente tendría otro tipo de conciencia. El Ejecutivo municipal no hizo las cosas bien”, remarcó Ortiz.
Desde la Cámara de Supermercados y desde Crese reconocieron que no se realizaron las campañas, aunque adelantaron que empezarán a trabajar en ese sentido en los próximos días. Si bien no hay un plan concreto, aseguraron que tienen la “decisión tomada”.
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Por ahora, es gatopardismo ecológico
El uso de bolsas oxibiodegradables es un avance respecto de las de polietileno, pero no ataca el problema de fondo. Diego Marconetti.
Para algunos –sobre todo, las autoridades cordobesas– el uso de bolsas oxibiodegradables es un avance respecto de las de polietileno, ya que se destruyen con mayor rapidez. Sin embargo, no ataca el problema de fondo, que es la conciencia del ciudadano respecto del cuidado del ambiente. Es una especie de gatopardismo ecológico, en el que se cambia para que nada cambie.
Hoy, quien realiza sus compras en un supermercado o un hipermercado no percibe ningún cambio. No necesita llevar su propia bolsa o una caja para transportar las mercaderías desde el comercio hasta su casa. En al menos dos cadenas de hipermercados con ?sede en Córdoba (Libertad y Walmart), las bolsitas plásticas que se entregan son las famosas oxibiodegradables.
Pero creer que con esto se resuelve el problema de fondo, que es la proliferación del polietileno y su efecto sobre el ambiente, es errado. Sólo es una curita para una herida que se agranda cada día más y pone en juego nada más y nada menos que el lugar en que vivimos.
En algunas ciudades cordobesas, la prohibición es total; ni siquiera se permite la entrega de las oxibiodegradables. En esa lista se inscriben Villa María y Río Tercero. Primero se fue dosificando la cantidad de bolsas a los clientes, hasta prohibirlas por completo (en Río Tercero, esa prohibición regirá desde julio).
En ese sentido, se deben dar los próximos pasos en Córdoba, pese a que algunos ya se podrían haber dado. Desde que se sancionó la ordenanza, el 19 de noviembre de 2009, ?pasó un tiempo más que importante para poner en marcha mecanismos que desalienten la comodidad que implica ir con las manos vacías a un comercio y volverse cargando las mercaderías en decenas de bolsitas.
Sin embargo no se hizo nada. Sólo quedó a criterio de los comercios, mediante la puesta en funcionamiento de cajas exclusivas (que suelen estar casi vacías) para quienes utilizan bolsas de tela.
No es muy difícil imaginar la generalización de esa situación; sólo habría dar una vuelta por un barrio para ver cómo se siguen usando las bolsas “de las compras” o los carritos en los supermercados más chicos o en los almacenes. Para conseguirlo, se necesita trabajo del Estado y comprensión de los ciudadanos.
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Dan bolsas más ecológicas, pero no se alienta el uso de las de tela
Desde hoy se entregan bolsitas oxibiodegradables en todos los súper de la ciudad de Córdoba. No hubo campañas oficiales para desalentar su utilización.
Desde hoy, en todos los súper e hipermercados de la ciudad de Córdoba se entregan bolsitas oxibiodegradables, en cumplimiento con la ordenanza 11.696 y de un acuerdo que alcanzó la Cámara de Supermercados con la firma prestataria del servicio de recolección y tratamiento de residuos, la municipal Crese. Sin embargo, aseguran que el material de esas bolsas no son “amigables” con el ambiente y que no se realizaron campañas para desalentar su uso por parte de los clientes.
Benjamín Blanch, vicepresidente de la Cámara de Supermercados de Córdoba, aseguró que, en realidad, hace ya varios días que se entregan las bolsas oxibiodegradables en la Capital. Las firmas que adhirieron al acuerdo son Almacor, Buenos Días, Cordiez, Mariano Max, Walmart, Disco, Vea, Libertad, Dinosaurio y Carrefour.
En una ronda de consultas que realizó este diario, representantes de varias de esas cadenas comerciales informaron que ya se están entregando ese tipo de bolsitas, en reemplazo de las de polietileno normal.
Fernando Cámara, presidente de Crese, explicó que las bolsas oxibiodegradables “se desmenuzan mucho más rápido que las convencionales con la presencia de oxígeno”. Agregó que están permitidas por la ordenanza vigente.
Sin embargo, Raúl Montenegro, presidente de Funam, afirmó que esas bolsas no son amigables con el ambiente. “Es una gigantesca improvisación porque siguen siendo de polietileno, sólo que tienen agregado metálico. La norma especifica el cambio de las bolsas de polietileno por biodegradables, y en este caso se viola la normativa”, dijo el ambientalista.
“El sentido era reemplazar por bolsas biodegradables, que se hacen con residuos de cultivo de maíz o de papa, que son polímeros que sí se degradan. Es una licencia poética, todos se quedan contentos pero no se puede decir que sea un avance, no creo que lo sea”, subrayó Montenegro.
Por su parte, la concejala Laura Ortiz, autora de la ordenanza, reconoció que sí se permite el uso de bolsas oxibiodegradables, aunque no se promueve su utilización. En ese sentido, Ortiz recordó que el artículo tres de la norma establecía la realización de campañas de concientización, las que hasta ahora no se hicieron.
“No se hizo nada de campañas de concientización. Se podrían haber hecho miles de cosas en colegios, con publicidades, y la gente tendría otro tipo de conciencia. El Ejecutivo municipal no hizo las cosas bien”, remarcó Ortiz.
Desde la Cámara de Supermercados y desde Crese reconocieron que no se realizaron las campañas, aunque adelantaron que empezarán a trabajar en ese sentido en los próximos días. Si bien no hay un plan concreto, aseguraron que tienen la “decisión tomada”.
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El uso de bolsas oxibiodegradables es un avance respecto de las de polietileno, pero no ataca el problema de fondo. Diego Marconetti.
Para algunos –sobre todo, las autoridades cordobesas– el uso de bolsas oxibiodegradables es un avance respecto de las de polietileno, ya que se destruyen con mayor rapidez. Sin embargo, no ataca el problema de fondo, que es la conciencia del ciudadano respecto del cuidado del ambiente. Es una especie de gatopardismo ecológico, en el que se cambia para que nada cambie.
Hoy, quien realiza sus compras en un supermercado o un hipermercado no percibe ningún cambio. No necesita llevar su propia bolsa o una caja para transportar las mercaderías desde el comercio hasta su casa. En al menos dos cadenas de hipermercados con ?sede en Córdoba (Libertad y Walmart), las bolsitas plásticas que se entregan son las famosas oxibiodegradables.
Pero creer que con esto se resuelve el problema de fondo, que es la proliferación del polietileno y su efecto sobre el ambiente, es errado. Sólo es una curita para una herida que se agranda cada día más y pone en juego nada más y nada menos que el lugar en que vivimos.
En algunas ciudades cordobesas, la prohibición es total; ni siquiera se permite la entrega de las oxibiodegradables. En esa lista se inscriben Villa María y Río Tercero. Primero se fue dosificando la cantidad de bolsas a los clientes, hasta prohibirlas por completo (en Río Tercero, esa prohibición regirá desde julio).
En ese sentido, se deben dar los próximos pasos en Córdoba, pese a que algunos ya se podrían haber dado. Desde que se sancionó la ordenanza, el 19 de noviembre de 2009, ?pasó un tiempo más que importante para poner en marcha mecanismos que desalienten la comodidad que implica ir con las manos vacías a un comercio y volverse cargando las mercaderías en decenas de bolsitas.
Sin embargo no se hizo nada. Sólo quedó a criterio de los comercios, mediante la puesta en funcionamiento de cajas exclusivas (que suelen estar casi vacías) para quienes utilizan bolsas de tela.
No es muy difícil imaginar la generalización de esa situación; sólo habría dar una vuelta por un barrio para ver cómo se siguen usando las bolsas “de las compras” o los carritos en los supermercados más chicos o en los almacenes. Para conseguirlo, se necesita trabajo del Estado y comprensión de los ciudadanos.
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