11 abr 2018

Sierras Chicas: se preparan para una nueva crisis hídrica



La Voz del Interior (11/04/2018)
Sierras Chicas: preparan plan de contingencia por crisis hídrica

La principal inquietud es para Río Ceballos y Salsipuedes, ante la bajante del dique La Quebrada. Preparan acciones preventivas. Fortalecerán el aporte de la planta potabilizadora de La Calera. Aguardan un nuevo acueducto.
La bajante que presenta el dique La Quebrada a esta altura del año es motivo de preocupación de autoridades locales y provinciales porque los pronósticos de mejorar su caudal no son favorables para este año.
En la actualidad, la bajante es de 8,15 metros respecto del vertedero, y las especulaciones que contemplan los operadores del servicio de distribución de agua potable indican que en agosto el nivel podría estar por debajo de 20 metros, lo que sería la peor marca de descenso del embalse en toda su historia.
El momento de menos agua acumulada se midió el 3 de febrero de 2014, cuando el dique estaba a 14,8 metros de su vertedero. Venía de cuatro años de escasez de agua.
Luego, entre 2015 y 2017, el panorama fue al revés: había excedentes, por tres años lluviosos consecutivos, a tal punto que se dispuso evacuar agua antes de que llegue al vertedero para evitar riesgos de crecidas.
En este contexto las autoridades de la cooperativa de agua de Río Ceballos se reunieron con autoridades locales y provinciales para delinear un plan de contingencia para los próximos meses en las ciudades que integran el sistema de agua de Sierras Chicas.
El objetivo de máxima es lograr extraer la menor cantidad posible de agua del embalse, e incorporar más sectores de la región al acueducto de la planta potabilizadora de La Calera. Ese acueducto hoy abastece a La Calera, Saldán, Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo y algunos barrios de Río Ceballos en desarrollo sobre la ruta E53.
Por otra parte, se avanzará en la interconexión de cuatro cisternas en Río Ceballos al sistema de La Calera, de manera permanente, para permitir incorporar nuevos barrios a esa red, sin necesidad de extraer todo el recurso desde el menguado dique La Quebrada.
De esta manera, sólo quedaría para abastecer desde ese embalse al sector céntrico de Río Ceballos y a Salsipuedes. Si la situación se complicara aún más, el plan prevé abastecer con agua proveniente de La Calera hasta el centro de Río Ceballos.
“Sin la asistencia desde La Calera, a esta altura del año ya habríamos iniciado los cortes rotativos en todo el corredor”, explican desde la cooperativa de Río Ceballos.

Alternativas
Además, se analiza incorporar a partir de mayo fuentes alternativas que no dependen de la planta potabilizadora de La Quebrada, pero que requerirán inversiones para los procesos de cloración y control de calidad del agua cruda, que en muchos casos presentan contaminación por la alta densidad poblacional en que se encuentran ubicadas.
En tal sentido se mencionó la puesta en funcionamiento de un pozo de buen caudal de producción en Unquillo, y otro en barrio Agua del Peñón en Río Ceballos.
Todo ello se complementará, de ser necesario, con la declaración de emergencia hídrica en Sierras Chicas, la regulación y distribución de la producción de agua en todo el corredor, campañas de concientización sobre consumo razonable y cortes programados en las distintas localidades aledañas.
A su vez, la Provincia avanza en un proyecto de ejecución del acueducto Sierras Chicas Norte, que permitirá, en un plazo de dos años, llevar agua desde la localidad de La Puerta (cercana a Colonia Tirolesa) hacia Ascochinga, La Granja, Agua de Oro y Salsipuedes, es decir un nuevo modo de abastecimiento del norte de la región.
De esta manera se cerraría un corredor de abastecimiento regional de agua potable interconectado desde La Calera hasta Jesús María. Pero para ese paso faltan unos dos años.
Mientras, desde la Provincia se está tratando de ajustar la eficiencia de la planta de La Calera, evitar roturas y garantizar desde ahí el servicio a la región.

Los otros embalses están en aceptable nivel
El de Los Molinos está lleno hoy, al nivel de su vertedero.
Si bien no están repletos (salvo uno) como a fines de los tres lluviosos veranos anteriores, los embalses no están en alerta. Por ejemplo, el San Roque está a 1,9 metros de su vertedero; La Viña, a 6,75; Cruz del Eje, a 4,60; y el Embalse a sólo 70 centímetros. Los Molinos, lleno, está en cero, al nivel del vertedero.

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