18 ago 2007

Psicólogos en Río Tercero

La Voz del Interior (18/08/2007)
Psicólogos piden red de contención en Río Tercero

Autoridades del Colegio de Psicólogos de la Provincia –que desembarcaron esta semana en Río Tercero, tras los sucesos con los incidentes químicos– plantearon que es imperioso avanzar en la capacitación de los recursos humanos locales para formar una verdadera red de contención, pero permanente, para asistir a la población ante este tipo de circunstancias.
La presidenta de la institución cordobesa, Cristina Bravo, que preside el Colegio de Psicólogos de la Provincia, se reunió con el secretario de Salud del municipio, Jesús Beti, para plantearle la necesidad de que la ciudad cuente con agentes capacitados. En ese marco, Bravo rescató que el funcionario se comprometió a que los siete psicólogos con que cuenta el municipio se capacitarán en breve en un seminario sobre psicotrauma que se dictará en Córdoba.
Respecto a la promesa efectuada días atrás en esta ciudad por el ministro de Salud de la Provincia, Oscar González, de crear un sistema de contención psicológica tras los últimos sucesos, Bravo cuestionó: “Las autoridades provinciales estuvieron presentes acá porque el Colegio de Psicólogos denunció la situación que estaba atravesando Río Tercero, que era una sociedad que no estaba siendo atendida, que no estaba acompañada”.
Desde el Colegio plantearon que esa red anunciada realmente se concrete y dure en el tiempo y que no sea sólo una reacción política ante la emergencia.

Estudiar la realidad

Para Bravo, se percibe que “hay un daño psicológico” en la sociedad tras el flagelo de las explosiones de 1995 pero interpretó que sería necesario realizar un estudio de campo profundo para avanzar en un diagnóstico acertado sobre su real magnitud.
“Nosotros proponemos trabajar como entidad intermedia conjuntamente con las instituciones y autoridades locales y establecer un sistema de contención en serio. Para eso se necesitan agentes capacitados y conformando redes”, puntualizó.
Por su parte, la psicóloga local Mónica Blanco, que trabaja para el municipio, recordó que luego de las explosiones de 1995 y por dos años consecutivos se trabajó en un programa de emergencias. “Luego no hubo continuidad. Las consultas fueron mermando en el tiempo. Ahora vemos que sí hubiéramos necesitado sostener ese trabajo comunitario de prevención”, destacó.

¿Secuelas?

¿Le quedan secuelas a la población de aquel episodio de hace 12 años? Blanco y Bravo coinciden en que sí, sobre todo por lo visto en la reacción social ante la detonación de una tubería en Fábrica Militar el pasado lunes 6.
“Cuando hay amenaza constante de un evento traumático, como en este caso, un accidente en algunas de las fábricas genera un efecto psicológico en la gente”, aportó Blanco. “Se trata del temor constante, la angustia”, acotó Bravo.
A su vez, Blanco destacó: “Sabemos de las explosiones de hace 12 años, sabemos que no hubo un acto de justicia, más allá de que se haya indemnizado a determinado grupo. Y que es una sociedad que vive en una comunidad fabril, que necesita de su trabajo. No queremos patologizar a todo el mundo, pero sí crear conciencia en Río Tercero de la necesidad de la alerta, del reclamo y de la prevención. Esta comunidad con todo lo que le viene sucediendo debe tener los tres niveles de atención fundamentales en cualquier sistema de salud, que son prevención, asistencia y rehabilitación, porque es obvio que hay gente con secuelas”.

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¿Cómo se interpreta la autoevacuación?

Río Tercero. ¿Qué significó que una parte de la población, la de los barrios más cercanos al polo fabril, se autoevacuara el lunes 6, tras escuchar un estruendo que supuso provenía de una de las industrias?
Cristina Bravo remarcó que, desde los psicológico, la autoevacuación es una reacción normal y esperable que no implica ninguna patología. Luego, aclaró que eso no significa que no hay vecinos con daño psicológico.
Mientras, su colega Mónica Blanco agregó que las distintas reacciones de los vecinos tienen que ver con la vida y las experiencias de cada uno. "Hay gente que tiene más recursos para enfrentar una situación de alerta o amenaza y se recupera por su cuenta sin recibir ayuda desde afuera. Y hay otra que se queda sin elaborar la situación y eso lo enferma", deslizó.
Para Blanco, lo mejor es trabajar en prevención en épocas en que no hay crisis y abogó para se apunte a eso ahora.
La psicóloga que trabaja en las salas municipales destacó que el porcentaje de gente que llega a buscar asistencia psicológica es baja, pero abogó que se comience a trabajar sobre un programa de prevención por el cual se brinden las herramientas para poder hablar de los incidentes ocurridos y cómo manejar los niveles de ansiedad. En ese trabajo opinó que es necesario que se sumen los medios de comunicación, cuyo rol en casos de emergencias debe ser "calmar" a la gente.
¿Cuál fue el detonante por el cual la gente se autoevacuó hace 10 días? Para Blanco, hubo tres motivos: los dos muertos por un reciente escape hace dos meses en Petroquímica, el sonido de la explosión de la caldera de Fábrica Militar que remitió a los hechos de 1995 y que durante 40 minutos la población no contara con la información oficial de lo que ocurría.

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