5 dic 2011

Sobrevivir junto a un lago nauseabundo

Día a Día (05/12/2011)
Sobrevivir junto a un lago nauseabundo



Vecinos de Ciudad de los Cuartetos irán a la Justicia por los permanentes desbordes cloacales. La Provincia promete una obra.
Una mujer llora, mira la cuadra donde están los colegios y se indigna. “Nos prometieron un mejor futuro en estos barrios, nosotros vinimos con sueños”, cuenta, con la presión en el pecho que le empuja las lágrimas. Hace un buen tiempo que Ciudad de los Cuartos dejo de ser un barrio que transmita la alegría del tunga tunga: la permanente “afloración” de heces de dos plantas de tratamiento de líquidos cloacales son las que ahogan las notas cuadradas cordobesas.
Los vecinos aseguran que hace más de cuatro años que viven en esta situación. Incluso, las tres escuelas del barrio reducirán su actividad en estas últimas semanas del año para que los alumnos y los docentes no estén tanto tiempo expuestos a las aguas servidas, y las directoras harán una presentación judicial para pedir una respuesta efectiva y definitiva al problema.
A las “dires” les llama la atención la cantidad de niños con enfermedades en la piel y gastroenteritis. En la denuncia, adjuntarán los certificados médicos de los alumnos. También hay personal de las instituciones que sufre de dolores permanentes de cabeza y de reacciones alérgicas en la piel.
“Solicitamos intervención ante el grave problema que venimos sufriendo hace varios años: el grave riesgo de estar expuestos a los derrames cloacales por colapsos de la planta de tratamiento entre las viviendas y la escuela”, expondrá la comunidad en la presentación.
Acorralados. Una de las plantas está justo al frente del Anexo Ipem 196, sobre la plaza Chancaní del barrio. En la sala de preceptores del cole, Isabel hace cuentas. Marca cruces en una hoja por cada ausencia por enfermedad con certificado. Contó 42 casos de niños con afecciones respiratorias, gastroenteritis e infecciones en la piel.
Por la ventana del despacho de Gabriela se ve la planta depuradora número 1 y la laguna fétida que impregna con su vaho a todo el barrio. Al fondo de Ciudad de los Cuartetos, en “el otro barrio”, como lo llaman los vecinos, hay otra planta, también con pérdidas permanentes, que hace de afluente a la Chancaní.
“Los docentes y los alumnos se enferman. Tenemos personal con problemas en la piel, a algunos les han salido forúnculos enormes que no sabemos con qué tratar. Las ventanas de la escuela no se pueden abrir por el olor que llega de afuera. Tengo una profe embarazada con carpeta médica, se descompensó hace una semana porque le faltaba el aire y no podíamos abrir las ventanas; después tuvo fisura de bolsa”, explicó Elsa Mascchio, “dire” del secundario.
La comunidad de Ciudad de los Cuartetos ya no sabe a dónde recurrir para solucionar el problema. Aseguran que han tocado todas las puertas: las de la Municipalidad, del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia, del Ministerio de Educación, y hasta ahora sólo recibieron promesas de soluciones que nunca llegan.
Así, el tema de la contaminación sobrevuela por el barrio como un fantasma que se cuela en las canillas de cada una de las casas de los vecinos. Uno de los temores más grandes es la posibilidad de que el agua que se usa para consumo en el barrio esté afectada con los líquidos de las plantas.
Es que el sistema de agua de red de Ciudad de los Cuartetos se abastece de napas y la planta que procesa el vital elemento está al lado de la depuradora de la plaza Chancaní. “A la mañana, el agua sale con olor a podrido de la canilla, y a la tarde es cloro puro. No la podemos tomar nunca. Yo la hiervo y es impresionante todo el sarro que queda en la pava”, contó Vanina Ramallo, vecina de la zona.
“Hace más de cuatro años que esto está así, filtrando y filtrando, si reparan el problema solucionan una parte. Después está el tema de las tierras, que quedan todas contaminadas con aguas negras. Cómo no se va a escurrir a las napas con el tiempo que hace que está así”, presumió Elsa.
“Hay mucha gente con problemas en la piel, con prurito y ronchas de cuestiones alérgicas; se ha dado mucho eso en el jardín, también gastroenteritis. Nosotros suponemos que todo está relacionado con los desbordes, por eso le estamos pidiendo a las madres que nos traigan certificados médicos bien detallados”, explicó Alejandra, la dire del jardincito Pablo Neruda.
Promesas vencidas. Hace rato que la Provincia viene anunciando que va a solucionar este problema. En abril pasado, Día a Día reflejaba la situación de este barrio y desde el Ministerio de Obras Públicas prometían darle solución antes de fin de año. Pero la promesa se “pudrió”.
Desde la Subsecretaría de Recursos Hídricos informaron que el 4 noviembre se firmó un contrato con la empresa Base Construcciones SRL para la ejecución de un nexo cloacal para conectar la red del barrio con la de la ciudad. El proyecto se encuentra en estudio en la Muni para que la contratista reciba el OK para empezar con una tarea que demandará, por lo menos, seis meses de trabajo una vez que arranque.
La Provincia asegura que el liquido que tratan las plantas es vertido a pozos absorbentes que ya están impermeabilizados y que muchas veces los vecinos obstruyen los caños con desperdicios, y que por ello se producen los desbordes. Como paliativo, explican, se recurre a recolectar el líquido con camiones atmosféricos. De todos modos, en el barrio la gente cuenta que una hora después que se van los camiones los problemas vuelven.
Se acerca el verano, y en el barrio saben que con los líquidos cloacales “liberados” se viene la peor época. En Ciudad de los Cuartetos no va a haber tema de La Mona que levante los ánimos de los vecinos. Los mosquitos ya florecen en las lagunas negras, y el calor vuelve más insoportables los olores. “Nosotros nos vamos, estamos unas horas y tenemos vacaciones. El problema acá es la gente que se queda. Son ellos los que van a tener que cargar el peso de convivir con estas lagunas”, cerró la directora Alejandra.

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Líquidos muy peligrosos para los vecinos

Un informe del Foro Ambiental Córdoba revela el impacto sobre la salud de las personas que están en contacto con aguas negras.
Desde el Foro Ambiental Córdoba resaltaron los riesgos que supone para una persona estar en permanente contacto con aguas negras no tratadas. En un informe presentado a la Municipalidad en 2010, realizado por el biólogo Joaquín Navarro, se explicó que estas aguas trasladan bacterias “como la cepa de Escherichia coli, que produce la toxina del síndrome urémico hemolítico en niños, Salmonella y Shigella, responsables de la fiebre tifoidea y la shigelosis, y virus causales de afecciones intestinales, o de la poliomielitis y la hepatitis A, y otros parásitos intestinales”.
Además, se destaca que es posible contraer una enfermedad sin estar en contacto directo con las aguas servidas. Esto se puede dar por la “inhalación de aerosoles que contienen microorganismos”.
“Si bien no es común, puede ser una vía importante de ingreso en determinadas situaciones. El tránsito vehicular genera aerosoles y abundantes salpicaduras, que llegan directamente a las personas, animales, ropas, etcétera, y que además pueden transportarse por acción del viento hasta una distancia considerable”, resaltan.
En el informe se aclara que contraer alguna de estas bacterias por piel es poco probable, pero que puede darse si existe alguna lastimadura, y se explica que las membranas mucosas (en nariz y ojos) también son una vía de contagio.

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