30 oct 2008

Acuerdo con Cliba hasta fin de enero

La Voz del Interior (30/10/2008)
Lo que no tapó la basura



La crisis de la higiene urbana reeditó la pelea Giacomino-Juez. También la alianza estratégica que el intendente trabó con el kirchnerismo y el Gobierno provincial.
Más de cuatro mil toneladas de basura dispersas en calles y veredas de la ciudad convirtieron a Córdoba en las últimas 48 horas en el mayor basural a cielo abierto de la Argentina. Aunque sin rigor estadístico, hasta se podría asegurar que fue el más grande de Sudamérica.
Un (des) mérito que dolió a los 1.315.540 habitantes de la capital provincial que registró el reciente censo local. Córdoba, que mantiene una pelea histórica con Rosario por el privilegio de ser la segunda ciudad del país, al menos en los últimos dos días no tuvo competencia en la carrera por ser la más sucia.
Al final de la tarde, la solución de emergencia trajo algo de alivio al intendente Daniel Giacomino y, sobre todo, a los cordobeses. El municipio prorrogó el contrato a la empresa Cliba por 60 días y anoche los recolectores volvieron a sus tareas. Se prepara el lanzamiento de la empresa municipal de higiene, que por ahora despierta más dudas que certezas.
Tanta basura no alcanzó para tapar tantos errores, desidia, intereses, intrigas y peleas políticas en este entuerto, en el cual estuvieron involucrados el municipio, el Gobierno provincial y la Nación. Algunos de los protagonistas estuvieron expuestos y otros ocultos, en una pulseada que tuvo de rehenes a los capitalinos, que vieron atónitos cómo las bolsas de residuos en las veredas se convertían en incipientes cordones montañosos pestilentes.
El amago de retiro de la prestataria Clima y la reacción inmediata del gremio de la basura (Surbac) para defender el millar de puestos de trabajo eran una crisis que se palpaba desde hacía meses. Pero sorprendió al intendente Giacomino y a sus funcionarios más cercanos.
Luego de 11 meses de gestión, la administración giacominista pasó de tener la solución al urgente problema de la limpieza de la ciudad en un ambicioso llamado a licitación que quedó desierto, a esta realidad de tener que armar una empresa estatal al ritmo del apuro de los reclamos de los cordobeses.
La prórroga a Cliba por 60 días dará al municipio la posibilidad de poner en marcha la empresa municipal Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese). Pero hay una amarga sensación que los funcionarios municipales no pueden despejar: la nueva empresa estatal de higiene –como la Tamse del transporte urbano– puede perder plata (fondos públicos que provienen del pago de impuestos) y nadie garantiza que prestará bien el vital servicio de limpieza.
Intrigas. Detrás de las interminables reuniones para buscar una solución a la crisis, hubo intrigas y peleas políticas que las toneladas de basura no pudieron ocultar. Los funcionarios municipales rezongaron en la intimidad por la herencia recibida. Le achacan a la administración de Luis Juez no haber resuelto el problema de la basura.
“No tener conflictos fue la apuesta de Juez. Con esa postura, pateó para adelante muchos problemas que pudo resolver en una mejor situación económica del país”, tiró por elevación un hombre de confianza del intendente.
Desde la otra vereda, los juecistas, que decidieron tener un bajo perfil, no dudaron en echarle la culpa a Giacomino por este conflicto. “Acumuló una deuda con Cliba de más de 50 millones de pesos en seis meses. Nosotros no dejamos ni un peso de deuda. Los 30 millones que refinanciamos venían de la gestión de Kammerath”, argumentó un ex funcionario municipal, que hoy recita el pensamiento del ex intendente.
Ambas partes tienen algo de razón. Es cierto que Juez pateó la solución del problema a su sucesor, pero la deuda (casi 90 millones de pesos) que reclama Cliba es responsabilidad de esta gestión.
¿Solo? Hasta ayer al mediodía, Giacomino parecía solo en la crisis más profunda que convulsionó a su gestión. Sin embargo, por lo bajo, hubo intensas gestiones desde la Casa Rosada y la Casa de las Tejas para apagar el fuego de la rebelión de los empleados del Surbac liderados en el ámbito nacional por el camionero Hugo Moyano.
El propio intendente inició gestiones el lunes con el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, para solicitar ayuda nacional. Pero un funcionario provincial que conoce los recovecos del poder K lo aconsejó en medio de un conflicto creciente: “Moyano sólo escucha a los Kirchner y a (Julio) De Vido. Cambiá de interlocutores”. Aunque nadie lo admitirá, fue el influyente ministro de Planificación Federal quien intercedió ante el líder cegetista.
Cuando parecía que la llegada de Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT, iba a recalentar el clima en Córdoba, en realidad fue una contención para los recolectores locales que tenían rodeada la Municipalidad de camiones cargados con basura maloliente.
Ayer, desde la Rosada, hicieron gestiones, ya con la intervención pública del ministro del Interior, Florencio Randazzo. Mientras, en Córdoba el Gobierno provincial también se movió para auxiliar a Giacomino. El ministro de Gobierno, Carlos Caserio, utilizó su vieja amistad con Moyano para pedirle tranquilidad en el reclamo.
El funcionario provincial también habría intercedido para gestionar un encuentro entre Moyano y Giacomino, anoche en Villa Carlos Paz. Allí, el líder de la CGT habría aceptado que los recolectores pasaran al ámbito municipal, preservando el salario y la antigüedad. El intendente debe resolver con Roggio quién paga las indemnizaciones.
Ayer por la tarde, el gobernador Schiaretti amenazó con decretar la emergencia ambiental. Su solución llegó tarde. En ese momento, en la Secretaría de Trabajo se arribó a la solución provisoria.
En 48 horas, Giacomino comprobó que sus aliados no lo dejaron solo. Aunque está en deuda con quienes lo votaron. A punto de cumplir un año de gestión, aún no pudo consolidar su promesa electoral más importante: que iba a mejorar la ciudad. Hoy tiene poco para mostrar, mientras las dificultades alimentan la bronca de los vecinos.
A Giacomino se le va acabando el tiempo de mirar para atrás y culpar a Juez, su ex amigo y socio político. Los cordobeses le reclaman las soluciones que prometió durante la campaña. El intendente apostó todas sus fichas a su alianza estratégica con los Kirchner, pero la realidad no le da respiro. Ayer logró una salida de emergencia, mientras la gente le exige soluciones definitivas a los problemas de la ciudad.

Ver Noticia On Line


Acuerdo con Cliba hasta fin de enero

Anoche comenzó la recolección en el centro. Los empleados del enterramiento levantaron la toma que amenazaba la prestación. Mirá el video.
El conflicto de 72 horas que tapó de basura a la ciudad de Córdoba se solucionó ayer mediante un acta firmada en la Secretaría de Trabajo de la Provincia a través de la cual la Municipalidad de Córdoba y la empresa Cliba acordaron una prórroga de 60 días en el contrato precario que vencía hoy. Si el municipio paga en término, el servicio se extenderá un mes más, hasta el 31 de enero próximo.
La Municipalidad se comprometió oficialmente a respetar un cronograma de pago de unos 14 millones de pesos al mes establecido en el acta, a garantizar la continuidad laboral de los más de mil empleados operativos de Cliba y a cancelar parcialmente la deuda de más de 85 millones de pesos que mantiene con la empresa.
La prestataria anunció que hacia la 0 de hoy comenzaría a recoger la basura que anoche cubría buena parte del centro de la ciudad, y que en el transcurso de la jornada empezaría a recolectar en los barrios.
Ese plan se vio amenazado anoche, cuando unos 60 empleados de Cliba encargados de enterrar la basura tomaron el predio de Potrero del Estado en reclamo por un cambio de gremio. Al cierre de esta edición, cuando se esperaba que la Justicia ordenara el desalojo del predio, los trabajadores levantaron la toma y permitieron el ingreso de los primeros camiones que llegaban del Centro cargados con basura.
Apoyos tardíos. Cliba y el municipio llegaron al acuerdo hacia el mediodía y lo formalizaron a media tarde. Cuando el conflicto parecía superado, un curioso comunicado del Gobierno de Córdoba informó que el gobernador Juan Schiaretti "había decidido decretar la emergencia ambiental y presentarse ante la Justicia para obligar a la concesionaria a retirar la basura" en caso de que el paro continuara.
Desde el municipio se informó que también estaba listo un esquema de emergencia para que la Policía, Gendarmería y camiones particulares salieran a juntar bolsas de basura. También aseguraron que la otra decisión era la incautación de los camiones de Cliba y la prestación directa del servicio.
Superado el conflicto, el intendente Daniel Giacomino, acompañado por el viceintendente Carlos Vicente y todos los concejales del bloque oficialista, brindó un mensaje a la población en el que explicó el acuerdo, ratificó la creación de una empresa municipal y pidió disculpas y paciencia.
Desde el Grupo Roggio aseguran que el acuerdo fue posible por el hecho de que el municipio aceptó la formalización de un cronograma de pagos de la deuda reciente y la cancelación en término de las prestaciones de noviembre y diciembre.
"El origen del conflicto fue el incumplimiento municipal, y la solución llegó cuando las autoridades asumieron la responsabilidad de respetar un cronograma de pagos", indicó Ricardo Leiva, adscripto a la presidencia del Grupo Roggio. La empresa desmintió que algún momento de la discusión hubiera pretendido que el municipio asuma el pago de indemnizaciones.

Ver Noticia On Line


Riesgos para la salud

La buena disposición de residuos es uno de los pilares básicos de la salud pública. Cuando la basura queda expuesta, implica un riesgo sanitario importante, que puede producir más de una veintena de enfermedades. Las más frecuentes son diarreas, vómitos, gastroenteritis y hepatitis A, pero la lista es mucho más larga.
Muchas son transmitidas a través de insectos y roedores. Ocurre que los desechos actúan como reservorios de mosquitos, cucarachas, moscas y ratas, que trasladan los gérmenes de un lado a otro y pueden transmitirle diversas enfermedades al ser humano, entre las que se cuentan la fiebre tifoidea, salmonelosis, cólera, disentería, leptospirosis, triquinosis, teniasis y toxoplasmosis.
Un peligro que acarrea la permanencia de la basura dentro de las bolsas es el escurrimiento de sus líquidos. Cuando éstos entran en contacto con el agua facilitan la transmisión por vía hídrica de virus y parásitos, lo cual causa enfermedades como hepatitis A, leptospirosis y otras.
Otro riesgo lo constituyen las latas y vidrios sueltos, que pueden producir infecciones como el tétanos.
La disposición de residuos inorgánicos también constituye un problema. Elementos tales como pilas, pinturas, solventes y baterías, entre otros, contienen metales pesados, que al entrar en contacto con el ambiente pueden producir patologías en la piel, ojos y vías respiratorias.
“Si la exposición a la basura persiste, pueden producirse brotes de estas enfermedades, sobre todo las virales”, explica el médico Daniel Pizzi, director del Hospital Pediátrico.
El médico sostiene que la acumulación de basura en la vía pública es una amenaza a la calidad de vida de los habitantes, “sobre todo en una ciudad de grandes dimensiones como la nuestra”, enfatiza.
En tanto, se recomienda a la población tomar una serie de prevenciones: tomar agua segura, mantener los alimentos tapados y alejados de insectos y roedores, y envolver las bolsas de residuos correctamente.

Ver Noticia On Line


Qué podemos hacer en casa

La crisis desatada por la falta de recolección de residuos obligó a los cordobeses a agudizar el ingenio en los últimos cuatro días para disminuir su producción habitual de basura, en una ciudad que en los últimos 15 años duplicó la cantidad de desechos.
La clasificación y el manejo responsable de los residuos por parte de los ciudadanos y la creación de planes de reciclaje conforman las estrategias de “basura cero”, un viejo reclamo de Greenpeace y otras organizaciones ambientales de todo el mundo.
Ante la falta de servicios de recolección, el titular de la Funam, Raúl Montenegro, aconsejó evitar el consumo de productos que incluyan un exceso de “basura potencial”.
“Se trata de la mercadería que tiene más envoltorios que los necesarios y de aquellos productos que tienen envases que son descartables, cuando podrían reutilizarse”, explicó.
Montenegro destacó, además, la necesidad de lograr acuerdos entre el Estado y las partes involucradas en la comercialización de esos productos para evitar la producción excesiva de basura.
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Ambiente, Cultura y Desarrollo (Acude), Federico Kopta, dijo que la generación de residuos en Córdoba alcanza la cifra de 50 mil toneladas mensuales.
Kopta sugirió separar los residuos secos (papel, plásticos, botellas) de los orgánicos. “Los secos se pueden mantener durante más tiempo y con eso se alivia el volumen de la basura que puede descomponerse”, advirtió.
La opción del compost. A nivel sanitario, el principal problema de la aglomeración de basura surge de la descomposición de los residuos orgánicos.
Una solución posible es la producción de compost, que puede lograrse a través del almacenaje de material biodegradable. La finalidad es que se transforme en abono para la tierra. “El compost reduce el volumen de residuos, con todos los costos que significa, y además deja el beneficio del abono, que se puede aprovechar en los jardines de las viviendas”, sostuvo Kopta.

Consejos últiles
Los especialistas coinciden en que, más allá de la crisis, es necesario hacer un manejo responsable de la basura .
Clasificación. Hay que separar los residuos secos (papel, cartón, madera) de los húmedos (pañales, restos de comida). También es recomendable seleccionar aquellos residuos que puedan ser reciclados para entregarlos a los carreros.
Consumo. Evitar la compra de productos con más envoltorios de lo necesario. Optar por envases retornables. Comprar alimentos no perecederos a granel o en grandes cantidades.
Solidaridad. Cuando se suspende la recolección, hay que evitar sacar, quemar o tirar basura.

Ver Noticia On Line


Comenzó la recolección, pero por dos días habrá basura en las calles



Desde la medianoche empezó por el área céntrica, donde hay más residuos. Cliba dice que no descuidará los barrios.
En los primeros minutos de hoy y en forma paulatina, la empresa Cliba retomó el servicio de recolección de residuos en la ciudad de Córdoba, tras el levantamiento del paro del gremio que nuclea a sus empleados (Surbac) y que convirtió a la Capital en un gran basural a cielo abierto, en especial el área céntrica.
Cliba calcula que la normalización total del servicio de higiene demorará “dos días”, o sea que el sábado empezaría a verse más limpia la ciudad. Sin embargo, la cantidad de basura que se acumuló permite suponer que insumirá más tiempo recogerla.
El vocero de Cliba, Agustín Heredia Barión, dijo que la recolección comenzará desde el Centro, que fue la zona más crítica y donde se formaron montañas de basura, además de desparramarse cantidades de desperdicios en calles y veredas.
La decisión de arrancar por el Centro no es casual: es el área de mayor volumen de tránsito.
“La tarea se hará lo más rápido que se pueda, con el personal disponible y más de 65 camiones”, manifestó Heredia Barión. Aclaró que no se descuidarán los barrios, donde la basura no se acumuló en igual medida que en el Centro. “Trataremos de ser parejos y de retirar primero los residuos donde más falta haga”, sostuvo.
Hasta las últimas horas de anoche, personal de mantenimiento de Cliba se abocó a “poner a punto” los camiones que saldrían a las calles a recolectar basura, ya que los operarios habían quitado picos a las gomas para que no se pudieran inflar.
Varios de estos camiones estuvieron apostados hasta las 19.30 de ayer frente al Palacio 6 de Julio, cuando los empleados de Cliba decidieron trasladarlos a la base de avenida Circunvalación, luego de enterarse de que el conflicto se había superado.
Acerca del estado de ebriedad en que se vio a muchos empleados de Cliba, Heredia Barión descartó que los camiones sean conducidos por alcoholizados, “Sólo quienes estén en perfectas condiciones saldrán a trabajar, previo test de alcoholemia”, dijo.
Cliba también restituyó los servicios de barrido, desobstrucción de sumideros, limpieza de basurales y tareas especiales.
La zona céntrica, patética. Ayer, la imagen del Centro fue desoladora. Contenedores y tachos no alcanzaron para albergar tanta generación de basura desde consorcios y comercios. El olor fue insoportable (sobre todo, cerca de los mercados Norte y Sud) por la descomposición de los residuos orgánicos. Quienes viven en departamentos se quejaron por los horribles aromas. La plaza San Martín lució sucia. Las bases de las tipas de la Cañada sirvieron como reservorio de centenares de bolsas, muchas de ellas rotas por perros hambrientos. Los turistas se sorprendieron por la basura.
Varios desagües se taparon de basura, a causa de la lluvia que cayó ayer a la madrugada.
Los carreros volvieron a trabajar más que de costumbre y se llevaron la basura domiciliaria, a solicitud de vecinos. Sin embargo, los residuos fueron descargados en cualquier parte y se formaron nuevos basurales.

Ver Noticia On Line


Con menos presión, Crese ingresó al Concejo

Los estatutos de la empresa municipal comenzarán a discutirse el próximo miércoles en las comisiones.
Aprobación. Para la aprobación de la constitución de una empresa sociedad del Estado, se necesitan los votos de los dos tercios de los concejales presentes.
Composición. El Concejo Deliberante está compuesto por 31 ediles, 16 del Frente Cívico y 15 opositores.
A favor. Los 16 ediles del Frente Cívico, más Graciela Nicolás, de Unión por Córdoba.
En contra. Ya adelantaron que rechazarán la conformación de la empresa los bloques Eva Duarte y el bloque de Unión por Córdoba.
Indecisos. El radicalismo y el concejal independiente Fernando Masucci.
Los estatutos de la empresa Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese) tomaron estado parlamentario luego de una sesión especial realizada ayer en el Concejo Deliberante. Con menos urgencia debido al acuerdo alcanzado con Cliba, los ediles comenzarán a discutir el proyecto en las comisiones la semana próxima.
Según se informó desde los diferentes bloques, ya se comenzó a analizar la propuesta enviada por el Ejecutivo municipal, que consta de 19 artículos.
Ahora, el oficialismo intentará llegar a un despacho favorable para la sesión el próximo 11 de noviembre, cuando se trate en primera lectura. Pero para esa fecha también se necesitará haber conseguido el apoyo de al menos un bloque de la oposición, ya que para la aprobación se necesitan al menos los votos de dos tercios de los concejales presentes.
Luego, será el turno de la audiencia pública y posteriormente el tratamiento en segunda lectura para su sanción definitiva, que sería en la sesión del próximo 25 de noviembre.
Sin embargo, los plazos que se manejaban ayer en el Concejo eran mucho más flexibles que en la sesión del martes pasado, cuando se necesitaba que la empresa municipal ya estuviera constituida para el 1º de diciembre.
En cuanto a la oposición, el bloque Eva Duarte, presidido por Olga Riutort, se sumó al de Unión por Córdoba en el rechazo a la constitución de la empresa. Pero aclararon que realizarán los aportes técnicos para que los estatutos no contengan errores legales.
Por su parte, el bloque radical sigue siendo el más permeable a apoyar a la empresa. Si bien su titular, Ramón Mestre, le endilgó al intendente Daniel Giacomino la responsabilidad por la crisis de la basura, evitó adelantar opinión sobre el proyecto.
Por su parte, Giacomino sostuvo ayer que se trabajará para que Crese "pueda hacerse cargo de un mejor servicio en la ciudad". Todo los datos apuntan a que la empresa municipal se encargará de recolectar la basura en la zona norte y gestionará la disposición final de los residuos en el enterramiento sanitario.

Ver Noticia On Line


Importante y urgente

En términos de impacto económico, se trata del contrato más abultado que paga el municipio (promedia el 10 por ciento del presupuesto). Y como prestación, no hay otra –ni siquiera el transporte – que incida tan fuertemente en las condiciones de vida de los vecinos. El servicio de recolección de residuos es relevante desde el costado que se elija mirarlo.
Esa certeza no impide cotejar, sin embargo, que en las últimas dos décadas la importancia proporcional que el tema tiene para cualquier gestión, en el caso de Córdoba no cosechó como correlato el tiempo y esfuerzo que invirtieron los sucesivos intendentes para darle una solución duradera.
La anterior renovación contractual, a cargo del radical Rubén Martí (1991-1999), apeló a sucesivas prórrogas a la prestataria (también era Cliba) para que la ciudad no quedara sin servicio. Luego, Germán Kammerath se abrazó a la emergencia económica pos-crisis de 2001 para mandar al freezer los reclamos de actualizaciones de precios de Cliba. Su sucesor, Luis Juez, asumió sabiendo que al promediar su mandato vencía el vínculo con esa firma, pero igual eligió dejarle la tarea de licitar a quien lo siguiera en el Palacio 6 de Julio.
Daniel Giacomino tomó la posta e intentó, al menos en los papeles previos, dar vuelta la página, dibujando en los pliegos un cambio rotundo en el modelo de recolección. No lo logró y ahora tiene en la basura no sólo un tema importante, sino urgente, que puede resultar una bisagra para su gestión según cómo lo resuelva.
Paradójicamente, uno de los rubros en el que más expectativas de mejoría había generado el intendente era en el servicio de limpieza. Ahora las pretensiones cayeron en el tobogán de la urgencia es por zafar.

Ver Noticia On Line


Los Moyano, la sombra de Covelia y la basura de Córdoba

La sensación de que las verdaderas razones del conflicto de tres días que tapó a Córdoba de basura no fueron dichas en ningún momento, se transformó casi en una certeza tras el acuerdo al que arribaron ayer la Municipalidad y la empresa Cliba. Si el arreglo sólo exigía el compromiso municipal de pagar en término, no se explica por qué el conflicto gremial llegó al punto que llegó.
La gravitante presencia de Pablo Moyano, titular de Camioneros y su padre Hugo, jefe de la CGT, es el detalle que más suspicacias genera en esta historia. Para terminar de desconcertar, anoche hubo verdaderos festejos en el gabinete municipal por el supuesto logro de haber impedido el desembarco en Córdoba de la controvertida firma Covelia.
“Esto fue una extorsión de dos empresas que se cartelizaron, se repartieron la ciudad y no pudieron concretar la maniobra porque la licitación de la basura quedó desierta”, indicaron desde el círculo más íntimo de Daniel Giacomino.
Covelia presta servicios en numerosos partidos del conurbano bonaerense, donde al unísono se la vincula con los sindicalistas Moyano, que además digitan los movimientos de los recolectores de residuos a través de Camioneros. Tanto Covelia como Camioneros niegan rotundamente tal vinculación.
La lectura extraoficial dentro del Palacio 6 de Julio une una larga lista de elementos: los precios siderales que presentaron Cliba y Covelia en la fallida licitación, las propuestas fuera de pliego que también elevaron ambas firmas, la tercera empresa que compró los pliegos de 150 mil pesos una hora antes de la apertura de sobres y nunca se presentó, son algunos de esos elementos.
Ahora se suma la oposición de los recolectores liderados por Moyano a la creación de una empresa municipal, y la feroz medida de fuerza dispuesta en defensa de puestos de trabajo que nunca estuvieron en riesgo: los empleados de Cliba tienen garantizada la continuidad laboral, la indemnización por el cambio de empleador y el respeto de sus años de antigüedad. No hay otro gremio que goce de esas condiciones.
Tanto desde el Grupo Roggio como desde el Surbac aseguran que la lectura oficial es un verdadero disparate, y que el conflicto fue por el incumplimiento en los pagos por parte del municipio.
Anoche el intendente Daniel Giacomino y Hugo Moyano tuvieron una larga reunión a solas. El tiempo dirá si la empresa Covelia realmente se queda afuera del negocio de la basura en Córdoba.

Ver Noticia On Line


La opinión de dos ex intendentes

Germán Kammerath Intendente de Córdoba 1999-2003
Considera que el servicio actual es valorado por los vecinos
Pese a su condición ideológica de liberal, bajo su gestión la Municipalidad creó la empresa estatal Tamse, para prestar el servicio de transporte en un tercio de la ciudad. No obstante, hoy Germán Kammerath está lejos de reivindicar ese paso; sólo lo justifica por el particular contexto de aquel momento: plena crisis de 2001, quiebra de la empresa Siglo 21, e imposibilidad de que prestadores privados tomaran el excedente de choferes.
Si bien aclara que “no sería serio” de su parte dar una opinión terminante porque no conoce los detalles del tema, Kammerath plantea que el escenario que ofrece hoy el servicio de recolección de basura es muy diferente. “Está claro que es una prestación muy sensible para la ciudad, pero el rendimiento laboral de los empleados y su productividad son muy buenos. El desempeño de la empresa (Cliba) históricamente ha estado bien conceptuado entre los vecinos”, dijo, al fijar contrastes con el transporte.
“Hablamos de un servicio que claramente en el sector privado tiene buena performance y a priori no veo que se pueda prestar de la misma manera en el Estado. Por lo que está siendo la experiencia de la Tamse en transporte, no parece que la ciudad pueda obtener rendimientos laborales similares a los que brindan los recolectores con Cliba”, opinó. Aún así, consideró que no es bueno que la ciudad esté a expensas de un prestador privado monopólico.

Luis Juez Intendente de Córdoba 2003-2007
Más cerca de Cliba que de la municipalización del servicio
Por su enfrentamiento político sin retorno con Daniel Giacomino y por el revuelo que arma cada vez que opina de la gestión, Luis Juez prefiere no referirse en público al conflicto de la basura. No obstante, se sabe –a través de sus allegados– que critica la “impericia” y la “falta de rumbo” del actual intendente.
Juez cuestiona que el pliego y los costos de la licitación oficial estaban fuera de las chances reales de pago de la ciudad; que el municipio vio primero con simpatía la participación de la firma Covelia y luego la descartó; y que Giacomino acumuló en 2008 una gran deuda con Cliba, que ahora pone a la empresa en inmejorables condiciones para exigir con más fuerza en cualquier negociación.
Respecto a las posibles salidas, trascendió que -si fuera intendente- Juez no hubiera descartado una contratación directa con Cliba o bien que sería partidario de recomponer las cargas con esa empresa, previo intento de achicar la deuda actual de 90 millones de pesos, echando mano a alguna ingeniería financiera (bonos, préstamos).
Respecto a la posible municipalización del servicio, critica que Giacomino nunca la previó seriamente como plan B. “Si esa era una opción, ¿por qué en lugar de seguir comprando colectivos para el servicio diferencial, no priorizaron camiones para recoger la basura?”, plantea Juez entre los suyos.

Ver Noticia On Line


Lo acordado

90 días más. El contrato con la empresa Cliba se prorroga por 60 días para toda la ciudad y en las actuales condiciones, con la opción de extenderse 30 días más. Esto lleva la continuidad de la empresa del Grupo Roggio hasta el 31 de enero próximo.
Pago garantizado. El acta acuerdo establece un cronograma de pago del servicio por parte del municipio. Extraoficialmente se informó que la Nación comprometió asistencia financiera en caso de que el municipio no logre reunir los casi 14 millones de pesos mensuales.
Compromiso por la deuda. De manera también extraoficial, se conoció que el municipio prometió destinar un tercio del crédito de 60 millones de pesos que le concederá el Banco Nación al pago de una parte de la deuda con Cliba.

Ver Noticia On Line

----------------------------------------------------------------------------------

La Mañana de Córdoba (30/10/2008)
Cliba sigue hasta fin de año y se normaliza el servicio



Los recolectores levantaron las medidas de fuerza luego del acuerdo alcanzado por el municipio con la actual prestataria. Decisiva participación del ministro del Interior, Florencio Randazzo, para destrabar el conflicto.
La Municipalidad de Córdoba acordó con Cliba su continuidad por 60 días, con lo cual el servicio de recolección de basura y barrido estaría asegurado al menos hasta fin de año. El convenio se firmó ayer por la tarde, tras dos jornadas de arduas negociaciones en las que participaron funcionarios municipales, autoridades empresariales y representantes gremiales.
Con la ciudad tapada de basura, debido al paro realizado por trabajadores del gremio de recolectores de residuos (SURBAC), quienes reclamaban garantías de estabilidad laboral, tras la amenaza de Cliba de discontinuar la prestación, el municipio aceptó la propuesta de la firma del Grupo Roggio de prorrogar el contrato de concesión por 60 días, con opción a 30 días más.
La promesa de la Municipalidad fue abonar la deuda que mantiene con la empresa (la deuda vencida rondaría los 42,3 millones de pesos) y pagar en término y en un 100 por ciento el canon fijo mensual acordado por la extensión del contrato de 15 millones de pesos correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre. De esa cifra, 10 millones, serían aportados por el municipio y 5 millones llegarán desde la Nación (posiblemente a través de un crédito otorgado por el Banco Nación).
Con el titular del gremio de camioneros, Pablo Moyano, a la cabeza, los trabajadores de Cliba, también se alzaron con un apetitoso botín. La empresa abonará una suma fija por única vez de 1.150 pesos, y además no se le descontarán los días no trabajados, de acue mado al término de la audiencia realizada ayer en la Secretaría de Trabajo de la Provincia, en la que participaron el intendente Daniel Giacomino, directivos de la compañía, dirigentes del gremio SURBAC y el líder camionero, quien llegó desde Buenos Aires especialmente para participar de las negociaciones.
La ayuda financiera que bajó desde la Nación (15 millones de pesos a pagar en tres veces), tras un contacto telefónico que el intendente Daniel Giacomino tuvo con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, resultó clave para solucionar el conflicto que mantuvo en vilo a la administración municipal durante dos días.
La prórroga otorgada a Cliba le permite al municipio contar con el tiempo necesario para avanzar en el proyecto de creación de Córdoba Recicla Sociedad del Estado (CRESE), iniciativa que será tratada en primera lectura en el Concejo Deliberante el próximo 11 de noviembre (ver aparte).
Con la estatización del servicio de recolección de residuos, Giacomino replica la experiencia de la TAMSE, la empresa estatal de transporte de pasajeros, que se creó para cubrir las rutas menos rentables del servicio ante la falta de empresas interesadas al momento de la licitación.
De la misma manera, de concretarse lo que pretende el municipio, CRESE se haría cargo de la zona norte, dejando en manos de Cliba -si es que la empresa acepta continuar con la concesión una vez que finalice la prórroga acordada ayer- la zona sur y el centro.

Vuelve el servicio
El acuerdo firmado ayer permitió la restitución del servicio. Desde la empresa señalaron que la recolección de residuos comenzaría anoche por el área central, y que el servicio se normalizaría en dos o tres días.
Las medidas de fuerza se levantaron luego de la audiencia realizada en la Secretaría de Trabajo de la Provincia. Pablo Moyano, del gremio de los camioneros, al cual está adherido SURBAC, fue el encargado de comunicarle a los trabajadores, que protestaban frente al Palacio municipal, los resultados de la audiencia.
De esta manera, se puso fin al conflicto que el gremio de los camioneros había amenazado con nacionalizar, ante el inminente despido de los 1.025 empleados de Cliba.
El martes, Moyano se había reunido con el intendente Giacomino para analizar la propuesta de crear una empresa municipal. Al término de ese encuentro, dijo que “no hay nada que garantice” que los empleados pasarán a la nueva compañía estatal.
Ayer circuló la versión de que el titular de la CGT, Hugo Moyano, quien estuvo en Córdoba, se habría reunido con el intendente a fin de analizar la situación de los trabajadores en el marco de la creación de la empresa estatal que asumirá la prestación del servicio.
Por su parte, los 60 trabajadores de Cliba que se desempeñan en la planta de tratamiento de residuos ubicada en Bower tomaron ayer la planta. Reclaman poder afiliarse a SURBAC y dejar de pertenecer a la UOCRA, el gremio de la construcción.

Emergencia ambiental
Antes de que el conflicto de recolección de basura en la ciudad se solucionara, el gobernador Juan Schiaretti había advertido que tenía pensado decretar la emergencia ambiental y presentarse ante la Justicia para obligar a la concesionaria a retirar la basura de las calles de la ciudad.
«Así como es importante que todos los conflictos se puedan solucionar a través del diálogo, es mucho más importante la salud de la población. La ciudad no puede quedar tapada de basura porque hay un conflicto», afirmó el gobernador ayer, horas antes de que la Municipalidad de Córdoba acordara la continuidad de Cliba como prestataria del servicio de higiene urbana.
Schiaretti estuvo en contacto con el intendente Daniel Giacomino y las autoridades de la empresa, mientras que el ministro Carlos Caserio hizo lo propio con el sindicalista Pablo Moyano.
“Me corresponde acercar posiciones y garantizar la salud de la población porque la responsabilidad ambiental es del gobierno de la Provincia», señaló el mandatario.
Por su parte, el ex intendente Luis Juez optó por mantenerse al margen del conflicto.

Ver Noticia On Line


Ediles empiezan a debatir la estatización del servicio

Pasadas las 16 de ayer, antes de que Giacomino conviniera con Cliba extender el plazo de su servicio por 60 días, en el Concejo Deliberante de la ciudad dio comienzo la sesión especial solicitada por el oficialismo y que tenía como fin lograr la mayoría de los votos para el tratamiento preferencial en dos sesiones del proyecto que propone crear CRESE, una empresa Sociedad del Estado para recolección y enterramiento de residuos ideada por el Ejecutivo municipal.
En la sesión, que no duró más de veinte minutos, tomó estado parlamentario el expediente del Ejecutivo municipal con aprobación por mayoría de lo solicitado por el Frente Cívico y Social, establecida ya la primera lectura del expediente para el 11 de noviembre próximo. En un primer momento, por la urgencia que reclama la situación de resolver lo antes posible el conflicto de la basura, trascendió desde el oficialismo que probablemente el martes de la semana próxima, o sea 4 de noviembre, ya tendría lugar la primera lectura del proyecto oficial. Sin embargo, con este plazo más amplio de casi dos semanas, Giacomino parece buscar un poco más de oxígeno para desplegar su ingeniería con el afán de contar con los dos tercios en el Concejo en la primera lectura del expediente. Cabe recordar que el oficialismo necesita los dos tercios de los votos para lograr su cometido, contando con 16 concejales ¿propios? y teniendo que convencer a 6 ediles más para sumar el apoyo de 22 de los 31 concejales y así ganar.
Y quizá al primer sondeo para intuir cómo se comportaría uno de los bloques opositores en la sesión del 11 de noviembre, el intendente lo tenga hoy cuando visite la Casa Radical. A esta casa ha sido invitado por Miguel Nicolás para sumarse a los festejos que recuerdan el 30 de octubre de 1983, cuando el Raúl Alfonsín venció en las elecciones que devolvían la democracia al país. Quien no concurrirá a esta celebración UCR será Ramón Mestre, que ayer en el Concejo, durante el desarrollo de la sesión especial, no pidió la palabra. Extraña su silencio porque había sido él uno de los concejales de la oposición que públicamente más había castigado al municipio y a Daniel Giacomino por los pliegos del servicio de higiene urbana. ¿Será que no quiso perturbar al intendente con acusaciones, mientras su partido le hace invitaciones amistosas?

“Del ridículo no se vuelve”
Ayer, durante la sesión especial en el Concejo, el color estuvo a cargo del concejal de UPC Elvio Sahaspe. El mismo, y en representación de su bloque, solicitó la moción al viceintendente Carlos Vicente para que “arbitre todos los medios a su alcance a los fines de concretar, con carácter de urgencia, la presencia del Sr. intendente municipal licenciado Daniel Giacomino en este recinto de sesiones en un todo de acuerdo con los términos del artículo 66° de la Carta Orgánica Municipal” para aclarar, frente al cuerpo de concejales, “realmente qué es lo que estaba sucediendo” con el conflicto de la basura. Se accedió a la votación de la misma y el cuerpo de concejales rechazó, por mayoría, la moción solicitada por Sahaspe. Pero esto no quedó ahí. El concejal de UPC volvió a la carga, más enardecido aún y enfatizando cada una de sus palabras, para reiterar su moción. Vicente accedió a una nueva votación que terminó con el resultado de la primera. ¿Tema cerrado? No. Luego de que la presidenta del bloque oficialista, Graciela Villata, solicitara ir a votación sobre el proyecto que justificaba esa sesión especial, otra vez Sahaspe tomó repentinamente la palabra bajo la advertencia del presidente del Concejo de aplicarle el reglamento si su alocución iba a referirse a la moción por él solicitada anteriormente. Y cuando ya nadie lo creía, Sahaspe insistió. Resultado: Vicente, dirigiéndose al concejal Sahaspe, habló: “Como dijo el general Perón, del ridículo no se vuelve, Sr. concejal”. ¿Final? No. Y sí. El viceintendente prosiguió con el curso normal de la sesión mientras Sahaspe, ahora sin micrófono, vociferaba sin encontrar eco en el recinto.

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs