14 oct 2011

Faltan estudios de las napas en Sierras Chicas

La Voz del Interior (14/10/2011)
Faltan estudios precisos de las napas en Sierras Chicas



Dos investigadores plantean que no hay precisiones sobre el agua que desde las sierras alimenta al río Carnero. De allí, se proyecta un acueducto para "salvar" a Salsipuedes.
Los estudios sobre las aguas subterráneas son insuficientes aún para determinar los caudales reales existentes. Eso sostienen Sergio Chiavassa y Gabriel Saal, ingenieros agrónomos que trabajan en el Centro de Investigaciones María de Bournichón, de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. Hace cuatro años que estudian la cuenca hídrica del río Carnero, clave en el norte del Gran Córdoba y en parte de las Sierras Chicas.
Días atrás, invitados por el municipio de Colonia Caroya, expusieron sobre los avances de esa investigación, aún en desarrollo. El agua pasó a ser tema de discusión en esta ciudad, luego de que el Gobierno de Córdoba anunciara un proyecto para crear un acueducto de 25 kilómetros que desde el acuífero del río Carnero, a su paso por Caroya, lleve agua hasta Salsipuedes, la localidad más complicada por la crisis hídrica en las Sierras Chicas.
Chiavassa y Saal aclararon que no son hidrólogos pero que procesaron información de especialistas en ese rubro. Su investigación se orienta más hacia el uso social del agua y los niveles de conflicto que van apareciendo.
Su primera advertencia es que los estudios hidrológicos existentes, sobre todo en las cuencas altas e intermontanas, “son absolutamente insuficientes”. Dicen que no hay datos precisos sobre niveles de precipitaciones, cauces, caudales ni sobre aguas subterráneas en toda la zona que compone la cuenca del río Carnero, que va de norte a sur entre la ruta E66 y Agua de Oro y limita al oeste con la zona del paraje Tiu Mayu y La Cumbre, en Punilla.
Los ríos Tiu Mayu y Chavascate bajan desde la zona serrana hacia el este y se juntan formando el Carnero. “No tiene otra forma de alimentación. No existe agua subterránea que venga de otro lado. Esta agua que acá tienen se cosecha en la superficie de esa cuenca, que es de 335 kilómetros cuadrados”, explicó Chiavassa en Caroya.
Ordenar el crecimiento. Salsipuedes necesita agua para su actual población, pero además para poder seguir creciendo. Mientras, Colonia Caroya incrementó un 24 por ciento su población entre 2001 y 2010. El interrogante que hizo que Caroya expusiera reparos al proyecto del acueducto es si el agua de esta cuenca alcanzará en el futuro para abastecer los crecimientos de ambas regiones.
Saal apuntó: “La única posibilidad que tiene Salsipuedes de diferir el consumo de agua en época de lluvias está en la capacidad de reserva que tiene en las sierras. Hay que ver si este acueducto sería para solucionar el problema de la población actual de Salsipuedes o si está más ligado a futuros emprendimientos inmobiliarios o urbanísticos, para los que el agua ya no les alcanza”.
El trabajo de Chiavassa y Saal señala que la cuenca se vio afectada por varios factores: la deforestación y transformación de zonas de bosques en sembradíos, los incendios, y las urbanizaciones que se fueron sumando entre La Granja, Ascochinga, Agua de Oro y Colonia Caroya, agregando demanda que se alimenta de esa cuenca.
Para variar la situación de deterioro, sugirieron crear en las Sierras Chicas nuevas áreas de reservas hídricas, planificando el territorio en función de las reservas de agua. Es decir: zonas con vegetación nativa donde ya no avancen emprendimientos urbanos, mineros o agropecuarios. También sugieren acentuar la reforestación, prevenir incendios y trabajar para un “cambio de cultura” en relación al cuidado del agua.

Para saber lo que hay bajo tierra
Investigación. El año pasado, el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia anunció la puesta en marcha de un proyecto de investigación sobre los recursos de agua subterráneos de toda la provincia, mediante el aporte de fondos a las universidades nacionales de Córdoba y Río Cuarto y a la privada Blas Pascal.
En marcha. El proyecto involucra fondos provinciales y nacionales para que un plazo de dos años, que debería culminar en 2012, arroje conclusiones integrales sobre cantidad, calidad y posibilidad de uso de los acuíferos bajo tierra en Córdoba.
Se sabe. Es conocido que gran en parte del sur y del este provincial, por ejemplo, el agua de napas no puede ser usada para consumo humano por su alto contenido de arsénico.

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El proyecto del acueducto fue ratificado por la Provincia

El subsecretario de Recursos Hídricos de Córdoba, Luis Salamone, ratificó días atrás el proyecto del acueducto a Salsipuedes.
Admitió que faltan estudios técnicos, que se harían ahora mediante perforaciones de exploración, tras crear una comisión en la que se integren también representantes de Colonia Caroya. “Si esos estudios dan los resultados previstos, las obras se iniciarán”, señaló.
El funcionario insistió en que la extracción no perjudicará la provisión a Colonia Caroya ni al riego de su cordón frutihortícola. “La toma estaría siete kilómetros aguas abajo, pero además ellos extraen de aguas superficiales y el acueducto se alimentará de las napas, a 140 metros de profundidad”, acotó.
El acueducto sería entubado, como los que llevan agua desde las napas de la zona de Villa María hacia numerosas localidades del este y sur cordobés.
Mientras, en Salsipuedes, Juan Bresciano –director de Regulación y Explotación de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia– adelantó que en un mes estaría listo el proyecto para encarar la licitación de la obra del acueducto, que también dejaría agua en Estación General Paz. Bresciano apuntó que una perforación a la vera del río Carnero podría suministrar unos 200.000 litros de agua por hora al acueducto, y planteó que ese caudal no implicaría ningún déficit o complicación para la demanda de consumo y riego en Caroya.

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Todos los lagos están más bajos que hace un año

De todos los espejos de agua cordobeses, el San Roque es el único que hoy está con un nivel mayor que antes de las lluvias.
El dique La Quebrada, en las Sierras Chicas, está igual que hace una semana: lo que subió, ya lo bajó.
El resto está más bajo porque las precipitaciones fueron más escasas en sus zonas.
Comparados con un año atrás, todos están más bajos. Y si la comparación es con dos años atrás (el muy seco 2009), casi todos están algo mejor ahora, salvo los diques de La Viña y La Quebrada.
El San Roque está en 29,43 metros. Tras subir 60 centímetros por las últimas lluvias, bajó ayer tres centímetros. Hace un año tenía 30,73 metros y hace dos el nivel era de 28,80.
Los Molinos y Embalse están prácticamente igual desde hace 15 días: la lluvia sólo les permitió no seguir bajando.
La Viña, en Traslasierra, descendió en 40 centímetros en los últimos 10 días, y está en el peor nivel de los últimos años. Medía ayer 81,20 metros, a lejanos 19,3 del vertedero.
El dique de Cruz del Eje estaba ayer igual que el viernes 7, antes de las tenues lluvias que apenas mojaron el noroeste, que atraviesa una larga sequía. Hoy tiene dos metros menos que hace un año.
De lluvias, los pronósticos apuntan alguna posibilidad para martes o miércoles.

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