La Voz del Interior (01/12/2021)
Sierras Chicas: las zonas altas siguen complicadas con el agua potable y reclaman soluciones para el verano

Los municipios quieren evitar que en la temporada estival, las localidades se queden sin el vital recurso. Hubo cortes del suministro, sobre todo en zonas más altas. Un problema que lleva décadas.
Con una infraestructura insuficiente, las altas temperaturas y el consumo elevado durante la temporada de verano provoca la escasez del servicio de agua en Sierras Chicas: una constante que se repite cada año en la región de mayor crecimiento poblacional de la provincia en las dos últimas décadas.
La zona cuenta con más de 220 mil habitantes y no para de sumar más cada año. Es considerada crítica porque es una zona semiárida, sin recursos disponibles suficientes y está en permanente emergencia hídrica.
En los últimos dos meses, las autoridades alertaron por la reducción de agua en las plantas potabilizadoras de La Calera y en el dique La Quebrada (sistema integrado Sierras Chicas), que brinda el servicio hasta Salsipuedes.
Hubo cortes del suministro y las cisternas trabajaron con capacidad reducida. Las autoridades apuntaron que el problema es el transporte del líquido hacia las localidades.
Para solucionar este inconveniente los municipios pidieron a la Provincia realizar obras complementarias.

No llega a las zonas altas
“El problema no es la falta de agua, porque los diques tienen un caudal suficiente, sino solucionar el transporte. Mejorar con bombas de impulsión”, explicó el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, quien junto a sus pares se reunió con la Provincia para realizar el pedido. Agregó que, de todos modos, el servicio de agua para el verano “está garantizado”.
De acuerdo a los intendentes, se realizarán obras complementarias que permitan abastecer las zonas altas en cada localidad, y en la planta de La Calera para lograr mayor producción.
Además, se incorporará una bomba a Villa Allende para producir mayor caudal que permita llegar al corredor, según informaron.
Victor Tavella de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Río Ceballos, indicó que se hicieron recambios de bombas y el sistema está funcionado bien.
“El tema es el transporte que viene desde La Calera hacia Mendiolaza y Unquillo”, aclaró. Y expresó que el dique La Quebrada tiene agua: “no llega ahora a -2.70 metros de bajante, siendo que en otros años legaba a -15 metros”.
A su vez, su par de Unquillo, Raúl Hoya, subrayó que se puso en la mesa de debate la crudeza del crónico problema para revertirlo. “Si se cumplen las decisiones que se tomaron estamos en condiciones de hacerle frente en el verano, no sin inconvenientes. Algunos va a haber, sobre todo con las altas temperaturas, pero con un recupero mucho más rápido”, afirmó.
Mientras tanto, se espera que en 2023 la Provincia comience con las obras del acueducto Sierras Chicas Norte, que podrían alivinar la situación en la mitad norte de la región.

Salsipuedes, con cortes y camiones
Salsipuedes es una de las ciudades que más sufre la falta de agua y está en continúa emergencia hídrica. Durante 2021 hubo cortes en el suministro, sobre todo en zonas más altas.
Actualmente, 14 pozos y el acueducto del dique La Quebrada abastecen a una población de más de 20 mil habitantes. Durante el verano, estás fuentes de aguas están en bajante.
Hay barrios donde ni siquiera hay redes de agua, o son obsoletas. Y alrededor de 400 familias dependen, cada semana, de los camiones del municipio que llegan para abastecerlas.
El director de Agua y Saneamiento municipal, Tomás Vaschale, expresó que esa ciudad “tiene una infraestructura antigua y necesita mejorar sus fuentes”. Aunque se extendieron redes y hay obras pendientes en los barrios- destacó.
También manifestó que la semana pasada hubo restricciones en el envío por “los desbordes en el consumo”. Por eso, en la reunión con Provincia “se plantearon soluciones para mejorar las bombas, hasta cuestiones más técnicas de tuberías y en la propulsión del agua”, destacó.
De esa manera -dijo- se evitarán las restricciones, que vienen padeciendo los usuarios.

Testimonios
Mara Bramante, vecina de Villa Sol, contó que estuvo una semana sin agua: “No teníamos ni para higienizarnos. Tuvimos que buscar en bidones a la casa de un familiar en barrio El Pueblito”. Y agregó: “Es muy feo vivir así. Es una zona de crisis, pero no pensamos que el corte iba a durar tantos días”.
Sebastián Meragelman, vecino de barrio Villa Sol, relató que el corte los sorprendió solo les pasaba los fines de semana. En su casa son cuatro y cuentan con una cisterna que abastece al tanque por la poca presión del agua.
Ernesto Maionchi, vecino de El Pueblito, quien recibe el camión cada semana, describió: “Me acostumbré a que me traigan el agua. Aquí es poco poblado y por eso no hay redes aún”.
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