4 feb 2012
La capital lanzará un plan de reforestación
9:23 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (04/02/2012)
Tras el temporal, la Municipalidad lanzará un plan de reforestación
Después del temporal del lunes, la Municipalidad de Córdoba adelantará el Plan Anual de Reforestación. El programa será presentado por el intendente Ramón Mestre en el CPC de Centro América, que se lanzará el miércoles próximo.
En un comunicado, las autoridades señalaron que en una primera etapa se plantarán 500 especies en vía pública del área central y 1.500 en plazas de las áreas afectadas por el último temporal. Colaborará en el plan, según el municipio, la Universidad Nacional de Córdoba a través de la Secretaría de Planeamiento y otras organizaciones sociales.
Este plan se enmarca en las disposiciones de la ordenanza 7.000 de arbolado público, que indica qué especies instalar según barrios y calles, y prohíbe la tala y quita de árboles sin autorización de la Municipalidad.
Tras el temporal del lunes 30, unos 846 árboles se cayeron a la vía pública, volteados por los fuertes vientos.
Los barrios más afectados en este sentido fueron Marqués de Sobremonte y Alta Córdoba con 22 plantas dañadas; San Martín, Lomas de San Martín y San Vicente con 19, José Ignacio Díaz con 16, Pueyrredón con 14, Villa El Libertador con 13, el Centro con 12 unidades y Juniors con 11.
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Las podas salvajes de la naturaleza
Ahora caemos en la cuenta de que ciertas especies son incompatibles con el paisaje urbano. O que Córdoba creció mucho más de lo esperado. El que puso eucaliptus para cortar el viento, que lo tenga a raya.
U no muchas veces se pregunta quién consume la pavada que venden los programas de chimentos. Dado que distan de tener buen rating , no es ocioso pensar que los ponen para llenar la grilla con productos de bajo costo. Total, ¿a quién le preocupa que exista una masa obesa, desescolarizada y con el colesterol por las nubes? Aun así, como bien señala la filósofa Nazarena Vélez, “un ‘quilombo’ no corta boletos”.
A este tipo de conclusiones llegamos, invariablemente, cada vez que la calle o la vida ofrecen temas de real interés. El temporal del lunes pasado, por ejemplo. Desde entonces que no se habla de otra cosa. Se percibe una clara propensión a reflexionar sobre lo que se debería o no hacer para evitar daños cuantiosos. Pero también abundan el desligarse de responsabilidades, la crítica infructuosa y comentarios del tipo “ese árbol quedó para la próxima tormenta”.
Es impresionante ver cómo la naturaleza hace su propia limpieza, llevándose todo lo inútil y descartable, todo lo que se atrofió o envejeció sin atenciones. Cada tanto nos pasa factura y sopla vientos que vuelan carteles que estaban puestos a la bartola, arrancan árboles y ramas que nadie vigiló y descuelgan cables que no deberían estar ahí.
Buena parte de los daños que provocó el meteoro (tal su nombre técnico) podrían haberse evitado con un mínimo de actitud ciudadana. Pero la nuestra es del tipo “que venga la mucama”. Es obvio que la Municipalidad está a cargo del espacio público, pero no es la empleada doméstica. Por empezar, convengamos que, hoy en día, casi nadie barre la vereda. Si se trata de un negocio, oficina o centro asistencial, contratan a una agencia de limpieza o dejan que se tape de mugre. ¿Qué pasa? ¿Tienen miedo de herniarse o de tropezar con el manto por agarrar una escoba?
Eucaliptus seriales. El concepto, y hasta podríamos decir, la categoría de “frentista”, que nuestros padres y abuelos portaron con tanto orgullo, desapareció del imaginario público. Costaba mucho tener casa propia y había que mantenerla. Hoy, hay una alta proporción de inquilinos, lo cual tampoco es motivo para desentenderse.
En las asoladas calles del sur de la ciudad, donde el vendaval causó más estragos, se ven innumerables árboles dañados. No tienen dueños o, si los tienen, esperan “que pase la Municipalidad” a llevarse las ramas caídas.
Es evidente que tendrían que haberlos podado en invierno, además de haber vigilado el comportamiento de las raíces. O no tendrían que haberlos plantado, como en el caso de jacarandás, pinos y aguaribáis.
“Una vereda mediana puede tener un fresno o una mora híbrida, y en las más chicas hay que poner crespones”, ejemplifica el ingeniero Guillermo Ré. Recién ahora caemos en la cuenta de que ciertas especies son incompatibles con el paisaje urbano. O que Córdoba creció mucho más de lo esperado. Así, el que puso eucaliptus para cortar los vientos, pues que los tenga a raya.
“Yo no me animo a podar, porque después te meten una multa”. Esa es la excusa del día. ¿Desde cuándo acá le tienen miedo a las multas? Pues en estos casos les vendría muy bien una sanción o, mejor aún, iniciar o recomponer la relación con las respectivas oficinas municipales. Y que los ambientalistas hagan campañas educativas que partan de lo cotidiano, en lugar de manifestarse sólo contra lo grande (mineras, pasteras, antenas).
¿Cuánto costó la tormenta? ¿Algún día lo sabremos? El rumor asegura que Epec padece “las consecuencias del desmantelamiento sistemático ocurrido en los últimos 12 años”. Ajeno a este comentario, el lector Jorge Morinico, afincado en Los Ángeles (Estados Unidos), nos escribió contando que, después de una lluvia intensa, ellos también estuvieron tres días sin luz.
La diferencia es que pagan 45 dólares por mes (algo así como 200 pesos), por el servicio eléctrico. La compañía les mandó una linda cartita, pidiendo disculpas.
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Día a Día - Edición Electrónica (04/02/2012)
- Mestre promete 2.000 árboles
Tras el temporal, la Municipalidad lanzará un plan de reforestación
Después del temporal del lunes, la Municipalidad de Córdoba adelantará el Plan Anual de Reforestación. El programa será presentado por el intendente Ramón Mestre en el CPC de Centro América, que se lanzará el miércoles próximo.
En un comunicado, las autoridades señalaron que en una primera etapa se plantarán 500 especies en vía pública del área central y 1.500 en plazas de las áreas afectadas por el último temporal. Colaborará en el plan, según el municipio, la Universidad Nacional de Córdoba a través de la Secretaría de Planeamiento y otras organizaciones sociales.
Este plan se enmarca en las disposiciones de la ordenanza 7.000 de arbolado público, que indica qué especies instalar según barrios y calles, y prohíbe la tala y quita de árboles sin autorización de la Municipalidad.
Tras el temporal del lunes 30, unos 846 árboles se cayeron a la vía pública, volteados por los fuertes vientos.
Los barrios más afectados en este sentido fueron Marqués de Sobremonte y Alta Córdoba con 22 plantas dañadas; San Martín, Lomas de San Martín y San Vicente con 19, José Ignacio Díaz con 16, Pueyrredón con 14, Villa El Libertador con 13, el Centro con 12 unidades y Juniors con 11.
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Las podas salvajes de la naturaleza
Ahora caemos en la cuenta de que ciertas especies son incompatibles con el paisaje urbano. O que Córdoba creció mucho más de lo esperado. El que puso eucaliptus para cortar el viento, que lo tenga a raya.
U no muchas veces se pregunta quién consume la pavada que venden los programas de chimentos. Dado que distan de tener buen rating , no es ocioso pensar que los ponen para llenar la grilla con productos de bajo costo. Total, ¿a quién le preocupa que exista una masa obesa, desescolarizada y con el colesterol por las nubes? Aun así, como bien señala la filósofa Nazarena Vélez, “un ‘quilombo’ no corta boletos”.
A este tipo de conclusiones llegamos, invariablemente, cada vez que la calle o la vida ofrecen temas de real interés. El temporal del lunes pasado, por ejemplo. Desde entonces que no se habla de otra cosa. Se percibe una clara propensión a reflexionar sobre lo que se debería o no hacer para evitar daños cuantiosos. Pero también abundan el desligarse de responsabilidades, la crítica infructuosa y comentarios del tipo “ese árbol quedó para la próxima tormenta”.
Es impresionante ver cómo la naturaleza hace su propia limpieza, llevándose todo lo inútil y descartable, todo lo que se atrofió o envejeció sin atenciones. Cada tanto nos pasa factura y sopla vientos que vuelan carteles que estaban puestos a la bartola, arrancan árboles y ramas que nadie vigiló y descuelgan cables que no deberían estar ahí.
Buena parte de los daños que provocó el meteoro (tal su nombre técnico) podrían haberse evitado con un mínimo de actitud ciudadana. Pero la nuestra es del tipo “que venga la mucama”. Es obvio que la Municipalidad está a cargo del espacio público, pero no es la empleada doméstica. Por empezar, convengamos que, hoy en día, casi nadie barre la vereda. Si se trata de un negocio, oficina o centro asistencial, contratan a una agencia de limpieza o dejan que se tape de mugre. ¿Qué pasa? ¿Tienen miedo de herniarse o de tropezar con el manto por agarrar una escoba?
Eucaliptus seriales. El concepto, y hasta podríamos decir, la categoría de “frentista”, que nuestros padres y abuelos portaron con tanto orgullo, desapareció del imaginario público. Costaba mucho tener casa propia y había que mantenerla. Hoy, hay una alta proporción de inquilinos, lo cual tampoco es motivo para desentenderse.
En las asoladas calles del sur de la ciudad, donde el vendaval causó más estragos, se ven innumerables árboles dañados. No tienen dueños o, si los tienen, esperan “que pase la Municipalidad” a llevarse las ramas caídas.
Es evidente que tendrían que haberlos podado en invierno, además de haber vigilado el comportamiento de las raíces. O no tendrían que haberlos plantado, como en el caso de jacarandás, pinos y aguaribáis.
“Una vereda mediana puede tener un fresno o una mora híbrida, y en las más chicas hay que poner crespones”, ejemplifica el ingeniero Guillermo Ré. Recién ahora caemos en la cuenta de que ciertas especies son incompatibles con el paisaje urbano. O que Córdoba creció mucho más de lo esperado. Así, el que puso eucaliptus para cortar los vientos, pues que los tenga a raya.
“Yo no me animo a podar, porque después te meten una multa”. Esa es la excusa del día. ¿Desde cuándo acá le tienen miedo a las multas? Pues en estos casos les vendría muy bien una sanción o, mejor aún, iniciar o recomponer la relación con las respectivas oficinas municipales. Y que los ambientalistas hagan campañas educativas que partan de lo cotidiano, en lugar de manifestarse sólo contra lo grande (mineras, pasteras, antenas).
¿Cuánto costó la tormenta? ¿Algún día lo sabremos? El rumor asegura que Epec padece “las consecuencias del desmantelamiento sistemático ocurrido en los últimos 12 años”. Ajeno a este comentario, el lector Jorge Morinico, afincado en Los Ángeles (Estados Unidos), nos escribió contando que, después de una lluvia intensa, ellos también estuvieron tres días sin luz.
La diferencia es que pagan 45 dólares por mes (algo así como 200 pesos), por el servicio eléctrico. La compañía les mandó una linda cartita, pidiendo disculpas.
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- Mestre promete 2.000 árboles
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