29 oct 2008
La realidad de la basura en la provincia
2:54 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (29/10/2008)
La basura, un problema para todo el interior
Se construyeron 3 de los 11 vertederos planeados en 1999. Las localidades tratan de encontrar solución a esta dificultad.
Río Tercero, Villa María, Río Cuarto, Villa Dolores. El pasado lunes se firmó un convenio entre la Provincia, la Secretaría de Ambiente de la Nación, la Municipalidad de Córdoba y todas las comunidades regionales de Córdoba. El motivo: comprometerse mutuamente a tratar la problemática de los residuos en general y de los basurales a cielo abierto en particular.
El acuerdo no es el primero, ni mucho menos: parece una costumbre de cada gobierno que comienza su gestión. Pero desde hace años el problema continúa.
Un ejemplo: en 1999, el Gobierno provincial de entonces creó el Programa Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Esta propuesta tenía como fin dar respuesta a los más de 700 basurales a cielo abierto radicados entonces. La estrategia cuenta con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, nueve años después sólo se realizaron tres de los 11 vertederos de basura planeados: el de Traslasierra, el de Villa María y el de Bouwer.
Y la situación no es la mejor en varias ciudades.
"El tema se complica en especial por la compra de los terrenos", cuenta Juan Quaglia, subdirector de Residuos Sólidos Urbanos de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
Y explica que los proyectos más avanzados son los de un vertedero en Río Cuarto –para que funcione con 48 municipios en vez de 12–, para Tercero Arriba-Calamuchita y para el norte-San Justo, en Porteña.
Pelea en Traslasierra. A un año y ocho meses de funcionamiento, el Vertedero Controlado de Residuos Sólidos Urbanos ubicado a cuatro kilómetros al sur de Villa Dolores continúa generando polémica en el valle de Traslasierra. Sin previa separación, unas 35 toneladas diarias de residuos, fuera de temporada turística, es lo que ingresa al enterramiento.
La gestión y administración del vertedero es realizada por el ente Traslasierra Limpia, conformado por los intendentes y jefes comunales del valle. Desde febrero de 2007, casi todas las localidades de Traslasierra llevan su basura directa o indirectamente al enterramiento. Cada una paga un monto de acuerdo a la cantidad de habitantes que tiene. Incluso hay pueblos pequeños que pagan y no llevan su basura por falta de infraestructura para la recolección.
En enero, el intendente de Villa Dolores –la ciudad que más dinero y basura aporta al vertedero– anunció su desvinculación del ente, para construir y gestionar un sistema propio.
No obstante, Villa Dolores continuará aportando el canon mensual y depositando sus residuos en el vertedero hasta que su propio sistema comience a funcionar.
En medio de las tensiones entre el intendente de Mina Clavero y presidente del ente, Alberto Giménez, y su par radical, Juan Pereyra, se espera que la desvinculación de Villa Dolores genere una profunda crisis en el sistema.
El vertedero es evaluado positivamente por la mayoría de los municipios y es el único en Córdoba gestionado sin participación privada.
Dudas en Tercero Arriba. Un predio cercano a la comuna de San Ignacio, cerca del lago de Embalse, podría transformarse en un repositorio final de residuos al que las localidades de Calamuchita trasladarían la basura que producen a diario. Desde la comunidad regional trascendió esta posibilidad.
Por un lado, sería un avance para el no resuelto tema del destino de la basura en esta zona. Por el otro, abre interrogantes con respecto al futuro vertedero regional en Río Tercero, propuesto a la Secretaría de Ambiente de la Nación para localidades de Tercero Arriba y Calamuchita.
De todos modos, para uno u otro hacen falta recursos económicos que los municipios de la zona no tienen. Si no hay aportes nacionales, no habría avances. Calamuchita, como el resto de la provincia, hace años que intenta sin éxito buscarle una solución al destino de sus residuos.
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La basura de la región, entre dos proyectos
Se gestionaba la construcción de un vertedero regional en Río Tercero. Pero en Calamuchita ahora quieren otro.
Embalse, Río Tercero. Un predio cercano a la comuna de San Ignacio, cerca del lago de Embalse, podría transformarse en un repositorio final de residuos, al que las localidades de Calamuchita trasladarían la basura que producen a diario. Desde la Comunidad Regional trascendió que esta posibilidad podría concretarse en poco tiempo.
Por un lado, sería un avance para el no resuelto tema del destino de la basura en esta zona. Por el otro, abre interrogante de este proyecto no haría caer el otro proyecto de un vertedero regional en Río Tercero, propuesto a la Secretaría de Ambiente de la Nación para localidades de Tercero Arriba y Calamuchita.
De todos modos, para uno u otro hacen falta recursos económicos que los municipios de la zona no tienen. Si no hay aportes nacionales, no habría avances.
La idea en Calamuchita. Calamuchita, como el resto de la provincia, hace años que intenta sin éxito buscarle una solución al destino de sus residuos. Se avanzó en varias alternativas, que no prosperaron por razones de costo y por no lograr un sitio vertedero regional: en zonas turísticas ningún pueblo quiere ser sede de un basural regional, aunque se presente con tratamientos adecuados.
"Tenemos una determinación a través de la Comunidad Regional Calamuchita; hay un predio que está en una zona gris, que no pertenece a San Ignacio, que es una cantera que ya no está en actividad. Si el informe de impacto ambiental determina que es un lugar propicio, se va a hacer ahí", señaló el legislador provincial y titular del ente regional Carlos Alesandri.
Consultado por este diario, Alesandri dijo que si bien aún no está el informe definitivo de Ambiente de la Provincia, las informaciones preliminares indicarían que el sitio reuniría las condiciones para este fin".
Sobre la resistencia que generaría la idea en la comuna de San Ignacio, Alesandri replicó: "Más allá de un localismo determinado, debe priorizarse el interés del conjunto. Si seguimos así, con los basurales a cielo abierto, después vamos a tener que reconstruir el lago. Si el estudio geológico y de impacto ambiental lo aprueba, lo haremos allí", reforzó el legislador, quien aclaró que lo que se ejecutaría sería un "repositorio final con tratamiento de residuos". Con eso, aclaró que no se trataría de un simple nuevo basural regional sino de un sitio que trate con mayor cuidado ambiental los residuos.
"Hoy lo que tenemos en Calamuchita son 24 problemas dispersos que se van a ir agudizando con el tiempo; cada uno tira la basura donde quiere, lo que es más contraproducente que centralizarlo y tratarlo como corresponde", señaló Alesandri.
De esta manera, Calamuchita ya no se plegaria al proyecto que impulsa Tercero Arriba, con un repositorio final en Río Tercero.
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Calamuchita planea concentrar su basura cerca de San Ignacio
Tiempo atrás, fueron varias las localidades de Calamuchita, más otras de Tercero Arriba, que firmaron un petitorio conjunto solicitando recursos a la Nación para construir un vertedero regional en el predio del basural riotercerense. Hoy, esa posibilidad quedaría descartada y priorizarían el proyecto de tenerlo más cerca. Muchos apuntan que sería menos oneroso para los municipios. "Llevar la basura desde acá a Río Tercero costaría casi como llevarla a Córdoba", opinaron varios intendentes calamuchitanos.
"Tenemos dos propuestas diferentes, pero las dos son aún proyectos. Cuando haya un vertedero final en Río Tercero vamos a poder llevar los residuos ahí. Y a la vez otra que se está diagramando es en un sitio distinto, dentro de Calamuchita, que Ambiente ha inspeccionado y se están esperando los resultados", opinó el intendente de Santa Rosa, Claudio Chavero.
El intendente aclaró que no se trata de un sitio en San Ignacio, aunque sí cerca de esta comuna. "Es un lugar denominado Cañada Grande", dijo .
"Los costos de flete serían menores y si los entendidos en ambiente dan el visto bueno, sería provechoso", acotó.
"A Villa General Belgrano los costos les resultan imposibles, han tenido que implementar un impuesto nuevo y no saben hasta cuando lo van a poder sostener", apuntó Chavero, al referirse a la experiencia de Villa General Belgrano, municipio que logró erradicar su basural y lleva diariamente sus residuos a Córdoba. Para eso, debe financiar el sistema con un plus que cobra a los vecinos en las tasas.
Malestar en San Ignacio. La idea de construir un repositorio final de residuos en cercanías de San Ignacio despertó la reacción del jefe comunal, Jorge Ordóñez, quien se opone a la iniciativa. Ordóñez dijo que el predio en cuestión se encuentra a cinco kilómetros de la comuna, en una zona gris, pero que integraría su radio de acuerdo a los nuevos planos de ampliación.
Ordóñez apuntó que se contactó con un ingeniero de la Secretaría de Ambiente y le confió que no hay ningún proyecto presentado, pero que técnicos del área visitaron el lugar para analizar la viabilidad de convertirlo en un repositorio. "Si bien visitaron la zona, todavía no han hecho ningún estudio", señaló.
A su vez, comentó que el terreno es una cañada en la que nace un arroyo, lo que no sería adecuado para arrojar basura. El presidente comunal sostuvo que la población se opone con firmeza a la idea.
"El principal temor es que nos perjudique en el aspecto turístico. Se están rematando terrenos en nuestro loteo y el comentario del basural ya nos perjudica", añadió.
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¿Se cae el vertedero en Río Tercero?
El año pasado, una docena de municipios de Tercero Arriba y Calamuchita, firmaron un acta acuerdo para pedir a la nación apoyo económico para crear en Río Tercero un vertedero controlado de residuos, al que enviarían su basura para su tratamiento. El municipio riotercerense dispondría de su ampliado predio del basural con ese fin, ubicado camino a Villa Ascasubi.
Adhirieron a ese proyecto los municipios de Río Tercero, Hernando, Almafuerte, Tancacha, Corralito, Ascasubi, Embalse, Los Cóndores, Villa del Dique, Rumipal, Santa Rosa y Villa General Belgrano.
Pero si los de Calamuchita deciden crear su propio vertedero, ¿se cae el proyecto de hacer el de Río Tercero?, ¿habría apoyo nacional en recursos para uno, para los dos, o para ninguno?
El intendente de Río Tercero, Luis Brouwer de Koning, señaló que "en principio, ese acuerdo sigue en pie", y acotó que "si hay municipios de Calamuchita que deciden ahora otro proyecto, la idea sería continuar acá con los que queden o sumando a otras localidades cercanas". De todos modos, Brouwer dudó que haya apoyo nacional efectivo para crear tantos vertederos en diferentes zonas.
Se estima que un vertedero controlado tiene hoy un costo no menor a los 10 millones de pesos.
El lunes, en Córdoba, hubo una reunión entre todas las comunidades regionales de la provincia (una por departamento) con la secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti. Allí se abordó la problemática de los basurales a cielo abierto. La funcionaria insistió en que habría apoyo económico nacional para proyectos de vertederos, mientras sean para varios municipios, por regiones.
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En Villa G. Belgrano: solución, con costos
“Nosotros estuvimos trabajando con la idea de hacer un vertedero en Río Tercero en el marco de un proyecto con apoyo nacional. Cuando aparece el tema de San Ignacio mi posición dentro de la Comunidad Regional fue plantear que se realice un análisis ambiental, para asegurar que no trajera inconvenientes ecológicos. Si no viene la aprobación de Ambiente de Nación y de Provincia, Villa General Belgrano no va a arrojar su basura allí”, comentó el intendente de Villa General Belgrano, Fabián Hoss. Luego acotó: “Siempre fui de la idea de un solo foco en Río Tercero y hasta firmamos un convenio varios municipios de Calamuchita con ese fin, que elevamos a Ambiente de Nación”, recordó.
Hoss detalló que, cada dos días, un camión con 11 toneladas de residuos domiciliarios de Villa General Belgrano recorre 90 kilómetros hasta Córdoba. “Estamos separando ya el 50 por ciento del residuo que ingresa a la planta, y así reducimos el volumen a transportar. La idea es bajar aún más la cantidad de viajes, porque eso representa un alto costo económico que nos complica”. A esta localidad, sostener el sistema le representa unos 35 mil pesos mensuales, entre traslado y pago al sistema de Córdoba por disposición final. “Estimamos que gastaremos unos 400 mil pesos en residuos este año”, añadió Hoss.
Mientras, los municipios que arrojan su basura en simples basurales a cielo abierto no tienen mayores costos, salvo los ambientales.
Calamuchita tiene unos 50 mil habitantes estables. Algunas localidades, como San Agustín, ya anticiparon que no se sumarían a estos esquemas, por las distancias que le representaría, en cualquier caso, trasladar sus residuos.
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Nuevos proyectos para Villa María y La Laguna
El nuevo convenio firmado con la Nación prevé para Villa María la construcción de dos puntos limpios en esa ciudad, en los que se concentrará la basura domiciliaria para ser clasificada antes de su deposición final en el vertedero distante a siete kilómetros. “Esto nos permitirá reducir a la mitad el costo operativo de la recolección domiciliaria y estirar la vida útil del vertedero, ya que sólo se llevará entre un 20 y un 25 por ciento del residuo”, estimó Pablo González, secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano de la Municipalidad.
Villa María genera 110 toneladas de residuos domiciliarios por día que es trasladada en su totalidad hacia el basural, “un verdeado controlado que funciona muy bien”, sostuvo el funcionario. Con el nuevo sistema, lo recolectado se dividirá en dos para ser procesada en los puntos limpios a ubicarse en los barrios Las Playas y Las Acacias.
En la localidad de La Laguna, situada 191 kilómetros al sudeste de Córdoba, ya enterraron todo su viejo basural y construyeron los piletones para el nuevo vertedero. La Nación envió esta semana el tejido perimetral para el predio, portones para el galpón y los motores para la cinta clasificadora y la prensa de fardos.
El intendente, Edmundo Bosco, estimó que en 15 días la planta estará terminada y antes de fin de año entrará en funcionamiento. Dice que con lo hecho hasta ahora, “el pueblo cambió ciento por ciento, es otro ambiente. No hay más olor a podrido cerca del basural”.
El pueblo no hará más enterramiento. El material orgánico será usado como abono en quintas y campos, mientras que el inorgánico se comercializará. Bosco quiere crear también una fundición de plástico con la idea de recolectar material en 18 localidades a la redonda.
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Negociación polémica en Río Cuarto
Río Cuarto fue una de las primeras ciudades del interior en contar con un enterramiento sanitario de residuos sólidos urbanos y hace más de cinco años que recibe en su predio (camino a La Gilda) basura de la región. No hay quejas en cuanto al tratamiento. Pero la sociedad de economía mixta Gamsur, concesionaria del servicio, se encuentra por estos días negociando con el municipio su tarifa. Y es muy controvertida la situación.
Por un lado, se discute una nueva fórmula polinómica para zanjar diferencias por mayores costos anuales. En ese marco, hay una fuerte discusión por la cantidad de empleados que se le admiten para el cálculo, porcentaje de incremento de insumos, etcétera. La firma pide $ 2,4 millones y el oficialismo estaría dispuesto a reconocerle $ 1,6 millón.
Por otra parte, a fin de año debe considerarse un nuevo contrato. Recientemente, el intendente Juan Jure dejó entrever su vocación de desprenderse de las acciones municipales, y los socios privados le contestaron, en una solicitada, que venderían su 90 por ciento por menos de lo que pensaba el municipio obtener por el 10 por ciento.
En el medio, los trabajadores de la empresa están preocupados por las fuentes laborales. Meses atrás, los obreros volcaron toneladas de residuos frente al Palacio Municipal. Reclamaban nuevos camiones que Gamsur está comprometida a incorporar.
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La Mañana de Córdoba (29/10/2008)
Intendentes estudian “tasa” para la basura
El proyecto sólo está en borradores, pero ya lo aplicarían Oncativo y Mina Clavero. Se trataría de una contribución similar a la que se tributa en el denominado “impuesto al fuego”.
Los intendentes, especialmente desde el bloque peronista y radical, trabajan en la idea de crear una especie de “impuesto al fuego” que permita financiar los costos de la recolección de residuos domiciliarios, luego que el gobernador Juan Schiaretti firmara un convenio con la Nación para el enterramiento sanitario de los mismos para toda la provincia.
La idea de que los vecinos abonen un monto fijo todos los meses para costear los sueldos y mantenimiento de la flota de camiones recolectores de basura, ya se está aplicando en Mina Clavero, con el radical Alberto Jiménez, y en Oncativo, con el peronista Osvaldo Vottero.
Se trata de un monto fijo mínimo (podría ser de 5 pesos para las viviendas familiares y de 10 pesos para los comercios) que iría a un fondo “intangible” que administrarían las Comunidades Regionales para afrontar los costos de la recolección de los residuos sólidos.
Es que el programa que ofreció la Nación es para la construcción de vertederos y las plantas de transferencia, con el fin de lograr el saneamiento del medio ambiente en toda la provincia, pero los intendentes se dan que no cuentan en sus partidas presupuestarias para el tratamiento final de los residuos.
Esta idea, que es una de las tantas que se analiza, permitiría a los intendentes de la provincia (la Capital tiene otros costos y no entraría en este proyecto) poner en ejecución en un año la solución al grave problema de la basura, pero para ello deben ponerse de acuerdo todos los jefes municipales de todos los partidos políticos.
La propuesta nacional de realizar vertederos y playas de transferencia depende de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo, que dispone para la Argentina de un fondo de 680 millones de dólares, pero que se entregarán contra proyectos aprobados por el organismo.
“Si la decisión política de los intendentes es acompañar el convenio podemos resolver el tema en un año, son 680 millones de dólares para la Argentina, a aplicarse en el tratamiento de residuos sólidos domiciliarios”, explicó Osvaldo Vottero, intendente de Oncativo.
El problema es el desarrollo técnico y el financiamiento operativo del proyecto total de recolección y enterramiento de la basura, razón por la cual Schiaretti planteó la necesidad que los gobiernos locales a través de la Comunidades Regionales deben garantizar los recursos para la operatividad del tema. Esto significa resolver cómo se paga el personal, el combustible y el mantenimiento de la flota de camiones compactadores y transportadores.
La inmensa mayoría de los municipios tendría la decisión de avanzar en un programa que permita resolver esta problemática, pero también es clara la dificultad económica, porque no contemplan len sus presupuestos la partida de egreso para el tratamiento final de los residuos.
Un ejemplo palpable ocurre en Cruz del Eje, que tiene un vertedero, y los camiones, pero no hay recursos para poner en marcha el operativo que demanda entre 150 y 200 mil pesos.
Una de las ideas que avanza es generar ordenanzas para el cobro de una suma fija, similar a la que se recauda para el impuesto al fuego con las boletas de EPEC, que funcionaría como una cuenta corriente, ya que si sobra dinero este podría volver al municipio para que lo use el intendente con propósitos de mejorar el medio ambiente. Tampoco representaría lucro para nadie porque sería administrado por las Comunidades Regionales y con fondos afectados únicamente a este fin.
Para Vottero, habría que buscar una fórmula solidaria y responsable que no signifique una erogación sobredimensionada, y la que utilizará en Oncativo a partir de diciembre “es una posibilidad porque cierra el esquema para los intendentes, y Giménez en Mina Clavero tiene ya creada esa tasa”, especificó.
La idea es construir uno o dos vertederos que puedan servir a uno o tres municipios, y de hacer playas de transferencia desde donde se llevarían los residuos, ya sean compactados o prensados en volúmenes de un metro cúbico aproximadamente.
“Si hay un servicio que la gente no perdona que la municipalidad no preste es la recolección de basura”, acotó Vottero.
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La basura, un problema para todo el interior
Se construyeron 3 de los 11 vertederos planeados en 1999. Las localidades tratan de encontrar solución a esta dificultad.
Río Tercero, Villa María, Río Cuarto, Villa Dolores. El pasado lunes se firmó un convenio entre la Provincia, la Secretaría de Ambiente de la Nación, la Municipalidad de Córdoba y todas las comunidades regionales de Córdoba. El motivo: comprometerse mutuamente a tratar la problemática de los residuos en general y de los basurales a cielo abierto en particular.
El acuerdo no es el primero, ni mucho menos: parece una costumbre de cada gobierno que comienza su gestión. Pero desde hace años el problema continúa.
Un ejemplo: en 1999, el Gobierno provincial de entonces creó el Programa Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Esta propuesta tenía como fin dar respuesta a los más de 700 basurales a cielo abierto radicados entonces. La estrategia cuenta con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, nueve años después sólo se realizaron tres de los 11 vertederos de basura planeados: el de Traslasierra, el de Villa María y el de Bouwer.
Y la situación no es la mejor en varias ciudades.
"El tema se complica en especial por la compra de los terrenos", cuenta Juan Quaglia, subdirector de Residuos Sólidos Urbanos de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
Y explica que los proyectos más avanzados son los de un vertedero en Río Cuarto –para que funcione con 48 municipios en vez de 12–, para Tercero Arriba-Calamuchita y para el norte-San Justo, en Porteña.
Pelea en Traslasierra. A un año y ocho meses de funcionamiento, el Vertedero Controlado de Residuos Sólidos Urbanos ubicado a cuatro kilómetros al sur de Villa Dolores continúa generando polémica en el valle de Traslasierra. Sin previa separación, unas 35 toneladas diarias de residuos, fuera de temporada turística, es lo que ingresa al enterramiento.
La gestión y administración del vertedero es realizada por el ente Traslasierra Limpia, conformado por los intendentes y jefes comunales del valle. Desde febrero de 2007, casi todas las localidades de Traslasierra llevan su basura directa o indirectamente al enterramiento. Cada una paga un monto de acuerdo a la cantidad de habitantes que tiene. Incluso hay pueblos pequeños que pagan y no llevan su basura por falta de infraestructura para la recolección.
En enero, el intendente de Villa Dolores –la ciudad que más dinero y basura aporta al vertedero– anunció su desvinculación del ente, para construir y gestionar un sistema propio.
No obstante, Villa Dolores continuará aportando el canon mensual y depositando sus residuos en el vertedero hasta que su propio sistema comience a funcionar.
En medio de las tensiones entre el intendente de Mina Clavero y presidente del ente, Alberto Giménez, y su par radical, Juan Pereyra, se espera que la desvinculación de Villa Dolores genere una profunda crisis en el sistema.
El vertedero es evaluado positivamente por la mayoría de los municipios y es el único en Córdoba gestionado sin participación privada.
Dudas en Tercero Arriba. Un predio cercano a la comuna de San Ignacio, cerca del lago de Embalse, podría transformarse en un repositorio final de residuos al que las localidades de Calamuchita trasladarían la basura que producen a diario. Desde la comunidad regional trascendió esta posibilidad.
Por un lado, sería un avance para el no resuelto tema del destino de la basura en esta zona. Por el otro, abre interrogantes con respecto al futuro vertedero regional en Río Tercero, propuesto a la Secretaría de Ambiente de la Nación para localidades de Tercero Arriba y Calamuchita.
De todos modos, para uno u otro hacen falta recursos económicos que los municipios de la zona no tienen. Si no hay aportes nacionales, no habría avances. Calamuchita, como el resto de la provincia, hace años que intenta sin éxito buscarle una solución al destino de sus residuos.
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La basura de la región, entre dos proyectos
Se gestionaba la construcción de un vertedero regional en Río Tercero. Pero en Calamuchita ahora quieren otro.
Embalse, Río Tercero. Un predio cercano a la comuna de San Ignacio, cerca del lago de Embalse, podría transformarse en un repositorio final de residuos, al que las localidades de Calamuchita trasladarían la basura que producen a diario. Desde la Comunidad Regional trascendió que esta posibilidad podría concretarse en poco tiempo.
Por un lado, sería un avance para el no resuelto tema del destino de la basura en esta zona. Por el otro, abre interrogante de este proyecto no haría caer el otro proyecto de un vertedero regional en Río Tercero, propuesto a la Secretaría de Ambiente de la Nación para localidades de Tercero Arriba y Calamuchita.
De todos modos, para uno u otro hacen falta recursos económicos que los municipios de la zona no tienen. Si no hay aportes nacionales, no habría avances.
La idea en Calamuchita. Calamuchita, como el resto de la provincia, hace años que intenta sin éxito buscarle una solución al destino de sus residuos. Se avanzó en varias alternativas, que no prosperaron por razones de costo y por no lograr un sitio vertedero regional: en zonas turísticas ningún pueblo quiere ser sede de un basural regional, aunque se presente con tratamientos adecuados.
"Tenemos una determinación a través de la Comunidad Regional Calamuchita; hay un predio que está en una zona gris, que no pertenece a San Ignacio, que es una cantera que ya no está en actividad. Si el informe de impacto ambiental determina que es un lugar propicio, se va a hacer ahí", señaló el legislador provincial y titular del ente regional Carlos Alesandri.
Consultado por este diario, Alesandri dijo que si bien aún no está el informe definitivo de Ambiente de la Provincia, las informaciones preliminares indicarían que el sitio reuniría las condiciones para este fin".
Sobre la resistencia que generaría la idea en la comuna de San Ignacio, Alesandri replicó: "Más allá de un localismo determinado, debe priorizarse el interés del conjunto. Si seguimos así, con los basurales a cielo abierto, después vamos a tener que reconstruir el lago. Si el estudio geológico y de impacto ambiental lo aprueba, lo haremos allí", reforzó el legislador, quien aclaró que lo que se ejecutaría sería un "repositorio final con tratamiento de residuos". Con eso, aclaró que no se trataría de un simple nuevo basural regional sino de un sitio que trate con mayor cuidado ambiental los residuos.
"Hoy lo que tenemos en Calamuchita son 24 problemas dispersos que se van a ir agudizando con el tiempo; cada uno tira la basura donde quiere, lo que es más contraproducente que centralizarlo y tratarlo como corresponde", señaló Alesandri.
De esta manera, Calamuchita ya no se plegaria al proyecto que impulsa Tercero Arriba, con un repositorio final en Río Tercero.
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Calamuchita planea concentrar su basura cerca de San Ignacio
Tiempo atrás, fueron varias las localidades de Calamuchita, más otras de Tercero Arriba, que firmaron un petitorio conjunto solicitando recursos a la Nación para construir un vertedero regional en el predio del basural riotercerense. Hoy, esa posibilidad quedaría descartada y priorizarían el proyecto de tenerlo más cerca. Muchos apuntan que sería menos oneroso para los municipios. "Llevar la basura desde acá a Río Tercero costaría casi como llevarla a Córdoba", opinaron varios intendentes calamuchitanos.
"Tenemos dos propuestas diferentes, pero las dos son aún proyectos. Cuando haya un vertedero final en Río Tercero vamos a poder llevar los residuos ahí. Y a la vez otra que se está diagramando es en un sitio distinto, dentro de Calamuchita, que Ambiente ha inspeccionado y se están esperando los resultados", opinó el intendente de Santa Rosa, Claudio Chavero.
El intendente aclaró que no se trata de un sitio en San Ignacio, aunque sí cerca de esta comuna. "Es un lugar denominado Cañada Grande", dijo .
"Los costos de flete serían menores y si los entendidos en ambiente dan el visto bueno, sería provechoso", acotó.
"A Villa General Belgrano los costos les resultan imposibles, han tenido que implementar un impuesto nuevo y no saben hasta cuando lo van a poder sostener", apuntó Chavero, al referirse a la experiencia de Villa General Belgrano, municipio que logró erradicar su basural y lleva diariamente sus residuos a Córdoba. Para eso, debe financiar el sistema con un plus que cobra a los vecinos en las tasas.
Malestar en San Ignacio. La idea de construir un repositorio final de residuos en cercanías de San Ignacio despertó la reacción del jefe comunal, Jorge Ordóñez, quien se opone a la iniciativa. Ordóñez dijo que el predio en cuestión se encuentra a cinco kilómetros de la comuna, en una zona gris, pero que integraría su radio de acuerdo a los nuevos planos de ampliación.
Ordóñez apuntó que se contactó con un ingeniero de la Secretaría de Ambiente y le confió que no hay ningún proyecto presentado, pero que técnicos del área visitaron el lugar para analizar la viabilidad de convertirlo en un repositorio. "Si bien visitaron la zona, todavía no han hecho ningún estudio", señaló.
A su vez, comentó que el terreno es una cañada en la que nace un arroyo, lo que no sería adecuado para arrojar basura. El presidente comunal sostuvo que la población se opone con firmeza a la idea.
"El principal temor es que nos perjudique en el aspecto turístico. Se están rematando terrenos en nuestro loteo y el comentario del basural ya nos perjudica", añadió.
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¿Se cae el vertedero en Río Tercero?
El año pasado, una docena de municipios de Tercero Arriba y Calamuchita, firmaron un acta acuerdo para pedir a la nación apoyo económico para crear en Río Tercero un vertedero controlado de residuos, al que enviarían su basura para su tratamiento. El municipio riotercerense dispondría de su ampliado predio del basural con ese fin, ubicado camino a Villa Ascasubi.
Adhirieron a ese proyecto los municipios de Río Tercero, Hernando, Almafuerte, Tancacha, Corralito, Ascasubi, Embalse, Los Cóndores, Villa del Dique, Rumipal, Santa Rosa y Villa General Belgrano.
Pero si los de Calamuchita deciden crear su propio vertedero, ¿se cae el proyecto de hacer el de Río Tercero?, ¿habría apoyo nacional en recursos para uno, para los dos, o para ninguno?
El intendente de Río Tercero, Luis Brouwer de Koning, señaló que "en principio, ese acuerdo sigue en pie", y acotó que "si hay municipios de Calamuchita que deciden ahora otro proyecto, la idea sería continuar acá con los que queden o sumando a otras localidades cercanas". De todos modos, Brouwer dudó que haya apoyo nacional efectivo para crear tantos vertederos en diferentes zonas.
Se estima que un vertedero controlado tiene hoy un costo no menor a los 10 millones de pesos.
El lunes, en Córdoba, hubo una reunión entre todas las comunidades regionales de la provincia (una por departamento) con la secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti. Allí se abordó la problemática de los basurales a cielo abierto. La funcionaria insistió en que habría apoyo económico nacional para proyectos de vertederos, mientras sean para varios municipios, por regiones.
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En Villa G. Belgrano: solución, con costos
“Nosotros estuvimos trabajando con la idea de hacer un vertedero en Río Tercero en el marco de un proyecto con apoyo nacional. Cuando aparece el tema de San Ignacio mi posición dentro de la Comunidad Regional fue plantear que se realice un análisis ambiental, para asegurar que no trajera inconvenientes ecológicos. Si no viene la aprobación de Ambiente de Nación y de Provincia, Villa General Belgrano no va a arrojar su basura allí”, comentó el intendente de Villa General Belgrano, Fabián Hoss. Luego acotó: “Siempre fui de la idea de un solo foco en Río Tercero y hasta firmamos un convenio varios municipios de Calamuchita con ese fin, que elevamos a Ambiente de Nación”, recordó.
Hoss detalló que, cada dos días, un camión con 11 toneladas de residuos domiciliarios de Villa General Belgrano recorre 90 kilómetros hasta Córdoba. “Estamos separando ya el 50 por ciento del residuo que ingresa a la planta, y así reducimos el volumen a transportar. La idea es bajar aún más la cantidad de viajes, porque eso representa un alto costo económico que nos complica”. A esta localidad, sostener el sistema le representa unos 35 mil pesos mensuales, entre traslado y pago al sistema de Córdoba por disposición final. “Estimamos que gastaremos unos 400 mil pesos en residuos este año”, añadió Hoss.
Mientras, los municipios que arrojan su basura en simples basurales a cielo abierto no tienen mayores costos, salvo los ambientales.
Calamuchita tiene unos 50 mil habitantes estables. Algunas localidades, como San Agustín, ya anticiparon que no se sumarían a estos esquemas, por las distancias que le representaría, en cualquier caso, trasladar sus residuos.
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Nuevos proyectos para Villa María y La Laguna
El nuevo convenio firmado con la Nación prevé para Villa María la construcción de dos puntos limpios en esa ciudad, en los que se concentrará la basura domiciliaria para ser clasificada antes de su deposición final en el vertedero distante a siete kilómetros. “Esto nos permitirá reducir a la mitad el costo operativo de la recolección domiciliaria y estirar la vida útil del vertedero, ya que sólo se llevará entre un 20 y un 25 por ciento del residuo”, estimó Pablo González, secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano de la Municipalidad.
Villa María genera 110 toneladas de residuos domiciliarios por día que es trasladada en su totalidad hacia el basural, “un verdeado controlado que funciona muy bien”, sostuvo el funcionario. Con el nuevo sistema, lo recolectado se dividirá en dos para ser procesada en los puntos limpios a ubicarse en los barrios Las Playas y Las Acacias.
En la localidad de La Laguna, situada 191 kilómetros al sudeste de Córdoba, ya enterraron todo su viejo basural y construyeron los piletones para el nuevo vertedero. La Nación envió esta semana el tejido perimetral para el predio, portones para el galpón y los motores para la cinta clasificadora y la prensa de fardos.
El intendente, Edmundo Bosco, estimó que en 15 días la planta estará terminada y antes de fin de año entrará en funcionamiento. Dice que con lo hecho hasta ahora, “el pueblo cambió ciento por ciento, es otro ambiente. No hay más olor a podrido cerca del basural”.
El pueblo no hará más enterramiento. El material orgánico será usado como abono en quintas y campos, mientras que el inorgánico se comercializará. Bosco quiere crear también una fundición de plástico con la idea de recolectar material en 18 localidades a la redonda.
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Negociación polémica en Río Cuarto
Río Cuarto fue una de las primeras ciudades del interior en contar con un enterramiento sanitario de residuos sólidos urbanos y hace más de cinco años que recibe en su predio (camino a La Gilda) basura de la región. No hay quejas en cuanto al tratamiento. Pero la sociedad de economía mixta Gamsur, concesionaria del servicio, se encuentra por estos días negociando con el municipio su tarifa. Y es muy controvertida la situación.
Por un lado, se discute una nueva fórmula polinómica para zanjar diferencias por mayores costos anuales. En ese marco, hay una fuerte discusión por la cantidad de empleados que se le admiten para el cálculo, porcentaje de incremento de insumos, etcétera. La firma pide $ 2,4 millones y el oficialismo estaría dispuesto a reconocerle $ 1,6 millón.
Por otra parte, a fin de año debe considerarse un nuevo contrato. Recientemente, el intendente Juan Jure dejó entrever su vocación de desprenderse de las acciones municipales, y los socios privados le contestaron, en una solicitada, que venderían su 90 por ciento por menos de lo que pensaba el municipio obtener por el 10 por ciento.
En el medio, los trabajadores de la empresa están preocupados por las fuentes laborales. Meses atrás, los obreros volcaron toneladas de residuos frente al Palacio Municipal. Reclamaban nuevos camiones que Gamsur está comprometida a incorporar.
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La Mañana de Córdoba (29/10/2008)
Intendentes estudian “tasa” para la basura
El proyecto sólo está en borradores, pero ya lo aplicarían Oncativo y Mina Clavero. Se trataría de una contribución similar a la que se tributa en el denominado “impuesto al fuego”.
Los intendentes, especialmente desde el bloque peronista y radical, trabajan en la idea de crear una especie de “impuesto al fuego” que permita financiar los costos de la recolección de residuos domiciliarios, luego que el gobernador Juan Schiaretti firmara un convenio con la Nación para el enterramiento sanitario de los mismos para toda la provincia.
La idea de que los vecinos abonen un monto fijo todos los meses para costear los sueldos y mantenimiento de la flota de camiones recolectores de basura, ya se está aplicando en Mina Clavero, con el radical Alberto Jiménez, y en Oncativo, con el peronista Osvaldo Vottero.
Se trata de un monto fijo mínimo (podría ser de 5 pesos para las viviendas familiares y de 10 pesos para los comercios) que iría a un fondo “intangible” que administrarían las Comunidades Regionales para afrontar los costos de la recolección de los residuos sólidos.
Es que el programa que ofreció la Nación es para la construcción de vertederos y las plantas de transferencia, con el fin de lograr el saneamiento del medio ambiente en toda la provincia, pero los intendentes se dan que no cuentan en sus partidas presupuestarias para el tratamiento final de los residuos.
Esta idea, que es una de las tantas que se analiza, permitiría a los intendentes de la provincia (la Capital tiene otros costos y no entraría en este proyecto) poner en ejecución en un año la solución al grave problema de la basura, pero para ello deben ponerse de acuerdo todos los jefes municipales de todos los partidos políticos.
La propuesta nacional de realizar vertederos y playas de transferencia depende de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo, que dispone para la Argentina de un fondo de 680 millones de dólares, pero que se entregarán contra proyectos aprobados por el organismo.
“Si la decisión política de los intendentes es acompañar el convenio podemos resolver el tema en un año, son 680 millones de dólares para la Argentina, a aplicarse en el tratamiento de residuos sólidos domiciliarios”, explicó Osvaldo Vottero, intendente de Oncativo.
El problema es el desarrollo técnico y el financiamiento operativo del proyecto total de recolección y enterramiento de la basura, razón por la cual Schiaretti planteó la necesidad que los gobiernos locales a través de la Comunidades Regionales deben garantizar los recursos para la operatividad del tema. Esto significa resolver cómo se paga el personal, el combustible y el mantenimiento de la flota de camiones compactadores y transportadores.
La inmensa mayoría de los municipios tendría la decisión de avanzar en un programa que permita resolver esta problemática, pero también es clara la dificultad económica, porque no contemplan len sus presupuestos la partida de egreso para el tratamiento final de los residuos.
Un ejemplo palpable ocurre en Cruz del Eje, que tiene un vertedero, y los camiones, pero no hay recursos para poner en marcha el operativo que demanda entre 150 y 200 mil pesos.
Una de las ideas que avanza es generar ordenanzas para el cobro de una suma fija, similar a la que se recauda para el impuesto al fuego con las boletas de EPEC, que funcionaría como una cuenta corriente, ya que si sobra dinero este podría volver al municipio para que lo use el intendente con propósitos de mejorar el medio ambiente. Tampoco representaría lucro para nadie porque sería administrado por las Comunidades Regionales y con fondos afectados únicamente a este fin.
Para Vottero, habría que buscar una fórmula solidaria y responsable que no signifique una erogación sobredimensionada, y la que utilizará en Oncativo a partir de diciembre “es una posibilidad porque cierra el esquema para los intendentes, y Giménez en Mina Clavero tiene ya creada esa tasa”, especificó.
La idea es construir uno o dos vertederos que puedan servir a uno o tres municipios, y de hacer playas de transferencia desde donde se llevarían los residuos, ya sean compactados o prensados en volúmenes de un metro cúbico aproximadamente.
“Si hay un servicio que la gente no perdona que la municipalidad no preste es la recolección de basura”, acotó Vottero.
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