27 jun 2010
Quieren frenar los volcamientos en el San Roque
11:13 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (27/06/2010)
Quieren frenar los volcamientos cloacales clandestinos al lago
Además de la contaminación por algas en el San Roque, preocupa la de líquidos cloacales. Hay barrios enteros que envían sus desechos al embalse.
Villa Carlos Paz. La preocupación por la contaminación del lago San Roque a partir de la proliferación de algas en la de-sembocadura del río San Antonio sigue creciendo en Villa Carlos Paz, a pocos días del inicio de la temporada invernal. Y ahora se puso el foco en los volcamientos clandestinos de líquidos cloacales al embalse.
La semana pasada, el concejal justicialista Adrián Lizarriturri presentó un proyecto para que los vecinos puedan denunciar vía correo electrónico y con fotografías los casos que detecten de contaminación al lago.
Si bien es un problema que persiste, no hay un registro sobre este tipo de volcamientos que contribuyen a la denominada eutrofización del embalse.
Desde la Cooperativa Integral (Coopi), que está a cargo del servicio de cloacas, se dejó en claro que un 35 por ciento de las aguas que se envían al sistema recibe tratamiento y el resto vuelve al lago sin pasar por la planta de cloacas de barrio Costa Azul.
Hay barrios como La Quinta y Los Manantiales, que atraviesa el río San Antonio, que no están conectados al servicio cloacal y que siguen enviando los deshechos cloacales al principal afluente del San Roque.
Sin certeza. Juan Carlos Sola, gerente de cloacas de la Coopi, afirmó que la entidad no tiene certeza de que existan volcamientos clandestinos ya que desde que se construyeron las cloacas se redujo esa posibilidad. "Fuera del radio de cobertura de cloacas es probable que existan. Sobre todo en los sectores donde el suelo es poco profundo y hay piedras como los barrios La Quinta y Los Manantiales".
El gerente remarcó que el poder de policía para sancionar este comportamiento está en manos del municipio.
Sola apuntó que del ciento por ciento de agua que suministra la Coopi a la ciudad, el 35 por ciento recibe tratamiento y es devuelta al lago. "Es todo un avance porque hace seis años no se trataba nada", indicó. A esto hay que sumarle ciudades como La Falda, Villa Giardino, Huerta Grande y Valle Hermoso, que tratan un 60 por ciento de sus líquidos.
Sin embargo, hay otras comunas y ciudades que no tienen ningún tratamiento. Es el caso de las comunas del Sur de Punilla (San Antonio, Mayú Sumaj, Icho Cruz y Cuesta Blanca), por donde pasa el río San Antonio llevándose todos los residuos cloacales que estas comunidades generan. Lo mismo pasa en el Río Cosquín con el propio Cosquín, Bialét Massé y Santa María de Punilla y también con Tanti, con el río Cabalango.
"La remediación del lago pasa por sacar las causas de la eutrofización, que son rurales y urbanas", aseguró Sola y dijo que entre la zona rural, las quemazones y los deshechos animales también contribuyen a depositar fósforo en los ríos, que sirve de alimento a las algas.
Para Juan Carlos Ferrero, de la Asociación de Amigos del Río San Antonio, el lago "está cada vez peor". "Hacemos estudios y seguimos pensando que habría que hacer algo, pero no se hace nada", aseguró.
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Todavía falta mucho
Algunos pensaron que se ya había resuelto el problema de la contaminación del lago San Roque.
Cuando se inauguró la planta de tratamiento de líquidos cloacales de barrio Costa Azul, que se construyó con fondos de la Nación, algunos pensaron que se había resuelto el problema de la contaminación del lago San Roque.
Poco tiempo después, el embalse sufrió una de las peores sequías de su historia, puso en evidencia todas sus falencias y, sobre todo, que el tiempo pasa no sólo para los seres humanos sino también para la naturaleza cuando no es tratada como corresponde. Al comenzar 2010, las fotos que se llevan los turistas pudieron mostrar un lago repleto. Volvió la calma. Pero duró poco. Ahora se dejan ver los camalotes de algas que tapan el agua.
Las algas son el sinónimo de la contaminación. Se reproducen por la falta de oxígeno y el aporte de nutrientes como el fósforo que es arrastrado por los ríos, sobre todo después de los incendios. Los líquidos cloacales son la comida preferida de estas algas. Una panorámica del lago muestra que todavía falta mucho por hacer. Y en ciudades que viven del lago, es lógico que exista preocupación. Quizás lo que falten son políticas a largo plazo para dejar de pensar en lo que pasará el próximo verano.
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Quieren frenar los volcamientos cloacales clandestinos al lago
Además de la contaminación por algas en el San Roque, preocupa la de líquidos cloacales. Hay barrios enteros que envían sus desechos al embalse.
Villa Carlos Paz. La preocupación por la contaminación del lago San Roque a partir de la proliferación de algas en la de-sembocadura del río San Antonio sigue creciendo en Villa Carlos Paz, a pocos días del inicio de la temporada invernal. Y ahora se puso el foco en los volcamientos clandestinos de líquidos cloacales al embalse.
La semana pasada, el concejal justicialista Adrián Lizarriturri presentó un proyecto para que los vecinos puedan denunciar vía correo electrónico y con fotografías los casos que detecten de contaminación al lago.
Si bien es un problema que persiste, no hay un registro sobre este tipo de volcamientos que contribuyen a la denominada eutrofización del embalse.
Desde la Cooperativa Integral (Coopi), que está a cargo del servicio de cloacas, se dejó en claro que un 35 por ciento de las aguas que se envían al sistema recibe tratamiento y el resto vuelve al lago sin pasar por la planta de cloacas de barrio Costa Azul.
Hay barrios como La Quinta y Los Manantiales, que atraviesa el río San Antonio, que no están conectados al servicio cloacal y que siguen enviando los deshechos cloacales al principal afluente del San Roque.
Sin certeza. Juan Carlos Sola, gerente de cloacas de la Coopi, afirmó que la entidad no tiene certeza de que existan volcamientos clandestinos ya que desde que se construyeron las cloacas se redujo esa posibilidad. "Fuera del radio de cobertura de cloacas es probable que existan. Sobre todo en los sectores donde el suelo es poco profundo y hay piedras como los barrios La Quinta y Los Manantiales".
El gerente remarcó que el poder de policía para sancionar este comportamiento está en manos del municipio.
Sola apuntó que del ciento por ciento de agua que suministra la Coopi a la ciudad, el 35 por ciento recibe tratamiento y es devuelta al lago. "Es todo un avance porque hace seis años no se trataba nada", indicó. A esto hay que sumarle ciudades como La Falda, Villa Giardino, Huerta Grande y Valle Hermoso, que tratan un 60 por ciento de sus líquidos.
Sin embargo, hay otras comunas y ciudades que no tienen ningún tratamiento. Es el caso de las comunas del Sur de Punilla (San Antonio, Mayú Sumaj, Icho Cruz y Cuesta Blanca), por donde pasa el río San Antonio llevándose todos los residuos cloacales que estas comunidades generan. Lo mismo pasa en el Río Cosquín con el propio Cosquín, Bialét Massé y Santa María de Punilla y también con Tanti, con el río Cabalango.
"La remediación del lago pasa por sacar las causas de la eutrofización, que son rurales y urbanas", aseguró Sola y dijo que entre la zona rural, las quemazones y los deshechos animales también contribuyen a depositar fósforo en los ríos, que sirve de alimento a las algas.
Para Juan Carlos Ferrero, de la Asociación de Amigos del Río San Antonio, el lago "está cada vez peor". "Hacemos estudios y seguimos pensando que habría que hacer algo, pero no se hace nada", aseguró.
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Algunos pensaron que se ya había resuelto el problema de la contaminación del lago San Roque.
Cuando se inauguró la planta de tratamiento de líquidos cloacales de barrio Costa Azul, que se construyó con fondos de la Nación, algunos pensaron que se había resuelto el problema de la contaminación del lago San Roque.
Poco tiempo después, el embalse sufrió una de las peores sequías de su historia, puso en evidencia todas sus falencias y, sobre todo, que el tiempo pasa no sólo para los seres humanos sino también para la naturaleza cuando no es tratada como corresponde. Al comenzar 2010, las fotos que se llevan los turistas pudieron mostrar un lago repleto. Volvió la calma. Pero duró poco. Ahora se dejan ver los camalotes de algas que tapan el agua.
Las algas son el sinónimo de la contaminación. Se reproducen por la falta de oxígeno y el aporte de nutrientes como el fósforo que es arrastrado por los ríos, sobre todo después de los incendios. Los líquidos cloacales son la comida preferida de estas algas. Una panorámica del lago muestra que todavía falta mucho por hacer. Y en ciudades que viven del lago, es lógico que exista preocupación. Quizás lo que falten son políticas a largo plazo para dejar de pensar en lo que pasará el próximo verano.
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