19 ago 2007

Agroquímicos sumados al basural

La Voz del Interior (19/08/2007)
Berrotarán: residuos agroquímicos sumados al basural

Mientras la Municipalidad de Berrotarán comenzó finalmente a acelerar los trabajos tendientes a tapar con tierra y escombros el basural local, desde el que días atrás se generó un incendio rural que abarcó más de 220 hectáreas de campos, otra evidencia de los problemas sanitarios y ambientales que le genera ese predio a la localidad quedó a la luz en estos días: las aguas servidas de pozos negros que se arrojan y el volcamiento de envases de agroquímicos, que la ley prohíbe.
Además de la basura domiciliaria, que ahora se tapa con tierra, hay otro punto que se destaca en el basural: una laguna ya de grandes dimensiones de aguas servidas, producto del vaciamiento de pozos negros. En el mismo lugar, flota una gran cantidad de bidones vacíos de agroquímicos, que cuyos restos representan un impacto al suelo y el ambiente, por lo que una ley expresamente prohíbe ese destino como basura.
Hasta esa laguna van a descargar el agua de los pozos negros todos los camiones atmosféricos de esta localidad, que carece de redes cloacales. Para evitar su volcamiento en algún lugar, Berrotarán no tendría otra alternativa más que contar con un sistema de cloacas, según opinó un geólogo consultado por este diario, que indicó además que el agua que consume esta localidad no correría riesgo de contaminación, por acción de esta laguna, ya que las napas de donde se extrae el agua potable hoy corren hacia el oeste, al igual que las capas subterráneas de agua que pasan por la zona del basural.
De todas maneras, nadie duda que ese líquido cloacal agrega un importante foco de contaminación a la basura depositada en el lugar, donde ratones, gatos y perros vagabundos conviven inclusive con personas que a diario van al basural a buscar materiales como vidrio y metales para vender. Mientras, el control para sancionar el arrojo de envases con restos de agroquímicos, de riesgo contaminante, aparece como un asunto pendiente.
Sobre el basural en sí, el viernes la Municipalidad comenzó finalmente a acelerar los trabajos tendientes a taparlo con tierra y escombros. La decisión se tomó luego de que el predio fuera el origen días atrás de otro incendio, pero que esta vez afectó a 226 hectáreas de campo, quemando postes, tranqueras, silos bolsa y la cobertura del suelo (no hay cultivos en esta época), en algunos casos con varios años de trabajos de conservación tendientes a lograr no la voladura de médanos.
Además de los camiones que llevan tierra, dos personas contratadas por el municipio están levantando los residuos que estaban esparcidas por el predio.
En el basural en realidad no se acumulan ya tantos residuos como años atrás, porque desde hace un tiempo el municipio dispuso su traslado, cada dos o tres días, al sistema de enterramiento de Río Cuarto. Pero mientras se cargan para esa derivación, siguen siendo un basural a cielo abierto.
El incendio de esta semana generó más reclamos y controversias que otros anteriores.

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