3 jun 2008

Recolección y tratamiento en la Capital

La Voz del Interior (03/06/2008)
Recolección y tratamiento de los residuos sólidos urbanos

Antes de implantar el nuevo sistema de recolección de residuos domésticos es necesario un profundo y meditado estudio y consulta de su impacto ambiental y sus implicancias socioculturales.
En relación con la futura prestación del servicio de recolección y tratamiento de los residuos urbanos de la ciudad de Córdoba, desearía exponer, desde el punto de vista del ambiente y la salud, algunos comentarios.
En general, el reciclado de algunos de los materiales contenidos en los residuos domiciliarios constituye una excelente contribución al desarrollo sustentable, a la protección del ambiente y a la reducción de ciertos impactos ambientales locales adversos, lo que ayuda a elevar la calidad de vida.
Como ya es sabido, la implementación de programas exitosos de reciclado de residuos domésticos requiere, imprescindiblemente, el importante e indispensable apoyo y cooperación de todos los vecinos. Para ello, por medio de un sólido y bien diseñado programa de educación ambiental (en sus modalidades formal y no formal o popular), deben explicitarse con claridad, empleando términos sencillos, los propósitos del programa, su operatoria, los modos o maneras de la participación vecinal y las ventajas del programa para todos. También es preciso un amplio debate de la comunidad sobre la operatoria y beneficios del programa.
Mientras tanto, hay un aspecto de la información que convendría aclarar. Para nuestra ciudad se prevé clasificar los residuos en dos lotes, a los que, según el artículo citado, se asignan denominaciones genéricas que, aunque se usaron en otros lugares, pueden -en mi opinión- prestarse a confusión, resultan inapropiadas y podrían perjudicar el éxito del programa. Así, se mencionan ciertos residuos "inorgánicos o secos". Serían -según intuyo por haberse previsto su retiro dos veces por semana- los materiales más o menos estables, que no se descomponen con facilidad y que podrían ser reciclados; entre ellos estarían comprendidos, entre otros, el papel, cartón y madera. Pero ocurre que estos últimos, a pesar de la denominación de inorgánicos, son de naturaleza orgánica por provenir de organismos vivos y estar compuestos básicamente por celulosa, una sustancia orgánica muy abundante en los vegetales.

La secuencia a explicar
Como ejemplo de educación ambiental popular sobre la etapa operativa inicial del programa, sería muy conveniente que se explique con claridad a los vecinos la siguiente secuencia:

a. Será necesario que todos dispongamos en nuestros hogares, al mismo tiempo, de dos bolsas para residuos claramente identificadas que podrían denominarse: Verde y Naranja (en diversos países se usan otras denominaciones o colores).
b. En una de ellas se reservarán los residuos del "grupo Verde" constituidos por aquellos materiales que potencialmente pueden ser reciclados y que no se descomponen rápidamente: metales, vidrio, plásticos, telas, papel, madera, etcétera (es sabido que no todos los tipos de papel, plástico o vidrios pueden reciclarse).
c. En la restante, los residuos del "grupo Naranja", o sea los demás desechos, que por su rápida descomposición y por no poder ser reciclados, deben enviarse en un plazo breve al enterramiento sanitario, como restos de alimentos, comidas preparadas, pañales descartables, etcétera (por supuesto, hay ciertos casos particulares y excepciones, pero para evitar confusiones he preferido no mencionarlos aquí).
d. Las bolsas cerradas deben introducirse en los respectivos contenedores sólo en los horarios prefijados.

El riesgo de los contenedores. Por otra parte, y este aspecto es extremadamente importante, debe considerarse seriamente la conveniencia del uso de contenedores, particularmente en una ciudad como Córdoba, con un largo, caluroso y lluvioso verano. Su localización en posiciones fijas, los efectos de la escorrentía pluvial, el horario de introducción de las bolsas por los vecinos, su retiro en horarios fijos y la limpieza interior y exterior de los mismos son, entre otros, aspectos muy importantes que influyen también sobre la salud ambiental y la calidad de vida y deberían estudiarse con el asesoramiento científico adecuado, antes de su implementación.
Sobre la base de la observación de sistemas de contenedores en ciertos lugares de Italia y Francia, conviene pensar en los siguientes casos posibles: ¿quién aceptará tener frente a su vivienda, en un día de 38 grados a la sombra, un contenedor con bolsas de pañales descartados, residuos de alimentos y otros similares, de rápida descomposición? Y si algunas bolsas se rompen (lo que ocurre frecuentemente) y su contenido se derrama, ¿serán retirados los residuos sueltos y prontamente reemplazado el contenedor por otro limpio?
Las consideraciones expuestas, y muchas otras que, por razones de brevedad no presento en este momento, me llevan a recomendar que antes de implantar el nuevo sistema de recolección de residuos domésticos se efectúe un profundo y meditado estudio y consulta de su impacto ambiental y sus implicancias socioculturales.

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs