15 ene 2011
Capital: A las veredas les faltan 200 mil árboles
3:54 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
Día a Día (15/01/2011)
A las veredas les faltan 200 mil árboles
El maltrato de los vecinos, plagas y la falta de inversión municipal explican el déficit de verde.
Cuando se trata del verde urbano, Córdoba está más bien en rojo. Según datos de la dirección de Parques y Paseos del municipio, falta un 30 por ciento del arbolado en las veredas, un pulmón vital que contiene la mitad de los árboles de la ciudad (el otro 50 por ciento, unos 500 mil, están en los parques). El motivo central es, según acusan en la propia dependencia, que desde hace varios años la Municipalidad no invierte en la compra de árboles para el Vivero Municipal, lo que prácticamente le impide producir plantas para proveer a los barrios que perdieron forestación. A eso se suma la desaprensión de los frentistas, responsables por ordenanza de plantar sus árboles.
Según el Plan Forestal para la ciudad, es importante la presencia de estas plantas porque “el objetivo del arbolado urbano, y en especial el presente en las veredas, es regular los factores ambientales, ayudar a la descontaminación, oxigenación, atenuar las condiciones de humedad, temperatura y radiación solar que llegan al suelo”.
Francisco García Montaña, jefe del Departamento de Agronomía de la Dirección de Parques y Paseos, aseguró: “Estimamos que debe haber 500 mil árboles en veredas, en función de las manzanas urbanizadas. Tenemos barrios bien forestados y otros con mucho déficit. En un cálculo aproximado, nos está faltando un 30 por ciento del arbolado que debería existir”.
Desde Parques y Paseos explican que los frentistas son los encargados de colocar los árboles que faltan en las veredas, pero también aseguran que desde el municipio no existe una política respecto al arbolado. “El frentista tiene la obligación de plantar los árboles si le faltan en la vereda y no puede sacar los que están si no tiene un permiso oficial. Eso quita que el municipio deba hacer campañas entregando las plantas para que los vecinos las pongan”, destacó García Montaña.
El funcionario también reconoce a los comerciantes como otro problema para los árboles. “No nos ayudan para nada, sacan las plantas porque les tapan las vidrieras en vez de tener un árbol en condiciones, manejado apropiadamente, con la copa levantada para que le haga sombra en la vidriera”, aseguró. Las podas sin autorización municipal y mal hechas también afectan la calidad de las plantas en los barrios. “Nos hacen falta inspectores para controlar, ellos no recaudan sino que previenen, de nada me sirve poner una multa a alguien que sacó un árbol porque a mi me interesa la planta”.
Tarea pendiente desde 1998. Para dar respuestas a consultas y reclamos de los vecinos de toda la ciudad, esta repartición trabaja con cinco inspectores y una cuadrilla de tres operarios con una grúa. García Montaña reconoce tener trabajo atrasado desde 1998 ya que el poco personal se ocupa de las urgencias. “Por lo menos deberíamos tener unos 20 inspectores para poder trabajar en prevención”, criticó.
Otro de los factores que ayudan al faltante de verde son las plagas: “Se usaba una especie de árbol que era la Casia de Constantinopla. Anduvo bárbaro 20 años pero hace ocho apareció una plaga y no funcionó más. Entonces, hay barrios enteros que han perdido casi todo el arbolado, y estamos trabajando en reemplazar eso con otro tipo de árboles. Lo mismo pasó con el paraíso”. Por los cálculos de Parques y Paseos, en los diversos espacios verdes de la ciudad hay aproximadamente 500 mil árboles, más otros 500 mil en las veredas.
Ahora, ¿alcanza?: “No, no alcanza. Lo ideal es poner la mayor cantidad de árboles que vegeten en las condiciones apropiadas. Pero el problema más grande es que no hay disposición (del municipio) de comprarnos árboles en condiciones para hacer campañas de forestación, pero campañas en serio. Si plantamos 10 mil árboles todos los años, en 10 años tendremos 100 mil. Luego, con un número adecuado de inspectores, podremos vigilar que crezcan saludables”, fustigó el técnico.
Por qué cuidar los árboles
Según Daniel Renison, investigador y titular de la cátedra de “Ecología de la Restauración” en la UNC, “tiene que haber muchos árboles en las ciudades para que haya menos alergias”.
“En un estudio realizado en Japón se cuantificaron los casos de cáncer en relación a la cantidad de árboles, y el resultado arrojó que, a más árboles, menos cáncer”, contó el biólogo.
Además, Renison destacó que los árboles en las ciudades son fundamentales para evitar inundaciones y resaltó la importancia de tener especies nativas para que haya más aves para controlar la proliferación de insectos.
Por otro lado, Federico Kopta, presidente de la fundación Acude, expresó: “Uno ve un maltrato importante, extracciones innecesarias y podas inadecuadas, cosa que envejece al árbol prematuramente. El peor enemigo del árbol son los vecinos”.
También, Kopta destacó que el arbolado público requiere más cuidado “porque está inmerso en un sistema urbano artificial”.
La ordenanza 7.000
Protege el arbolado en la ciudad. Junto al Plan Forestal, regula las condiciones en las que se deben encontrar los árboles y qué especies y dónde se pueden plantar por la altura y el tamaño de la raíces y las copas.
Articulo 7°: Es obligación de los propietarios de inmuebles, baldíos o edificados arbolar el frente de los mismos, de acuerdo al Plan de Forestación establecido por la dirección de Espacios Verdes.
Artículo 2°: Queda prohibido a toda persona física o jurídica, pública o privada, el corte, poda, tala, eliminación y destrucción total o parcial del arbolado.
Artículo 4°: La poda o erradicación de árboles se efectuará cuando el organismo municipal lo crea aconsejable.
Artículo 9°: Es obligatorio también la colocación de tutores, construcción de cazuelas, riego, eliminación de malezas y todo cuidado que requiera la preservación del árbol.
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A las veredas les faltan 200 mil árboles
El maltrato de los vecinos, plagas y la falta de inversión municipal explican el déficit de verde.
Cuando se trata del verde urbano, Córdoba está más bien en rojo. Según datos de la dirección de Parques y Paseos del municipio, falta un 30 por ciento del arbolado en las veredas, un pulmón vital que contiene la mitad de los árboles de la ciudad (el otro 50 por ciento, unos 500 mil, están en los parques). El motivo central es, según acusan en la propia dependencia, que desde hace varios años la Municipalidad no invierte en la compra de árboles para el Vivero Municipal, lo que prácticamente le impide producir plantas para proveer a los barrios que perdieron forestación. A eso se suma la desaprensión de los frentistas, responsables por ordenanza de plantar sus árboles.
Según el Plan Forestal para la ciudad, es importante la presencia de estas plantas porque “el objetivo del arbolado urbano, y en especial el presente en las veredas, es regular los factores ambientales, ayudar a la descontaminación, oxigenación, atenuar las condiciones de humedad, temperatura y radiación solar que llegan al suelo”.
Francisco García Montaña, jefe del Departamento de Agronomía de la Dirección de Parques y Paseos, aseguró: “Estimamos que debe haber 500 mil árboles en veredas, en función de las manzanas urbanizadas. Tenemos barrios bien forestados y otros con mucho déficit. En un cálculo aproximado, nos está faltando un 30 por ciento del arbolado que debería existir”.
Desde Parques y Paseos explican que los frentistas son los encargados de colocar los árboles que faltan en las veredas, pero también aseguran que desde el municipio no existe una política respecto al arbolado. “El frentista tiene la obligación de plantar los árboles si le faltan en la vereda y no puede sacar los que están si no tiene un permiso oficial. Eso quita que el municipio deba hacer campañas entregando las plantas para que los vecinos las pongan”, destacó García Montaña.
El funcionario también reconoce a los comerciantes como otro problema para los árboles. “No nos ayudan para nada, sacan las plantas porque les tapan las vidrieras en vez de tener un árbol en condiciones, manejado apropiadamente, con la copa levantada para que le haga sombra en la vidriera”, aseguró. Las podas sin autorización municipal y mal hechas también afectan la calidad de las plantas en los barrios. “Nos hacen falta inspectores para controlar, ellos no recaudan sino que previenen, de nada me sirve poner una multa a alguien que sacó un árbol porque a mi me interesa la planta”.
Tarea pendiente desde 1998. Para dar respuestas a consultas y reclamos de los vecinos de toda la ciudad, esta repartición trabaja con cinco inspectores y una cuadrilla de tres operarios con una grúa. García Montaña reconoce tener trabajo atrasado desde 1998 ya que el poco personal se ocupa de las urgencias. “Por lo menos deberíamos tener unos 20 inspectores para poder trabajar en prevención”, criticó.
Otro de los factores que ayudan al faltante de verde son las plagas: “Se usaba una especie de árbol que era la Casia de Constantinopla. Anduvo bárbaro 20 años pero hace ocho apareció una plaga y no funcionó más. Entonces, hay barrios enteros que han perdido casi todo el arbolado, y estamos trabajando en reemplazar eso con otro tipo de árboles. Lo mismo pasó con el paraíso”. Por los cálculos de Parques y Paseos, en los diversos espacios verdes de la ciudad hay aproximadamente 500 mil árboles, más otros 500 mil en las veredas.
Ahora, ¿alcanza?: “No, no alcanza. Lo ideal es poner la mayor cantidad de árboles que vegeten en las condiciones apropiadas. Pero el problema más grande es que no hay disposición (del municipio) de comprarnos árboles en condiciones para hacer campañas de forestación, pero campañas en serio. Si plantamos 10 mil árboles todos los años, en 10 años tendremos 100 mil. Luego, con un número adecuado de inspectores, podremos vigilar que crezcan saludables”, fustigó el técnico.
Por qué cuidar los árboles
Según Daniel Renison, investigador y titular de la cátedra de “Ecología de la Restauración” en la UNC, “tiene que haber muchos árboles en las ciudades para que haya menos alergias”.
“En un estudio realizado en Japón se cuantificaron los casos de cáncer en relación a la cantidad de árboles, y el resultado arrojó que, a más árboles, menos cáncer”, contó el biólogo.
Además, Renison destacó que los árboles en las ciudades son fundamentales para evitar inundaciones y resaltó la importancia de tener especies nativas para que haya más aves para controlar la proliferación de insectos.
Por otro lado, Federico Kopta, presidente de la fundación Acude, expresó: “Uno ve un maltrato importante, extracciones innecesarias y podas inadecuadas, cosa que envejece al árbol prematuramente. El peor enemigo del árbol son los vecinos”.
También, Kopta destacó que el arbolado público requiere más cuidado “porque está inmerso en un sistema urbano artificial”.
La ordenanza 7.000
Protege el arbolado en la ciudad. Junto al Plan Forestal, regula las condiciones en las que se deben encontrar los árboles y qué especies y dónde se pueden plantar por la altura y el tamaño de la raíces y las copas.
Articulo 7°: Es obligación de los propietarios de inmuebles, baldíos o edificados arbolar el frente de los mismos, de acuerdo al Plan de Forestación establecido por la dirección de Espacios Verdes.
Artículo 2°: Queda prohibido a toda persona física o jurídica, pública o privada, el corte, poda, tala, eliminación y destrucción total o parcial del arbolado.
Artículo 4°: La poda o erradicación de árboles se efectuará cuando el organismo municipal lo crea aconsejable.
Artículo 9°: Es obligatorio también la colocación de tutores, construcción de cazuelas, riego, eliminación de malezas y todo cuidado que requiera la preservación del árbol.
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