3 ago 2008
Clima: un año atípico
11:41 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz de San Justo (03/08/2008)
Clima: un año atípico/Julio, el más caluroso con récord histórico
Casi promediando el invierno, el panorama meteorológico sigue siendo un tanto atípico con respecto a lo que cabría esperar en un año promedio en la región. Y es que la variación de las condiciones atmosféricas y oceánicas en ambos márgenes del subcontinente se han conjugado para presentarnos este escenario un tanto llamativo.
Durante los primeros tres meses el comportamiento térmico en la zona se presentó con valores promedio superiores a lo normal, pero con registros dentro de los valores típicos para la época. Sin embargo, en una forma casi inesperada, los fríos se adelantaron mucho este año alcanzando valores bajo cero a mediados del mes de abril y lográndose un nuevo récord de heladas tempranas cuando el día 14 el termómetro acusó los 0ºC. Recordemos que el récord anterior era de -1ºC y había sido registrado el 17 de abril de 1999. No obstante, en general, abril terminó con una media mensual de 18.8 ºC, dos décimas por debajo de lo normal.
Mayo, por su parte, presentó un brusco cambio hacia temperaturas superiores a los valores típicos alcanzándose un nuevo récord histórico cuando, tras una semana de temperaturas cercanas a los 30 ºC, el día 23 se registró una máxima de 34.5 ºC, un grado y medio más que la del record anterior del día 13 de mayo de 2002. Sólo que, cuando todos ya se habían acostumbrado a este “veranito” otoñal, cinco días después, y tras el ingreso de una masa polar hasta latitudes muy bajas, la máxima se ubicó en tan solo 7.5 ºC, la más baja en lo que va del año, con una mínima de cinco grados bajo cero en el abrigo meteorológico y siete grados bajo cero a nivel de suelo. Una seguidilla de cuatro días con heladas que parecían indicar que el invierno había llegado, y esta vez para quedarse.
Junio, al contrario de lo que ocurrió durante el mes anterior, volvió a presentar un promedio térmico inferior a lo normal con una media de 11.4ºC, ocho décimas debajo del valor histórico y sólo ligeramente superior al del año pasado. Con un total de seis registros bajo cero, se mostraba como el mes con mayor cantidad de heladas de los últimos trece años. Al parecer, el invierno se había afianzado, pero no fue así.
Durante los primeros diez días de julio las temperaturas ya se empezaron a mostrarse otra vez en valores superiores a los registros típicos y, promediando el mes, ya teníamos cuatro registros superiores a los treinta grados. La máxima se dio el día 16 con 31.5 ºC, la más alta de los últimos once años. Nuevo record para julio, el mes más caluroso desde que se tenga registros en la región (25 años) con una media de 15.3 ºC, tres grados y medio más que el promedio histórico.
Sin lluvias importantes
Por su parte, durante los cuatro primeros meses las lluvias se presentaron dentro de los parámetros esperables en cuanto a su volumen total, acumulándose un total de 457.2 mm frente a los 431.7 mm que tenemos como promedio histórico para la región. Pero, esta aparente “normalidad” no fue tan real, pues la distribución fue bastante atípica y se debió esperar durante largos períodos con lluvias poco significativas. Por ejemplo, los primeros diecisiete días de enero solamente acumularon 0.8 mm, y entre el 27 de marzo y el 24 de abril (29 días) sólo se acumuló un total de 11.5 mm.
La prueba más contundente está en que prácticamente a partir del 25 de abril, última lluvia significativa de 69.5 mm, y habiendo transcurrido hasta hoy ya cien días, la acumulación total ha sido de tan sólo 20.3 mm cuando lo normal debería rondar en los 86.5 mm, es decir, tan sólo un 23 %.
Esta anomalía en la distribución, sumado a otros parámetros atmosféricos, han hecho variar considerablemente el contenido de agua en el suelo, algo de fundamental importancia para la agricultura, principal actividad económica de la zona. Así, a la excelente recuperación del contenido hídrico lograda a finales de febrero le siguieron altibajos hasta finales de abril para luego dar paso a una constante disminución del volumen de agua de reserva que ha ubicado a la región dentro de la categoría de “sequía moderada”. Hoy estarían haciendo falta más de 160 mm para retornar a valores normales, algo que, analizando los volúmenes “esperables” desde el punto de vista estadístico recién se podría lograr hacia principios de noviembre. Sin embargo, la reactivación de las lluvias primaverales puede traer un cierto alivio al recomponer la humedad en los niveles superficiales aún cuando no se logre alcanzar niveles óptimos de reserva.
Evidentemente, no va a resultar sencilla esta transición ya que aún persisten estos efectos residuales del fenómeno “La Niña” que afectó la campaña anterior. Además, de persistir estas temperaturas superiores a lo normal podrían tener un efecto positivo, pues acelerarían el retorno de las lluvias de finales de invierno, pero a su vez tendrían el efecto negativo de continuar disminuyendo las magras reservas y, a su vez, provocar una mayor demanda de agua en los cultivos antes de que retornen las lluvias.
Por lo pronto, las condiciones comenzarían a mejorar desde mañana y no se esperan grandes cambios durante la esta semana. El cielo tenderá a despejarse y desde el martes permanecería despejado o con muy escasa nubosidad, fresco por la mañana y con temperaturas agradables por la tarde, vientos del sector nordeste y ninguna probabilidad de precipitaciones por el momento.
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Clima: un año atípico/Julio, el más caluroso con récord histórico
Casi promediando el invierno, el panorama meteorológico sigue siendo un tanto atípico con respecto a lo que cabría esperar en un año promedio en la región. Y es que la variación de las condiciones atmosféricas y oceánicas en ambos márgenes del subcontinente se han conjugado para presentarnos este escenario un tanto llamativo.
Durante los primeros tres meses el comportamiento térmico en la zona se presentó con valores promedio superiores a lo normal, pero con registros dentro de los valores típicos para la época. Sin embargo, en una forma casi inesperada, los fríos se adelantaron mucho este año alcanzando valores bajo cero a mediados del mes de abril y lográndose un nuevo récord de heladas tempranas cuando el día 14 el termómetro acusó los 0ºC. Recordemos que el récord anterior era de -1ºC y había sido registrado el 17 de abril de 1999. No obstante, en general, abril terminó con una media mensual de 18.8 ºC, dos décimas por debajo de lo normal.
Mayo, por su parte, presentó un brusco cambio hacia temperaturas superiores a los valores típicos alcanzándose un nuevo récord histórico cuando, tras una semana de temperaturas cercanas a los 30 ºC, el día 23 se registró una máxima de 34.5 ºC, un grado y medio más que la del record anterior del día 13 de mayo de 2002. Sólo que, cuando todos ya se habían acostumbrado a este “veranito” otoñal, cinco días después, y tras el ingreso de una masa polar hasta latitudes muy bajas, la máxima se ubicó en tan solo 7.5 ºC, la más baja en lo que va del año, con una mínima de cinco grados bajo cero en el abrigo meteorológico y siete grados bajo cero a nivel de suelo. Una seguidilla de cuatro días con heladas que parecían indicar que el invierno había llegado, y esta vez para quedarse.
Junio, al contrario de lo que ocurrió durante el mes anterior, volvió a presentar un promedio térmico inferior a lo normal con una media de 11.4ºC, ocho décimas debajo del valor histórico y sólo ligeramente superior al del año pasado. Con un total de seis registros bajo cero, se mostraba como el mes con mayor cantidad de heladas de los últimos trece años. Al parecer, el invierno se había afianzado, pero no fue así.
Durante los primeros diez días de julio las temperaturas ya se empezaron a mostrarse otra vez en valores superiores a los registros típicos y, promediando el mes, ya teníamos cuatro registros superiores a los treinta grados. La máxima se dio el día 16 con 31.5 ºC, la más alta de los últimos once años. Nuevo record para julio, el mes más caluroso desde que se tenga registros en la región (25 años) con una media de 15.3 ºC, tres grados y medio más que el promedio histórico.
Sin lluvias importantes
Por su parte, durante los cuatro primeros meses las lluvias se presentaron dentro de los parámetros esperables en cuanto a su volumen total, acumulándose un total de 457.2 mm frente a los 431.7 mm que tenemos como promedio histórico para la región. Pero, esta aparente “normalidad” no fue tan real, pues la distribución fue bastante atípica y se debió esperar durante largos períodos con lluvias poco significativas. Por ejemplo, los primeros diecisiete días de enero solamente acumularon 0.8 mm, y entre el 27 de marzo y el 24 de abril (29 días) sólo se acumuló un total de 11.5 mm.
La prueba más contundente está en que prácticamente a partir del 25 de abril, última lluvia significativa de 69.5 mm, y habiendo transcurrido hasta hoy ya cien días, la acumulación total ha sido de tan sólo 20.3 mm cuando lo normal debería rondar en los 86.5 mm, es decir, tan sólo un 23 %.
Esta anomalía en la distribución, sumado a otros parámetros atmosféricos, han hecho variar considerablemente el contenido de agua en el suelo, algo de fundamental importancia para la agricultura, principal actividad económica de la zona. Así, a la excelente recuperación del contenido hídrico lograda a finales de febrero le siguieron altibajos hasta finales de abril para luego dar paso a una constante disminución del volumen de agua de reserva que ha ubicado a la región dentro de la categoría de “sequía moderada”. Hoy estarían haciendo falta más de 160 mm para retornar a valores normales, algo que, analizando los volúmenes “esperables” desde el punto de vista estadístico recién se podría lograr hacia principios de noviembre. Sin embargo, la reactivación de las lluvias primaverales puede traer un cierto alivio al recomponer la humedad en los niveles superficiales aún cuando no se logre alcanzar niveles óptimos de reserva.
Evidentemente, no va a resultar sencilla esta transición ya que aún persisten estos efectos residuales del fenómeno “La Niña” que afectó la campaña anterior. Además, de persistir estas temperaturas superiores a lo normal podrían tener un efecto positivo, pues acelerarían el retorno de las lluvias de finales de invierno, pero a su vez tendrían el efecto negativo de continuar disminuyendo las magras reservas y, a su vez, provocar una mayor demanda de agua en los cultivos antes de que retornen las lluvias.
Por lo pronto, las condiciones comenzarían a mejorar desde mañana y no se esperan grandes cambios durante la esta semana. El cielo tenderá a despejarse y desde el martes permanecería despejado o con muy escasa nubosidad, fresco por la mañana y con temperaturas agradables por la tarde, vientos del sector nordeste y ninguna probabilidad de precipitaciones por el momento.
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3 comentarios:
Hola,
quería ver si se podia hacer alguna publicacion sobre algún climograma (con las precipitaciones de cada mes y las temperaturas, del año 2007) de distintas partes de la provincia de Córdoba, Argentina.
Me seria muy útil, muchas gracias, saludos.
hola
podrian publicar el climograma de cordoba del 2008, 2009, 2010 y 2011 por favor???
es para un proyecto y no lo consigo en ningun lugar
les agradeceria mucho
un saludo
Hola Yesi, la verdad es que no tenemos esa información y lo que es peor no sabríamos decirte donde está. A lo mejor algún miembro del IPCC que sea de la UNC puda ayudarte. Tendrías que rastrear por ese lado.
Saludos.
Pablo
Por equipo de Eco Sitio