8 jun 2008
Candonga, historia a punto de ser urbanizada
9:58 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (08/06/2008)
Candonga, historia a punto de ser urbanizada
Candonga. Un proyecto inmobiliario que prevé la urbanización de 150 hectáreas que rodean a la capilla y el casco histórico de Candonga desató una polémica respecto de la suerte del patrimonio histórico existente y la posibilidad de afectación del paisaje. No obstante, los desarrollistas aseguran que no hay nada que temer y que el complejo residencial beneficiará a la zona.
La iniciativa es impulsada por los empresarios Beccacece, Jáuregui, Spagnolo y Buteler a través de la firma Group Country. El proyecto contempla un emprendimiento de urbanización serrana con seguridad para 367 lotes residenciales de más de 2.500 metros cuadrados, servicio de vigilancia, cerco perimetral y control de acceso.
Apenas conocida la iniciativa, hubo reacciones de parte de los vecinos de la zona, que temen que los nuevos pobladores deterioren el caudal y la calidad del agua del arroyo San Vicente, del que se abastecen Agua de Oro, El Manzano y Cerro Azul.
Ya hubo presentaciones del grupo de vecinos Chavascate, que cuestionan este emprendimiento y otros dos de Agua de Oro, por considerar que podrían afectar el río, el conjunto de sus afluentes y los terrenos que desaguan en ellos.
Otro de los aspectos que señalan es el riesgo de contaminación de las napas por los efluentes cloacales que despedirán las nuevas construcciones.
Desde el grupo empresario aclararon que la provisión de agua potable está garantizada sin afectar al resto de las comunidades, porque “el caudal existente y a futuro es suficiente”.
En este punto, confirmaron que se firmó un acuerdo con la Cooperativa de Obras y Servicios de Agua de Oro para que se encargue de la provisión del servicio, a partir de una captación que ya existe en el lugar.
Acerca de los efluentes, comentaron que en las primeras etapas se producirán obras de drenaje sin contaminación y contemplarán la posibilidad de instalar redes y plantas de tratamiento con impacto mínimo en el lugar. Aclararon que los movimientos de suelo no se harán con dinamita y que no se autorizará la deforestación.
Aunque el proyecto fue presentado ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos y la Secretaría de Ambiente de la provincia, aún no cuenta con la autorización definitiva de los organismos.
La capilla y el paisaje. Más allá de los temores por el impacto ambiental que produciría la urbanización, la mayor polémica se centra en la suerte que podría correr el entorno en el que está enclavada la capilla colonial, declarada monumento histórico nacional en 1941.
“Con esa obra se destrozará el paisaje que rodea a la capilla. Debe preservarse el entorno en el que fue concebida, porque ése es el criterio mundial que se impone: proteger el edificio y su contexto”, comentó David Alejandro Malik, reconocido arquitecto preservacionista.
Desde el grupo empresario, sostienen que la filosofía del emprendimiento es sostener el espíritu de Candonga en las mismas condiciones de sus inicios. “Queremos recuperar el pasado para ponerlo en valor. De hecho, en los 12 años que tenemos como propietarios del lugar, colaboramos en la restauración de la capilla, el molino, la huerta y las caballerizas. Trabajaron arqueólogos, biólogos, arquitectos y restauradores. Además, se reforestó gran parte del predio, que había sido dañado por la explotación indiscriminada de las canteras de la zona. Somos del lugar, nos une un lazo afectivo y queremos conservarlo con ese espíritu”, comentó Mario Spagnolo.
“Será un desarrollo distinto, con la preservación del bagaje histórico de la capilla, los corrales de piedra y el molino. Se permitirá la construcción de una sola cabaña por lote de tres mil metros y se dictará un reglamento interno de construcción que exigirá la utilización de piedra, madera y materiales propios de la zona, para que no se compita con la arquitectura de la capilla ni el entorno; estarán prohibidas las edificaciones de revocadas”, agregó Diego Buteler.
En torno de la preservación del paisaje que rodea a la capilla, Rubén Beccacece adelantó que además de las dos hectáreas que pertenecen a la capilla, donarán otras tres hectáreas de terreno que serán espacio verde y reforestarán el sector para formar un colchón natural con especies autóctonas, que mantengan el aspecto actual sin contaminación visual sobre la capilla.
Junto al entorno actual y las hectáreas que se donarán, el predio de la capilla estará resguardado, estiman, por unas 12 hectáreas. También aseguran que de todo el centro histórico, que incluye la vieja casa, el molinillo y las caballerizas, se preservarán en total unas 23 hectáreas.
Según explican los empresarios responsables del proyecto, con estas modificaciones a la propuesta original, la cabaña más próxima a la capilla estará a unos 200 metros en perspectiva de montaña.
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Natural y cultural
Nominada como una de las 30 candidatas a ser maravilla de Córdoba, y enclavada en un paisaje de excepción, Candonga no puede sustraerse al mercado de las urbanizaciones exclusivas de montaña. La sola asociación de casas y cabañas a pocos metros de la capilla histórica despertó la inquietud de sectores asociados a la defensa del patrimonio.
A partir de ese momento, la discusión subió de temperatura. De esa polémica se puede extraer como conclusión positiva que los derechos de tercera generación –que abarcan el cuidado del medio ambiente y fueron incorporados a la Constitución Nacional con la reforma de 1994 (artículo 41)– en este caso se aplican al considerar que el entorno natural no puede ser separado del patrimonio cultural.
La Manzana Jesuítica de Córdoba, las estancia de Alta Gracia y de Colonia Caroya y otros monumentos sucumbieron ante el avance de las edificaciones modernas y el vértigo del mercado de carteles, demoliciones y ofertas de temporada. Candonga conserva su entorno casi iguales condiciones en que fueron concebidos en el siglo XVIII la capilla, la vieja casa y el molino.
El alboroto que generó la posibilidad de que una urbanización produjera alteraciones en Candonga es edificante, porque pone en pugna la definición del derecho invulnerable de propiedad sobre el derecho colectivo de la protección del ambiente. El progreso que derrumba la historia no es bueno. Aunque en Córdoba los límites a la destrucción del patrimonio histórico son pocos, el caso de Candonga emerge como un punto de afirmación en que la búsqueda de un equilibrio entre los inversores inmobiliarios y el Estado.
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Sin dictamen oficial
Aunque el proyecto de barrio cerrado “Candonga, tierra con historia” fue presentado ante la Dirección de Patrimonio Histórico de la Provincia, su titular, Josefina Piana, aclaró que aún no hay definiciones al respecto. “Durante la semana vamos a visitar el lugar con técnicos y equipos de medición para fijar los puntos de exclusión o zonas de amortiguación, donde no se permitirá la construcción de viviendas que alteren el contexto paisajístico. A partir de ese momento, avanzaremos en el pronunciamiento de un dictamen que autorice o rechace la posibilidad de edificar en la superficie aledaña a la capilla si se afectara el bien”, declaró Piana.
La funcionaria recalcó que nuestro país adhirió a la Unesco, organización de Naciones Unidas que fija como recomendaciones la protección y preservación de la belleza y del carácter de los lugares y paisajes, caso en el que se encuadra Candonga.
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Candonga, historia a punto de ser urbanizada
Candonga. Un proyecto inmobiliario que prevé la urbanización de 150 hectáreas que rodean a la capilla y el casco histórico de Candonga desató una polémica respecto de la suerte del patrimonio histórico existente y la posibilidad de afectación del paisaje. No obstante, los desarrollistas aseguran que no hay nada que temer y que el complejo residencial beneficiará a la zona.
La iniciativa es impulsada por los empresarios Beccacece, Jáuregui, Spagnolo y Buteler a través de la firma Group Country. El proyecto contempla un emprendimiento de urbanización serrana con seguridad para 367 lotes residenciales de más de 2.500 metros cuadrados, servicio de vigilancia, cerco perimetral y control de acceso.
Apenas conocida la iniciativa, hubo reacciones de parte de los vecinos de la zona, que temen que los nuevos pobladores deterioren el caudal y la calidad del agua del arroyo San Vicente, del que se abastecen Agua de Oro, El Manzano y Cerro Azul.
Ya hubo presentaciones del grupo de vecinos Chavascate, que cuestionan este emprendimiento y otros dos de Agua de Oro, por considerar que podrían afectar el río, el conjunto de sus afluentes y los terrenos que desaguan en ellos.
Otro de los aspectos que señalan es el riesgo de contaminación de las napas por los efluentes cloacales que despedirán las nuevas construcciones.
Desde el grupo empresario aclararon que la provisión de agua potable está garantizada sin afectar al resto de las comunidades, porque “el caudal existente y a futuro es suficiente”.
En este punto, confirmaron que se firmó un acuerdo con la Cooperativa de Obras y Servicios de Agua de Oro para que se encargue de la provisión del servicio, a partir de una captación que ya existe en el lugar.
Acerca de los efluentes, comentaron que en las primeras etapas se producirán obras de drenaje sin contaminación y contemplarán la posibilidad de instalar redes y plantas de tratamiento con impacto mínimo en el lugar. Aclararon que los movimientos de suelo no se harán con dinamita y que no se autorizará la deforestación.
Aunque el proyecto fue presentado ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos y la Secretaría de Ambiente de la provincia, aún no cuenta con la autorización definitiva de los organismos.
La capilla y el paisaje. Más allá de los temores por el impacto ambiental que produciría la urbanización, la mayor polémica se centra en la suerte que podría correr el entorno en el que está enclavada la capilla colonial, declarada monumento histórico nacional en 1941.
“Con esa obra se destrozará el paisaje que rodea a la capilla. Debe preservarse el entorno en el que fue concebida, porque ése es el criterio mundial que se impone: proteger el edificio y su contexto”, comentó David Alejandro Malik, reconocido arquitecto preservacionista.
Desde el grupo empresario, sostienen que la filosofía del emprendimiento es sostener el espíritu de Candonga en las mismas condiciones de sus inicios. “Queremos recuperar el pasado para ponerlo en valor. De hecho, en los 12 años que tenemos como propietarios del lugar, colaboramos en la restauración de la capilla, el molino, la huerta y las caballerizas. Trabajaron arqueólogos, biólogos, arquitectos y restauradores. Además, se reforestó gran parte del predio, que había sido dañado por la explotación indiscriminada de las canteras de la zona. Somos del lugar, nos une un lazo afectivo y queremos conservarlo con ese espíritu”, comentó Mario Spagnolo.
“Será un desarrollo distinto, con la preservación del bagaje histórico de la capilla, los corrales de piedra y el molino. Se permitirá la construcción de una sola cabaña por lote de tres mil metros y se dictará un reglamento interno de construcción que exigirá la utilización de piedra, madera y materiales propios de la zona, para que no se compita con la arquitectura de la capilla ni el entorno; estarán prohibidas las edificaciones de revocadas”, agregó Diego Buteler.
En torno de la preservación del paisaje que rodea a la capilla, Rubén Beccacece adelantó que además de las dos hectáreas que pertenecen a la capilla, donarán otras tres hectáreas de terreno que serán espacio verde y reforestarán el sector para formar un colchón natural con especies autóctonas, que mantengan el aspecto actual sin contaminación visual sobre la capilla.
Junto al entorno actual y las hectáreas que se donarán, el predio de la capilla estará resguardado, estiman, por unas 12 hectáreas. También aseguran que de todo el centro histórico, que incluye la vieja casa, el molinillo y las caballerizas, se preservarán en total unas 23 hectáreas.
Según explican los empresarios responsables del proyecto, con estas modificaciones a la propuesta original, la cabaña más próxima a la capilla estará a unos 200 metros en perspectiva de montaña.
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Natural y cultural
Nominada como una de las 30 candidatas a ser maravilla de Córdoba, y enclavada en un paisaje de excepción, Candonga no puede sustraerse al mercado de las urbanizaciones exclusivas de montaña. La sola asociación de casas y cabañas a pocos metros de la capilla histórica despertó la inquietud de sectores asociados a la defensa del patrimonio.
A partir de ese momento, la discusión subió de temperatura. De esa polémica se puede extraer como conclusión positiva que los derechos de tercera generación –que abarcan el cuidado del medio ambiente y fueron incorporados a la Constitución Nacional con la reforma de 1994 (artículo 41)– en este caso se aplican al considerar que el entorno natural no puede ser separado del patrimonio cultural.
La Manzana Jesuítica de Córdoba, las estancia de Alta Gracia y de Colonia Caroya y otros monumentos sucumbieron ante el avance de las edificaciones modernas y el vértigo del mercado de carteles, demoliciones y ofertas de temporada. Candonga conserva su entorno casi iguales condiciones en que fueron concebidos en el siglo XVIII la capilla, la vieja casa y el molino.
El alboroto que generó la posibilidad de que una urbanización produjera alteraciones en Candonga es edificante, porque pone en pugna la definición del derecho invulnerable de propiedad sobre el derecho colectivo de la protección del ambiente. El progreso que derrumba la historia no es bueno. Aunque en Córdoba los límites a la destrucción del patrimonio histórico son pocos, el caso de Candonga emerge como un punto de afirmación en que la búsqueda de un equilibrio entre los inversores inmobiliarios y el Estado.
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Aunque el proyecto de barrio cerrado “Candonga, tierra con historia” fue presentado ante la Dirección de Patrimonio Histórico de la Provincia, su titular, Josefina Piana, aclaró que aún no hay definiciones al respecto. “Durante la semana vamos a visitar el lugar con técnicos y equipos de medición para fijar los puntos de exclusión o zonas de amortiguación, donde no se permitirá la construcción de viviendas que alteren el contexto paisajístico. A partir de ese momento, avanzaremos en el pronunciamiento de un dictamen que autorice o rechace la posibilidad de edificar en la superficie aledaña a la capilla si se afectara el bien”, declaró Piana.
La funcionaria recalcó que nuestro país adhirió a la Unesco, organización de Naciones Unidas que fija como recomendaciones la protección y preservación de la belleza y del carácter de los lugares y paisajes, caso en el que se encuadra Candonga.
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