2 oct 2011
Es crítica la falta de agua en las sierras
9:16 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (02/10/2011)
Es crítica la falta de agua en Carlos Paz
Analizan aplicar cortes programados. Piden elevar el nivel de alerta. Se consume más que lo que entra al río San Antonio.
A través de mensajes de textos, correos electrónicos y otros medios de información, en la mañana de ayer la Cooperativa Integral salió a advertirles a los vecinos de Carlos Paz que la situación de la provisión de agua para la ciudad y sus vecinas del sur de Punilla está en un punto crítico.
Desde la prestataria aseguraron que la semana pasada le informaron sobre esta situación al municipio para elevar el nivel de alerta, pero no hubo ninguna respuesta.
En este momento, la situación está en código 3, algo así como una alerta naranja. Aunque, por lo bajo, fuentes de la cooperativa aseguran que la situación es aún más grave.
Piden evitar derroches. La Coopi les pidió a los vecinos que eviten todo tipo de derroche y comenzó a estudiar seriamente la posibilidad de incrementar cortes escalonados en distintos barrios. Los primeros serían Playas de Oro y Sol y Río, donde hay muchas casas de fin de semana al igual que en La Quinta. También se afectaría al barrio Colinas.
“La relación entre el agua entrante al río y el consumo comenzó a ser deficitaria y en el fin de semana viene más gente y tendremos que restringir algunos barrios”, dijo Jorge Boido, vocero de la Coopi.
Y agregó: “Le informamos al municipio sobre la situación durante toda la semana y no acusa recibo. Hoy, si se toman los parámetros normales, estamos en una situación crítica”.
Encima, aumento. A la crisis hídrica se le suman la política y la económica. Desde la Coopi, se estudia implementar medidas de fuerza para las próximas semanas, ya que el Consejo de Representantes aprobó un aumento de la tarifa del 38 por ciento, la que consideran insuficiente para hacer frente al servicio. “Hemos hecho todo lo que podemos y, si no restringimos, se puede complicar aun más”, añadió el vocero de la entidad.
En cuanto al consumo, sigue por debajo de los mil litros diarios por conexión, lo cual es aceptable para esta época del año.
Lo que agrava la situación es que en sábados y domingos vienen los dueños de las casas de fin de semana, que son los que, generalmente, provocan grandes desajustes por el riego.
Otro agravante es que a partir de la semana que viene se notará mucho la bajante del cauce del río San Antonio, con lo que se favorecerá la floración de algas y se dificultará la potabilización.
Anuncian lluvias para el martes, y todos rezan por ello.
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Problemas en todo Punilla
El centro y norte de Punilla también siente la crisis hídrica. Cosquín está en emergencia desde hace un mes. La provisión de agua es municipal y se extrae del río Yuspe.
Un fuerte rumor corre en Cosquín en torno a que en Tanti se construyó una pequeña represa sobre el mismo río y eso provocaría que le llegue menos agua. Santa María de Punilla está en la misma situación.
En Capilla del Monte, el dique Los Alazanes está seco. Se extrae del dique El Cajón pero, como si fuera poco, los empleados de la empresa municipal están en huelga. Los vecinos requieren cisternas para llevar agua a sus tanques.
En La Cumbre, el dique San Jerónimo está un metro debajo de su cuota habitual. También decretó la emergencia hídrica.
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Un panorama desolador en las Sierras Chicas
El dique La Quebrada presenta una bajante de casi 12 metros y se aproxima a su peor marca histórica.
Como este diario publicó en la edición de ayer, desde la cooperativa prestataria del servicio en Río Ceballos se incita a los vecinos a consumir menos, para que el agua alcance.
El municipio local, luego de un año de haber derogado un decreto que penaba el uso desaprensivo del agua, lo restableció ahora, con lo que creó un régimen especial sancionatorio.
Así, queda prohibido, y será sancionado con multas que van de los 600 a los cinco mil pesos el lavado de veredas o patios interiores; el lavado de autos, de frentes de viviendas; el riego de parques y jardines y el llenado de piletas y natatorios, según explicó la jueza de Faltas local, María Emilia Saavedra.
Además, se publicaron números telefónicos –(03543) 156-11924 ó 156-26703– en los que los vecinos pueden denunciar la violación a esa normativa. El dique La Quebrada tuvo su peor bajante en febrero de 2010, cuando llegó a estar a 13,2 metros del vertedero.
En el resto del corredor de las Sierras Chicas, el panorama no es mejor. En Cabana se recibe el suministro cada 36 horas y las autoridades evalúan hacerlo cada 48. En Salsipuedes, con alerta naranja, unos 10 mil habitantes se encuentran con el servicio restringido, ya que la extracción de agua de napas funciona al 15 ó 20 por ciento de su caudal habitual.
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Si la lluvia volviera hoy
Si la lluvia llegara hoy, ahora, ya, y viéramos volver la vida a los ríos, a los arroyos, a los diques y a los embalses, juraríamos no olvidar las imágenes espectrales de estos días. Alejandro Mareco.
Si la lluvia volviera hoy, ahora, ya, le ofrendaríamos los ojos y las mejillas para que corra hasta los labios como un río de infinitas gotas dulces, como un sentimiento único, abundante y jubiloso hecho de lágrimas sin sal.
Incluso podríamos quitarnos los zapatos, arremangarnos los pantalones y salir a pisar la frescura de los charcos, y hasta hundir los pies en los torrentes que bajan turbulentos por esta ciudad de calles pendientes y ser felices como (con los) niños.
Miraríamos al cielo con los ojos bien abiertos, para ver caer el milagro de la fecundidad desde tan alto, pero, a la vez, desde tan cerca, porque las nubes se atrincheran acá nomás, apenas por encima de nuestras cabezas, si es que uno toma en cuenta todo el aire, el universo y el frío que existe aun más allá.
La lluvia tiene que ver con el suelo y con nosotros, los que vivimos sobre el suelo.
Si lloviera hoy, ahora, ya, nos asomaríamos cada cual a su ventana, incluso a ventanas prestadas para verla derramarse sobre los vidrios, sobre el asfalto, sobre la tierra: verla caer será reconocer con conciencia semejante privilegio.
La más inmensa ventana puede abarcar una inmensa versión de lluvia, pero también en las pequeñas ventanitas de las pequeñas casitas se podrá oír a las gotas golpear sobre los vidrios, mientras no dejan de salpicar sobre el barrial. Será en esos barrios que se convierten en polvo cuando la seca pela las calles o en aventuras de náufragos cuando el agua alumbra la fórmula del fango.
Acaso mientras la lluvia cae no es de nadie; sólo cae. Pero si el agua falta para algunos, no siempre es sólo por culpa de este porfiado azul del cielo, sino que hay tantos rincones urbanos en esta Córdoba en los que sólo fluye el agua por un solo grifo de una sola esquina y que bien adentro del paisaje, pero no a demasiada distancia de esta Capital, hay cordobeses despojados de todos menos de sol, que acarrean en baldes el agua de cada día a través de kilómetros.
Si la lluvia llegara hoy, ahora, ya, y viéramos volver la vida a los ríos, a los arroyos, a los diques y a los embalses, juraríamos no olvidar las imágenes espectrales de estos días que nos han angustiado tanto la imaginación con la sed de la naturaleza.
Si lloviera hoy, ahora, ya, pensaríamos un poco más; pensaríamos que en esta Córdoba siempre semiárida no debemos rezar cada primavera para que vuelva la lluvia, sino que es hora de que nos deje de devorar el presente y seamos capaces de proyectarnos un futuro, como antes lo hicieron otras generaciones a las que les debemos la poca agua que hoy tenemos.
Y si la lluvia llegara hoy, ahora, ya, que venga sólo a calmarnos la sed y no a arrasar con bríos turbulentos la inocencia de creer que el mundo que hicimos está hecho para siempre, incluidas sus diferencias, porque los cataclismos suelen atacar a los más débiles, no por perversión de la naturaleza sino de los hombres.
Si pedimos por la lluvia, pedimos por nosotros. Por eso, cuando venga a vivificarnos, no sólo nos abracemos a su frescura derramada, sino a la conciencia de la humedad de la vida.
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Más Información:
El Diario de Villa Carlos Paz - Edición Electrónica (02/10/2011)
- Si no llueve habrá cortes en el servicio de agua de Villa Carlos Paz
El Puntal de Río Cuarto (02/10/2011)
- Crisis hídrica: algunas localidades ya disputan los cursos de agua
Es crítica la falta de agua en Carlos Paz
Analizan aplicar cortes programados. Piden elevar el nivel de alerta. Se consume más que lo que entra al río San Antonio.
A través de mensajes de textos, correos electrónicos y otros medios de información, en la mañana de ayer la Cooperativa Integral salió a advertirles a los vecinos de Carlos Paz que la situación de la provisión de agua para la ciudad y sus vecinas del sur de Punilla está en un punto crítico.
Desde la prestataria aseguraron que la semana pasada le informaron sobre esta situación al municipio para elevar el nivel de alerta, pero no hubo ninguna respuesta.
En este momento, la situación está en código 3, algo así como una alerta naranja. Aunque, por lo bajo, fuentes de la cooperativa aseguran que la situación es aún más grave.
Piden evitar derroches. La Coopi les pidió a los vecinos que eviten todo tipo de derroche y comenzó a estudiar seriamente la posibilidad de incrementar cortes escalonados en distintos barrios. Los primeros serían Playas de Oro y Sol y Río, donde hay muchas casas de fin de semana al igual que en La Quinta. También se afectaría al barrio Colinas.
“La relación entre el agua entrante al río y el consumo comenzó a ser deficitaria y en el fin de semana viene más gente y tendremos que restringir algunos barrios”, dijo Jorge Boido, vocero de la Coopi.
Y agregó: “Le informamos al municipio sobre la situación durante toda la semana y no acusa recibo. Hoy, si se toman los parámetros normales, estamos en una situación crítica”.
Encima, aumento. A la crisis hídrica se le suman la política y la económica. Desde la Coopi, se estudia implementar medidas de fuerza para las próximas semanas, ya que el Consejo de Representantes aprobó un aumento de la tarifa del 38 por ciento, la que consideran insuficiente para hacer frente al servicio. “Hemos hecho todo lo que podemos y, si no restringimos, se puede complicar aun más”, añadió el vocero de la entidad.
En cuanto al consumo, sigue por debajo de los mil litros diarios por conexión, lo cual es aceptable para esta época del año.
Lo que agrava la situación es que en sábados y domingos vienen los dueños de las casas de fin de semana, que son los que, generalmente, provocan grandes desajustes por el riego.
Otro agravante es que a partir de la semana que viene se notará mucho la bajante del cauce del río San Antonio, con lo que se favorecerá la floración de algas y se dificultará la potabilización.
Anuncian lluvias para el martes, y todos rezan por ello.
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Problemas en todo Punilla
El centro y norte de Punilla también siente la crisis hídrica. Cosquín está en emergencia desde hace un mes. La provisión de agua es municipal y se extrae del río Yuspe.
Un fuerte rumor corre en Cosquín en torno a que en Tanti se construyó una pequeña represa sobre el mismo río y eso provocaría que le llegue menos agua. Santa María de Punilla está en la misma situación.
En Capilla del Monte, el dique Los Alazanes está seco. Se extrae del dique El Cajón pero, como si fuera poco, los empleados de la empresa municipal están en huelga. Los vecinos requieren cisternas para llevar agua a sus tanques.
En La Cumbre, el dique San Jerónimo está un metro debajo de su cuota habitual. También decretó la emergencia hídrica.
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Un panorama desolador en las Sierras Chicas
El dique La Quebrada presenta una bajante de casi 12 metros y se aproxima a su peor marca histórica.
Como este diario publicó en la edición de ayer, desde la cooperativa prestataria del servicio en Río Ceballos se incita a los vecinos a consumir menos, para que el agua alcance.
El municipio local, luego de un año de haber derogado un decreto que penaba el uso desaprensivo del agua, lo restableció ahora, con lo que creó un régimen especial sancionatorio.
Así, queda prohibido, y será sancionado con multas que van de los 600 a los cinco mil pesos el lavado de veredas o patios interiores; el lavado de autos, de frentes de viviendas; el riego de parques y jardines y el llenado de piletas y natatorios, según explicó la jueza de Faltas local, María Emilia Saavedra.
Además, se publicaron números telefónicos –(03543) 156-11924 ó 156-26703– en los que los vecinos pueden denunciar la violación a esa normativa. El dique La Quebrada tuvo su peor bajante en febrero de 2010, cuando llegó a estar a 13,2 metros del vertedero.
En el resto del corredor de las Sierras Chicas, el panorama no es mejor. En Cabana se recibe el suministro cada 36 horas y las autoridades evalúan hacerlo cada 48. En Salsipuedes, con alerta naranja, unos 10 mil habitantes se encuentran con el servicio restringido, ya que la extracción de agua de napas funciona al 15 ó 20 por ciento de su caudal habitual.
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Si la lluvia volviera hoy
Si la lluvia llegara hoy, ahora, ya, y viéramos volver la vida a los ríos, a los arroyos, a los diques y a los embalses, juraríamos no olvidar las imágenes espectrales de estos días. Alejandro Mareco.
Si la lluvia volviera hoy, ahora, ya, le ofrendaríamos los ojos y las mejillas para que corra hasta los labios como un río de infinitas gotas dulces, como un sentimiento único, abundante y jubiloso hecho de lágrimas sin sal.
Incluso podríamos quitarnos los zapatos, arremangarnos los pantalones y salir a pisar la frescura de los charcos, y hasta hundir los pies en los torrentes que bajan turbulentos por esta ciudad de calles pendientes y ser felices como (con los) niños.
Miraríamos al cielo con los ojos bien abiertos, para ver caer el milagro de la fecundidad desde tan alto, pero, a la vez, desde tan cerca, porque las nubes se atrincheran acá nomás, apenas por encima de nuestras cabezas, si es que uno toma en cuenta todo el aire, el universo y el frío que existe aun más allá.
La lluvia tiene que ver con el suelo y con nosotros, los que vivimos sobre el suelo.
Si lloviera hoy, ahora, ya, nos asomaríamos cada cual a su ventana, incluso a ventanas prestadas para verla derramarse sobre los vidrios, sobre el asfalto, sobre la tierra: verla caer será reconocer con conciencia semejante privilegio.
La más inmensa ventana puede abarcar una inmensa versión de lluvia, pero también en las pequeñas ventanitas de las pequeñas casitas se podrá oír a las gotas golpear sobre los vidrios, mientras no dejan de salpicar sobre el barrial. Será en esos barrios que se convierten en polvo cuando la seca pela las calles o en aventuras de náufragos cuando el agua alumbra la fórmula del fango.
Acaso mientras la lluvia cae no es de nadie; sólo cae. Pero si el agua falta para algunos, no siempre es sólo por culpa de este porfiado azul del cielo, sino que hay tantos rincones urbanos en esta Córdoba en los que sólo fluye el agua por un solo grifo de una sola esquina y que bien adentro del paisaje, pero no a demasiada distancia de esta Capital, hay cordobeses despojados de todos menos de sol, que acarrean en baldes el agua de cada día a través de kilómetros.
Si la lluvia llegara hoy, ahora, ya, y viéramos volver la vida a los ríos, a los arroyos, a los diques y a los embalses, juraríamos no olvidar las imágenes espectrales de estos días que nos han angustiado tanto la imaginación con la sed de la naturaleza.
Si lloviera hoy, ahora, ya, pensaríamos un poco más; pensaríamos que en esta Córdoba siempre semiárida no debemos rezar cada primavera para que vuelva la lluvia, sino que es hora de que nos deje de devorar el presente y seamos capaces de proyectarnos un futuro, como antes lo hicieron otras generaciones a las que les debemos la poca agua que hoy tenemos.
Y si la lluvia llegara hoy, ahora, ya, que venga sólo a calmarnos la sed y no a arrasar con bríos turbulentos la inocencia de creer que el mundo que hicimos está hecho para siempre, incluidas sus diferencias, porque los cataclismos suelen atacar a los más débiles, no por perversión de la naturaleza sino de los hombres.
Si pedimos por la lluvia, pedimos por nosotros. Por eso, cuando venga a vivificarnos, no sólo nos abracemos a su frescura derramada, sino a la conciencia de la humedad de la vida.
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El Puntal de Río Cuarto (02/10/2011)
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