23 oct 2008
El efecto del adelanto de hora es mínimo
2:28 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Diario de Villa María (23/10/2008)
Los médicos creen que el efecto del adelanto de hora es mínimo
El adelanto de hora que rige desde el domingo en la provincia de Córdoba, en consonancia con otros once distritos del país, provoca quejas en la gente. En los comerciantes, particularmente, la decisión que tiene como objetivo ahorrar energía, les causó dolores de cabeza porque los clientes concurren a los locales más tarde y, por ende, deben trabajar más que lo habitual, salvo que estén dispuestos a perder ventas.
En cuanto a la salud, los médicos consideran que este adelanto de hora ocasiona efectos mínimos.
“Lo que se recepta en el Hospital es la queja popular al cambiar un hábito. Pero, al menos en mi caso, no he recibido ningún paciente con una patología manifiesta por el cambio de hora”, explicó la médica laboral Estela Rodríguez a EL DIARIO, en el Pasteur.
“Provoca cambios en las personas que tienen muy marcadas las rutinas y tienen un esquema de vida. Al romperse el esquema, puede alterarse su ritmo de vida”, advirtió la profesional.
“Pienso que a muy poca gente este adelanto de hora puede causarle un trastorno orgánico real, pero sí hay trastornos emocionales que en algunos pueden ser menores y en otros mayores, aunque con el correr del tiempo estos desaparecen”, subrayó.
Otro de los médicos abordados en el nosocomio de barrio Lamadrid fue Carlos Gagliano. “Hay un ritmo biológico que se ve alterado por un cambio arbitrario por una cuestión energética. El cuerpo sigue el ritmo biológico, de modo que se produce inicialmente una alteración hasta que el ritmo biológico se acostumbre al nuevo horario”, explicó.
“El organismo está acostumbrado a cuando sale el sol y cuando se pone el sol. Ese es el ritmo biológico. Obviamente, al principio, uno se duerme una hora después. Es un trastorno mínimo, pero que afecta individualmente. Hay una adaptación individual: hay quienes pueden acostumbrarse rápidamente y otros que no lo logran, por lo que tienen una hora menos de sueño”, alertó el especialista.
“Creo que los chicos, en general, se adaptan mejor”, remarcó.
Por su lado, el médico José Angelone, a cargo de la Guardia del Pasteur ayer a la mañana, sostuvo que “la alteración en el ritmo circadiano es menor”, porque una hora no causa una gran variación.
En la calle
Los comerciantes son los que peor la están pasando con los cambios en los relojes.
Ayelén, del local de ropa 47 Street, confesó que el adelanto de hora no le gusta. “Me está costando mucho. La gente viene más tarde. El movimiento comercial se ha frenado en las últimas semanas y además con esto los clientes llegan más tarde.” Aquí, el horario de cierre es a las 20.30. “Pero son las 21, 21.15 y seguimos acá, porque la gente empezó a venir a las 19”, contaron sus compañeras.
En el Hotel Presidente, la conserje Graciela comentó que “entro a trabajar a las seis de la mañana habiendo dormido menos, porque ceno más tarde”. En la misma cuadra, Raúl, propietario del quiosco Buensabor, dijo que “el horario me parece que causa algunas complicaciones”, pero recalcó que no ha escuchado comentarios de la gente. “Los clientes vienen más tarde, pero no podría atribuirlo al adelanto de hora. Venimos atravesando días flojos” en ventas.
“No me gusta el cambio. Todo el mundo se queja, se duerme menos, los clientes a las 21 siguen dando vueltas por el centro porque es de día y se quejan que uno cierra a las 20.30”, se lamentó Yanina desde Blanco y Beige.
Giselle, de un local de ropas de calle Corrientes al 1000, reveló que desde ayer modificaron los horarios: de 16.45 a 20.45, quince minutos más tarde que lo habitual. Buscarán así contener al público que sale más tarde a comprar. “No le veo sentido a este cambio”, opinó.
En consonancia, Leandro, del local vecino -del mismo rubro- contó que también optaron por abrir media hora más tarde.
La crisis se nota
Tanto en el recorrido que realizó EL DIARIO el sábado pasado, para conocer el nivel de ventas del Día de la Madre, como ayer, para recoger opiniones sobre el nuevo huso horario, se observaron caras largas entre los comerciantes por la caída en la actividad comercial en las últimas semanas. Un dato: el centro registraba poco movimiento en ambas jornadas.
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Los médicos creen que el efecto del adelanto de hora es mínimo
El adelanto de hora que rige desde el domingo en la provincia de Córdoba, en consonancia con otros once distritos del país, provoca quejas en la gente. En los comerciantes, particularmente, la decisión que tiene como objetivo ahorrar energía, les causó dolores de cabeza porque los clientes concurren a los locales más tarde y, por ende, deben trabajar más que lo habitual, salvo que estén dispuestos a perder ventas.
En cuanto a la salud, los médicos consideran que este adelanto de hora ocasiona efectos mínimos.
“Lo que se recepta en el Hospital es la queja popular al cambiar un hábito. Pero, al menos en mi caso, no he recibido ningún paciente con una patología manifiesta por el cambio de hora”, explicó la médica laboral Estela Rodríguez a EL DIARIO, en el Pasteur.
“Provoca cambios en las personas que tienen muy marcadas las rutinas y tienen un esquema de vida. Al romperse el esquema, puede alterarse su ritmo de vida”, advirtió la profesional.
“Pienso que a muy poca gente este adelanto de hora puede causarle un trastorno orgánico real, pero sí hay trastornos emocionales que en algunos pueden ser menores y en otros mayores, aunque con el correr del tiempo estos desaparecen”, subrayó.
Otro de los médicos abordados en el nosocomio de barrio Lamadrid fue Carlos Gagliano. “Hay un ritmo biológico que se ve alterado por un cambio arbitrario por una cuestión energética. El cuerpo sigue el ritmo biológico, de modo que se produce inicialmente una alteración hasta que el ritmo biológico se acostumbre al nuevo horario”, explicó.
“El organismo está acostumbrado a cuando sale el sol y cuando se pone el sol. Ese es el ritmo biológico. Obviamente, al principio, uno se duerme una hora después. Es un trastorno mínimo, pero que afecta individualmente. Hay una adaptación individual: hay quienes pueden acostumbrarse rápidamente y otros que no lo logran, por lo que tienen una hora menos de sueño”, alertó el especialista.
“Creo que los chicos, en general, se adaptan mejor”, remarcó.
Por su lado, el médico José Angelone, a cargo de la Guardia del Pasteur ayer a la mañana, sostuvo que “la alteración en el ritmo circadiano es menor”, porque una hora no causa una gran variación.
En la calle
Los comerciantes son los que peor la están pasando con los cambios en los relojes.
Ayelén, del local de ropa 47 Street, confesó que el adelanto de hora no le gusta. “Me está costando mucho. La gente viene más tarde. El movimiento comercial se ha frenado en las últimas semanas y además con esto los clientes llegan más tarde.” Aquí, el horario de cierre es a las 20.30. “Pero son las 21, 21.15 y seguimos acá, porque la gente empezó a venir a las 19”, contaron sus compañeras.
En el Hotel Presidente, la conserje Graciela comentó que “entro a trabajar a las seis de la mañana habiendo dormido menos, porque ceno más tarde”. En la misma cuadra, Raúl, propietario del quiosco Buensabor, dijo que “el horario me parece que causa algunas complicaciones”, pero recalcó que no ha escuchado comentarios de la gente. “Los clientes vienen más tarde, pero no podría atribuirlo al adelanto de hora. Venimos atravesando días flojos” en ventas.
“No me gusta el cambio. Todo el mundo se queja, se duerme menos, los clientes a las 21 siguen dando vueltas por el centro porque es de día y se quejan que uno cierra a las 20.30”, se lamentó Yanina desde Blanco y Beige.
Giselle, de un local de ropas de calle Corrientes al 1000, reveló que desde ayer modificaron los horarios: de 16.45 a 20.45, quince minutos más tarde que lo habitual. Buscarán así contener al público que sale más tarde a comprar. “No le veo sentido a este cambio”, opinó.
En consonancia, Leandro, del local vecino -del mismo rubro- contó que también optaron por abrir media hora más tarde.
La crisis se nota
Tanto en el recorrido que realizó EL DIARIO el sábado pasado, para conocer el nivel de ventas del Día de la Madre, como ayer, para recoger opiniones sobre el nuevo huso horario, se observaron caras largas entre los comerciantes por la caída en la actividad comercial en las últimas semanas. Un dato: el centro registraba poco movimiento en ambas jornadas.
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