9 dic 2011

Por el agua mueren casi todos los olivares

La Voz del Interior (09/12/2011)
Cruz del Eje añora su título de "ciudad de los olivares"



En 1990 había 500 productores de aceitunas; hoy quedan 110. De 25 millones de kilos promedio anuales, hoy se producen escasos 400 mil kilos.
Si hay un cultivo emblemático en el noroeste provincial es el olivo. Desde la zona de Cruz del Eje han salido millones de aceitunas, sea para consumo de mesa o para aceites reconocidos en el mundo.
Nadie podría imaginarse el paisaje sin los verdes montes de olivos, o la postal de la actividad febril en días de cosecha de aceitunas. Pero la realidad marca un presente distinto: la actividad en esta zona está en franco quebranto y los productores diezmados por un proceso de degradación que comenzó en 1998, y que no se detuvo hasta hoy.
“Debemos hablar claro: este año, la producción es nula, tenemos el agua de riego cortada del dique Arturo Illia desde diciembre del año pasado. Eso es sólo un factor. La pérdida es del 100 por ciento, pero el proceso comenzó hace mucho y hoy podemos afirmar que los productores estamos en bancarrota, con escasas posibilidades de recuperarnos”, enfatizó Daniel Gordillo, productor y presidente de la Cámara Olivícola de Córdoba.
Las causas. El dirigente rural adjudica a varias circunstancias que se redujeran drásticamente los 500 productores históricos a escasos 110 en la actualidad. Y lo más preocupante: la caída de 25 millones de kilos de aceitunas anuales a los 400 mil kilos de hoy, que marcan a fuego el ocaso del cultivo como una opción válida en lo económico y laboral en la región, desde los inicios de la actividad en 1950.
Los productores citan, además de la sequía, a la baja rentabilidad ante la falta de subsidios oficiales, de los que sí gozan las vecinas provincias de La Rioja y Catamarca, además de las plagas y la imposibilidad de combatirlas por falta de medios técnicos y económicos.
Gordillo agrega a estos males el propio descuido de productores a través de décadas: falta de poda anual adecuada, de desmalezamiento y de riego en época de floración.
Rodolfo Nievas, presidente del Consejo Olivícola Argentino y productor de tercera generación (comenzó su abuelo español) en un predio de 35 mil olivares, en Paso Viejo, ejemplifica con su situación: “De dos millones de kilos de aceitunas anuales para aceite de oliva orgánico, sólo cuento con 100 mil kilos que vendo a granel. Exportaba todo a Estados Unidos, ya no puedo comprometer nada”, se lamenta.
Tanto Gordillo como Nievas aseguran que los productores erradican sus históricos olivares, en el intento de cambio de producción.
“Solo 700 hectáreas tienen plantas nuevas que producirán en cinco años: no hay volumen y este es el fin”, sentenciaron los dirigentes rurales.

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