17 sept 2011
Incendios: la UNRC advierte de las consecuencias
10:32 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (17/09/2011)
Severa advertencia de la Universidad por causas y consecuencias de los incendios
El observatorio de conflictos socioambientales destacó el impacto de la destrucción constante de los ecosistemas provinciales. Reclamó que el medio ambiente sea un tema central de la agenda cordobesa
La Universidad Nacional volvió a levantar la voz en defensa del medio ambiente y para advertir por las consecuencias que la gran quema de bosques provoca y provocará en los ecosistemas provinciales.
El Observatorio de Conflictos Socioambientales que depende de la Secretaría de Planeamiento y Relaciones Institucionales emitió ayer un documento en el que se interroga sobre si los recientes (y actuales) incendios se podrían haber evitado.
“Frente a la destrucción incesante de nuestros escasos ecosistemas naturales (bosques nativos y pastizales), por desmontes e incendios recurrentes e intencionales, cabe preguntarse qué es necesario para que tomemos conciencia del daño que estamos ocasionando en el corto y mediano plazo y de las consecuencias negativas aun mayores para la calidad de vida de las generaciones venideras. El derecho a un ambiente sano es un derecho humano según el artículo 41 de nuestra constitución nacional, ¿quién esta velando porque este derecho se cumpla? ¿Quiénes son los responsables de tanta desidia y negligencia? Si realmente existe una voluntad de que esto no vuelva a suceder, habrá que investigar hasta las últimas consecuencias, y tomar las medidas necesarias para recuperar la superficie afectada”, señaló el escrito.
“Evidentemente algo anda mal en los programas de concientización y en los programas de monitoreo y control, porque sino no hubiéramos llegado a más de 40.000 o 60.000 hectáreas quemadas. Y ahí surge otra incongruencia, ¿como es posible que no haya datos certeros de la extensión afectada por los incendios, cuando ya existe la tecnología para tener estos datos con precisión? ¿Cuál es el valor económico de estas perdidas? El precio deberemos pagarlo todos los pobladores y las generaciones futuras cada vez que sea más costoso potabilizar el agua y cultivar la tierra, además de aplicar medidas para recuperar los suelos y restaurar los ambientes”, advierte.
La Universidad continúa y profundiza así una línea de acción en defensa del medio ambiente con una mirada crítica sobre la actuación de los organismos competentes en la materia.
“Una medida que no puede esperar es ubicar la problemática ambiental de nuestra provincia en primer lugar en las agendas, tanto para lograr una verdadera protección de los relictos de bosques nativos como para mejorar y ampliar su existencia a una superficie que permita el equilibrio socioambiental de los territorios”, remarca.
De acuerdo a lo explicado por los especialistas de la casa de altos estudios, las cuencas hídricas sin una cobertura boscosa natural están destinadas a colapsar.
“Cada año sufriremos los perjuicios de las inundaciones y aludes en la época de lluvias, ya que el agua no puede filtrar por falta de raíces profundas que las conduzcan hasta al subsuelo para ser almacenada. Por el contrario al desplazarse sobre superficie el agua va erosionando y llevando sedimentos hacia los embalses y zonas bajas. Las sequías se acentuarán cada año porque el suelo va perdiendo la capacidad para retener el agua. Los vientos serán cada vez más fuertes porque se ha eliminado el efecto amortiguador de los bosques nativos, que además evitan que se produzcan extremos de temperaturas”, señaló.
Y recuerda: “El proyecto de ley de bosques elaborado por la COTBN preveía todos estos puntos por lo cual no es capricho que las Sierras sean tomadas como zona roja de reserva, donde puedan realizarse actividades sustentables, y donde se ejerza el control ciudadano. Los proyectos de reforestación con especies nativas deben empezar a aplicarse inmediatamente, ya que las especies nativas están adaptadas a la falta de agua, son ahorradoras de este recurso y además tienen un sistema radicular profundo que les permite soportan los vientos sin riesgo”.
“Todos somos responsables, pero dentro de una sociedad hay quienes tienen mayor responsabilidad y deben legislar y aplicar proyectos que realmente propendan al bien común”, concluyó el documento.
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El Observatorio de Conflictos Socioambientales que depende de la Secretaría de Planeamiento y Relaciones Institucionales emitió ayer un documento en el que se interroga sobre si los recientes (y actuales) incendios se podrían haber evitado.
“Frente a la destrucción incesante de nuestros escasos ecosistemas naturales (bosques nativos y pastizales), por desmontes e incendios recurrentes e intencionales, cabe preguntarse qué es necesario para que tomemos conciencia del daño que estamos ocasionando en el corto y mediano plazo y de las consecuencias negativas aun mayores para la calidad de vida de las generaciones venideras. El derecho a un ambiente sano es un derecho humano según el artículo 41 de nuestra constitución nacional, ¿quién esta velando porque este derecho se cumpla? ¿Quiénes son los responsables de tanta desidia y negligencia? Si realmente existe una voluntad de que esto no vuelva a suceder, habrá que investigar hasta las últimas consecuencias, y tomar las medidas necesarias para recuperar la superficie afectada”, señaló el escrito.
“Evidentemente algo anda mal en los programas de concientización y en los programas de monitoreo y control, porque sino no hubiéramos llegado a más de 40.000 o 60.000 hectáreas quemadas. Y ahí surge otra incongruencia, ¿como es posible que no haya datos certeros de la extensión afectada por los incendios, cuando ya existe la tecnología para tener estos datos con precisión? ¿Cuál es el valor económico de estas perdidas? El precio deberemos pagarlo todos los pobladores y las generaciones futuras cada vez que sea más costoso potabilizar el agua y cultivar la tierra, además de aplicar medidas para recuperar los suelos y restaurar los ambientes”, advierte.
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“Una medida que no puede esperar es ubicar la problemática ambiental de nuestra provincia en primer lugar en las agendas, tanto para lograr una verdadera protección de los relictos de bosques nativos como para mejorar y ampliar su existencia a una superficie que permita el equilibrio socioambiental de los territorios”, remarca.
De acuerdo a lo explicado por los especialistas de la casa de altos estudios, las cuencas hídricas sin una cobertura boscosa natural están destinadas a colapsar.
“Cada año sufriremos los perjuicios de las inundaciones y aludes en la época de lluvias, ya que el agua no puede filtrar por falta de raíces profundas que las conduzcan hasta al subsuelo para ser almacenada. Por el contrario al desplazarse sobre superficie el agua va erosionando y llevando sedimentos hacia los embalses y zonas bajas. Las sequías se acentuarán cada año porque el suelo va perdiendo la capacidad para retener el agua. Los vientos serán cada vez más fuertes porque se ha eliminado el efecto amortiguador de los bosques nativos, que además evitan que se produzcan extremos de temperaturas”, señaló.
Y recuerda: “El proyecto de ley de bosques elaborado por la COTBN preveía todos estos puntos por lo cual no es capricho que las Sierras sean tomadas como zona roja de reserva, donde puedan realizarse actividades sustentables, y donde se ejerza el control ciudadano. Los proyectos de reforestación con especies nativas deben empezar a aplicarse inmediatamente, ya que las especies nativas están adaptadas a la falta de agua, son ahorradoras de este recurso y además tienen un sistema radicular profundo que les permite soportan los vientos sin riesgo”.
“Todos somos responsables, pero dentro de una sociedad hay quienes tienen mayor responsabilidad y deben legislar y aplicar proyectos que realmente propendan al bien común”, concluyó el documento.
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