Temores

Los habitantes del barrio hicieron saber que es muy poca la información que poseen, por lo tanto decidieron buscar en Internet donde hallaron importante bibliografía sobre los daños que las emisiones ultrasónicas de una antena de este tipo genera en el ser humano.
No descartaron problemas neurológicos, y hasta llegaron a mencionar la posibilidad de cáncer debido a las fuertes radiaciones que puede llegar a emitir un aparato de este tipo. Antecedentes sobre reclamos similares se registraron en los últimos años en Holmberg y Santa Eufemia, pero en ambos lugares finalmente las pesadas estructuras fueron instaladas.
El pedido en todos los casos no era impedir la colocación de las antenas, sino que se tuviera en cuenta el lugar dónde ubicarlas, que fuera lejos del ejido urbano, de manera tal de reducir al mínimo el impacto.
La falta de una legislación provincial sobre la temática o de disposiciones municipales claras impiden intervenir en este tipo de proyectos.En tanto en Moldes los vecinos decidieron apoyar su negativa con varias firmas que están recopilando por estos días. Por lo pronto el Honorable Concejo Deliberante estudia el caso y en la semana entrante se decidirá los pasos a seguir.

Impacto ambiental
Otro grupo de personas considera que el impacto ambiental es importante, las antenas además de contaminar el espacio aéreo con sus radiaciones producen fuerte sonoridad así como ante la vibración de las riendas que la ajustan al suelo y las paredes, y debido a que en Coronel Moldes las ráfagas de viento son constantes, es que los vecinos temen ser víctimas no sólo de ruidos sino de la posibilidad de derrumbe o caída de alguno de los tramos de la pesada estructura.