1 ago 2007

Fumigaciones ilegales

El Puntal de Río Cuarto (01/08/2007)
Denuncian fumigaciones ilegales en un campo del Barrio Quintitas Golf

Está en el ejido municipal y al lado de un grupo de viviendas, cuyos habitantes sufren las consecuencias. Tanto niños como adultos tienen reacciones alérgicas, enfermedades respiratorias y problemas en la vista
Es una problemática que se repite en distintos puntos de la ciudad y que todavía no se logra resolver. Es la fumigación de campos o grandes superficies que han quedado “pegadas” a barrios de la ciudad de Río Cuarto que se quejan por las consecuencias que está ocasionando en su salud, ya que tanto niños como adultos tienen reacciones alérgicas, enfermedades respiratorias, asma y problemas en la vista.
Esta vez las voces de reclamo vienen del barrio Quintitas Golf, que se unen a las de habitantes de Banda Norte, Sirio Libanesa, sector de la Universidad y oeste.
Héctor Avila, ex presidente de la Vecinal Quintitas Golf, aseguró que “hemos presentado el problema de un campo a las autoridades municipales y el titular del área de Bromatología,Oscar Artero, dijo que no tienen poder de policía y no pueden prohibir la siembra”.
“Pero la fumigación a menos de 500 metros de viviendas es ilegal y si está prohibido aunque lo difícil es agarrarlos justo en el momento que están esparciendo los agroquímicos, porque casi siempre lo hacen de noche” remarcó Avila.
Afirmó que “hay reacciones alérgicas, enfermedades respiratorias, asma y problemas en la vista entre los vecinos, desde los niños hasta los adultos”.

Más consecuencias

Ana Isabel Violatti de Bianchini, que vive en una quinta rodeada del campo cuestionado, destacó: “Hace 30 años que tenemos esta propiedad y ahora hemos empezado a notar consecuencias en nosotros, porque nos pican los ojos y se nos irritan, y en las plantas, ya que siempre hemos tenido huerta de verduras de hojas y ahora se nos secan, al igual que la parte baja de los pinos que lindan con el campo de Leonardo Passarini”.
“No conformes con los daños que están haciendo al barrio, ya que para cosechar soja fumigan, el lunes un empleado de Passarini prendió fuego para limpiar el campo y se extendió hasta nuestra quinta. Tuvimos que llamar a los bomberos porque no lo podíamos apagar y amenazaba con llegar a la casa”, relató con dramatismo los momentos vividos.
Opinó que “así no podemos seguir, pagamos los impuestos a la Municipalidad de Río Cuarto y ella debe arbitrar los medios para cuidarnos de estas irregularidades”.
“Se han realizado denuncias al EDECOM, pero siempre vienen varias horas después de la fumigación. Utilizan maquinaria pesada que está en otro campo, del mismo propietario, del otro lado del bulevar de Circunvalación”, informó.
Vale destacar que la ciudad de Río Cuarto ha adherido a la Ley de Agroquímicos de la Provincia que fija una zona de exclusión de 500 metros para los aplicadores terrestres y de 1.500 metros para los aplicadores aéreos dentro del ejido municipal.
La agrupación ecologista Wichán Ranquén había pedido que “se incorpore en los considerandos de las prohibiciones establecidas para las aplicaciones terrestres de agroquímicos a 500 metros del límite de las plantas urbanas a todos los herbicidas que contengan glifosato y sus mezclas tóxicas en todas las localidades del departamento Río Cuarto”.
También solicitó que se realicen investigaciones aplicadas en los hospitales y centros de salud de la provincia, sobre las consecuencias nocivas para la salud humana de los agroquímicos, como así también una intervención conjunta entre la Defensoría del Pueblo y la Patrulla Ambiental local. Asimismo reclamó por los depósitos de agroquímicos que se levantan en medio de los pueblos de la región.

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