10 feb 2010
Los basurales siguen ganando terreno en Río IV
7:58 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (10/02/2010)
Los basurales siguen ganando terreno en las costas del río
Un descuido que afecta la estética de la ciudad y genera riesgos para la salud. La humareda a ambos lados del cauce es permanente
Tanto en la costanera norte, como en la sur del río Cuarto pululan los basureros. Muchos nuevos, y otros no tanto, conforman un desagradable paisaje que perturba el tránsito vehicular y afea ese espacio público visitado por miles de vecinos, situación que se agrava por los permanentes incendios, cuyo humo se disemina en amplios sectores, llevando consigo un pútrido olor insoportable.
Se suman elementos de vidrio, aluminio, latas, hierro, papel y plástico, además de pañales, toallitas descartables y pilas, más los orgánicos que fermentan al rayo del sol.
Ayer, con el suave viento que sopló, durante toda la jornada se mantuvo vivo el fuego de varios de estos depósitos callejeros a cielo abierto y lo que debiera ser una zona parquizada, limpia y atractiva, estuvo cubierta por una nube gris y hedionda.
En las inmediaciones del nuevo puente en construcción, que unirá Banda Norte con el Hospital, los finales de las calles Enfermera Rosa de Olivares, Río Juramento y Río Colorado tienen la mitad de la calzada ocupada por desperdicios de todo tipo. Hay cajas, plásticos, bolsas, colchones, ruedas de vehículos de gran porte, bidones y un sinnúmero de desechos. Sólo queda espacio para el paso de un vehículo por vez.
También en esta ribera sur la basura invade el propio espacio parquizado del Paseo Sobremonte. Junto a los asadores, hay bolsas de residuos y basuras varias diseminadas en el césped.
Y un clásico es el basural del barrio Chino, que a pesar de que la Municipalidad prometió erradicarlo hace 20 días, sigue creciendo y generándole dolores de cabeza a los vecinos del barrio Ferroviario, que desde hace mucho tiempo piden que saquen ese foco de contaminación que tienen instalado en las puertas de sus casas.
La costanera norte, entre el puente Juan Filloy y el carretero tiene gran parte de su recorrido ocupado por basureros, que se conectan unos con otros, a lo largo de varias cuadras. Allí, las quemas son permanentes y el humo está a la vista de todos quienes transitan cualquiera de esas dos vías de comunicación.
Las bolsas de plástico, los escombros, los animales muertos, los restos de podas, las botellas, los aerosoles y una variada gama de residuos acompañan el cauce del río hasta más allá del Paso del Indio.
Hubo promesas de mayor cuidado sobre este lugar de esparcimiento que recorre gran parte de la ciudad, pero las medidas, si es que se tomaron, no parecen haber sido efectivas. Este descuido no sólo afecta la estética de la ciudad, sino que también genera riesgos para la salud, bien sabido es que los basurales a cielo abierto provocan serios problemas de contaminación del suelo, el aire y el agua.
Estos depósitos están ahí, sin tratamiento alguno, acumulando basura en terrenos inadecuados.
Hay montañas de desechos, las bolsas se dispersan por todos lados, y abunda el olor putrefacto de animales muertos, y de vísceras y huesos quemados. El coctel repugnante se completa con la proliferación de insectos y roedores.
Cuando se tira la basura a cielo abierto hay riesgos de enfermedades para la población debido a que comienzan a generarse vectores como ratones, moscas y otros tipos de plagas que transmiten enfermedades. Por lo que una de las consecuencias negativas de esta práctica tiene directa relación con la salud de la población.
El tipo de sustancias que se queman en estos basurales incluyen residuos peligrosos que pueden generar problemas importantes.
Limpieza callejera detrás del hipódromo
La Municipalidad limpió ayer cuatro cuadras de la calle Marcos Lloveras, detrás del hipódromo, donde había un basural.
Igual tarea se realizó días anteriores en el barrio Oncativo y en las calles Paul Harris y Leyes Obreras. Se indicó que esta limpieza de micro basurales callejeros forma parte de un plan de trabajo que incluye a distintos sectores de la ciudad.
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Los basurales siguen ganando terreno en las costas del río
Un descuido que afecta la estética de la ciudad y genera riesgos para la salud. La humareda a ambos lados del cauce es permanente
Tanto en la costanera norte, como en la sur del río Cuarto pululan los basureros. Muchos nuevos, y otros no tanto, conforman un desagradable paisaje que perturba el tránsito vehicular y afea ese espacio público visitado por miles de vecinos, situación que se agrava por los permanentes incendios, cuyo humo se disemina en amplios sectores, llevando consigo un pútrido olor insoportable.
Se suman elementos de vidrio, aluminio, latas, hierro, papel y plástico, además de pañales, toallitas descartables y pilas, más los orgánicos que fermentan al rayo del sol.
Ayer, con el suave viento que sopló, durante toda la jornada se mantuvo vivo el fuego de varios de estos depósitos callejeros a cielo abierto y lo que debiera ser una zona parquizada, limpia y atractiva, estuvo cubierta por una nube gris y hedionda.
En las inmediaciones del nuevo puente en construcción, que unirá Banda Norte con el Hospital, los finales de las calles Enfermera Rosa de Olivares, Río Juramento y Río Colorado tienen la mitad de la calzada ocupada por desperdicios de todo tipo. Hay cajas, plásticos, bolsas, colchones, ruedas de vehículos de gran porte, bidones y un sinnúmero de desechos. Sólo queda espacio para el paso de un vehículo por vez.
También en esta ribera sur la basura invade el propio espacio parquizado del Paseo Sobremonte. Junto a los asadores, hay bolsas de residuos y basuras varias diseminadas en el césped.
Y un clásico es el basural del barrio Chino, que a pesar de que la Municipalidad prometió erradicarlo hace 20 días, sigue creciendo y generándole dolores de cabeza a los vecinos del barrio Ferroviario, que desde hace mucho tiempo piden que saquen ese foco de contaminación que tienen instalado en las puertas de sus casas.
La costanera norte, entre el puente Juan Filloy y el carretero tiene gran parte de su recorrido ocupado por basureros, que se conectan unos con otros, a lo largo de varias cuadras. Allí, las quemas son permanentes y el humo está a la vista de todos quienes transitan cualquiera de esas dos vías de comunicación.
Las bolsas de plástico, los escombros, los animales muertos, los restos de podas, las botellas, los aerosoles y una variada gama de residuos acompañan el cauce del río hasta más allá del Paso del Indio.
Hubo promesas de mayor cuidado sobre este lugar de esparcimiento que recorre gran parte de la ciudad, pero las medidas, si es que se tomaron, no parecen haber sido efectivas. Este descuido no sólo afecta la estética de la ciudad, sino que también genera riesgos para la salud, bien sabido es que los basurales a cielo abierto provocan serios problemas de contaminación del suelo, el aire y el agua.
Estos depósitos están ahí, sin tratamiento alguno, acumulando basura en terrenos inadecuados.
Hay montañas de desechos, las bolsas se dispersan por todos lados, y abunda el olor putrefacto de animales muertos, y de vísceras y huesos quemados. El coctel repugnante se completa con la proliferación de insectos y roedores.
Cuando se tira la basura a cielo abierto hay riesgos de enfermedades para la población debido a que comienzan a generarse vectores como ratones, moscas y otros tipos de plagas que transmiten enfermedades. Por lo que una de las consecuencias negativas de esta práctica tiene directa relación con la salud de la población.
El tipo de sustancias que se queman en estos basurales incluyen residuos peligrosos que pueden generar problemas importantes.
Limpieza callejera detrás del hipódromo
La Municipalidad limpió ayer cuatro cuadras de la calle Marcos Lloveras, detrás del hipódromo, donde había un basural.
Igual tarea se realizó días anteriores en el barrio Oncativo y en las calles Paul Harris y Leyes Obreras. Se indicó que esta limpieza de micro basurales callejeros forma parte de un plan de trabajo que incluye a distintos sectores de la ciudad.
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