19 ene 2011

Salsipuedes, muy complicada por la seca

La Voz del Interior - Edición Electrónica (19/01/2011)
Salsipuedes: por la falta de agua, denunciarían al intendente

Los integrantes del centro vecinal de villa Silvina, un barrio que está a pocos kilómetros del centro de Salsipuedes, por la ruta E 53 adelantaron que iniciaran una demanda contra Sergio Cornejo por incumplimiento de sus deberes como funcionario público al no poder garantizar el suministro regular de agua potable al sector.
También agregarán a la demanda la falta de controles por la descarga de líquidos cloacales al río por parte de los propietarios de un camping que funciona en el lugar.
Interrogado sobre esos cuestionamientos Cornejo aclaró que los vecinos de villa Silvina se negaron en más de una oportunidad a recibir agua de los camiones para remediar la falta, y que en torno a los volcamientos cloacales se efectuaron operativos, se intimó a los encargados y también se llegó a multarlos.

Ver Noticia On Line

----------------------------------------------------------------------------------

La Voz del Interior (19/01/2011)
Salsipuedes, muy complicada por la seca



La mitad de la población, de unos 11 mil habitantes, tiene problemas para recibir agua de la red.
Salsipuedes. “La paciencia tiene un límite y en Salsipuedes ya lo alcanzamos”. Así se expresó Héctor Belizán, vecino del centro de la localidad, que decidió encadenarse en una de las verjas del municipio local en señal de protesta.
Desde hace varias temporadas los vecinos de Salsipuedes sufren la carencia de agua y no tienen certezas de que el problema pueda solucionarse en el corto o mediano plazo.
Las autoridades municipales, responsables de prestar el servicio, aclararon que en estos momentos el 50 por ciento de la población, donde viven 11 mil personas, tiene problemas para recibir el agua de red.
El intendente Sergio Cornejo expresó que la situación es crítica y se agudiza por la falta de lluvias y el descenso de las napas, además de roturas permanentes en el sistema de distribución.
“A partir de noviembre ya registramos problemas y se nos adelantó el operativo de emergencia que habíamos establecido para el verano. En estos momentos estamos trabajando tres turnos con seis o siete camiones cisterna que van a todos los barrios, y tratamos de equilibrar la distribución y privilegiar a las familias que pueden tener riesgo sanitario”, explicó Cornejo.
A pesar del reclamo vecinal, el intendente aclaró que a diferencia del año pasado, en que el 75 por ciento no tenía agua, este año la situación se presenta más favorable.
Desde la canilla. El optimismo del funcionario no es compartido por los vecinos: “Tengo un hijo de un año y siete meses y nos cuesta higienizarlo. Todas las mañanas abro el pico y sufro la angustia de no tener una gota de agua. Ya me pasó muchas veces y no veo que haya alguna acción concreta para terminar con el problema”, cuenta Leandro Aravena, vecino de Cerro del Sol.
De manera similar se manifiesta Eugenia Pieniazek, quien desde hace 10 años vive en Salsipuedes y siempre tuvo inconvenientes. “Pagamos 73 pesos, no tenemos agua, y el intendente nos da audiencias a varios días. Estamos cansados que nos digan que gestionaron fondos, que llegaron partidas, que se hicieron algunas obras, y sin embargo el problema nunca se termina, muy por el contrario la situación cada vez está peor”, añade, con profundo malestar.
La indignación también invade a Verónica Bustos, otra vecina del sector: “Ya no tengo agua para cocinar ni para lavar el baño. Primero racionábamos el baño una vez a la semana, ahora vamos a casa de amigos o de familiares, vivimos de prestado”, se lamenta.
La situación inquieta mucho más a los vecinos porque el año pasado la emergencia no abarcaba a los barrios Las Tejas y centro que son los más poblados del lugar.
En muchos casos los vecinos se quejan, también, de que a pesar de la crítica situación por la que atraviesa la población hay muchas personas que aún llenan sus grandes piletas y nadie las controla.
Y aunque la emergencia es tan aguda, por los distintos barrios se sigue advirtiendo el ritmo irrefrenable de nuevas construcciones, algunas demoradas, pero nunca abandonadas.
El resto de las localidades de las Sierras Chicas no registró hasta el momento un problema tan grave como Salsipuedes, aunque en algunas suelen producirse cortes parciales.

Ver Noticia On Line


Cómo hacen para vivir sin agua en los tanques

Es martes a las 16 en barrio Las Tejas de Salsipuedes. El termómetro da 32 grados, hay viento norte y el paisaje está seco.
En su casa de calle Callao, Silvio Cañete vive con otros siete familiares y denuncia que hace 10 días no recibe una gota de agua.
“Todos los vecinos desde hace por lo menos seis años tenemos un tanque de reserva pero nunca es suficiente. Cuando vamos a anotarnos en la lista para recibir agua nos dicen que la demora es como mínimo de 72 horas. Debemos comprar bidones que valen siete pesos y apenas si alcanzan para un rato”. En su casa, el único privilegiado es su hijo Franco de 4 meses, que llega a recibir un baño con irregular frecuencia.
Ricardo Villarreal vive en calle Lavalle 427. El viernes, cuando esperaba a sus cuatro nietos, se encontró con que no tenía una gota de agua en la casa. Decidieron ir a pasar el fin de semana a un camping de Agua de Oro, con la esperanza de que cuando volviera a su casa la situación se hubiera normalizado. Se equivocó; su tanque estaba tan vacío como cuando se fue confiado. El fotógrafo y el periodista de este diario lo encontraron caminando de regreso a su casa luego de ir a pedir una carga al municipio. “Me dijeron que con suerte el jueves podrían venir a cargarme el tanque, pero a veces ni siquiera lo pueden completar porque ya en el camino repartieron toda la carga”, confiesa.
Carolina Espíndola vive con sus tres hijos en una casa colindante a la de sus padres en el centro de Salsipuedes. Tampoco tiene agua desde el viernes. Todos estos días carga a sus niños en su Fiat Uno y se va a la casa de alguna tía en Córdoba, en donde el grupo familiar se baña, lava la ropa y carga bidones de agua para poder consumir o cocinar. En muchos casos, los sufridos habitantes se quejan porque deben gastar dinero presupuestado en comida comprada porque no pueden cocinar ni lavar la vajilla en el caso en que pudieran hacerlo.
En calle Tucumán, Ernesto Piovano, esperaba con ansiedad desde el viernes el camión para llenar los dos tanques de su casa. Cuando vio al par de empleados municipales que arribaban a su hogar no pudo disimular su satisfacción. “Se hace imposible vivir así. Cuando empecé a tener problemas compré un tanque de reserva que bombeara al principal, pero este año no llega una gota a ninguno así que dependo de estos camiones. Para no hacer sufrir a mis familiares esta semana mandé a mi mujer y a mi suegra a casa de parientes en Córdoba para que por lo menos puedan darse una ducha”.
A muy pocos metros de la terminal de ómnibus en calle Belgrano, Leonardo Lucero salió disparado como un rayo de su reposera cuando vio pasar por el frente de su casa al camión repartidor de agua. “Nunca vivimos algo parecido, los cortes eran de un día o dos como mucho, ahora no tenemos agua desde el jueves. Nuestro hijo iba a venir a pasar unos días de vacaciones pero le pedimos que no lo haga porque va a ser para sufrir. Este año ni siquiera entregan bidones a las familias más necesitadas”, agregó Lucero, con profundo malestar.

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs