25 ene 2011

Molino Fénix en Río IV: sigue la contaminación

El Puntal de Río Cuarto (25/01/2011)
Molino Fénix: pese a las reformas, los vecinos padecen la contaminación

Se quejan por la emanación de residuos industriales durante el fin de semana. Ahora, el área de Medioambiente espera una auditoría que encargó la fábrica y determinará qué medidas tomar
Aunque limpia todos los días, la casa de María Laura Zárate está cubierta de polvillo. Eso, que a simple vista parece harina, y al tacto se siente incluso más liviano, no es otra cosa que lo que emana el ex Molino Fénix. La planta fabril queda a unos pocos metros, cruzando la avenida Perón a la altura del 451. A pesar de que la firma terminó a fin de año con un paquete de obras para minimizar el escape de residuos industriales, en el barrio, todo sigue igual que antes.
No es la primera vez que María Laura sale en los medios para pedir soluciones a la contaminación con residuos industriales en la que incurre el ex Molino Fénix. Cansados, ella y su marido vienen reclamando por esto desde hace al menos tres años.
La diferencia es que ahora la mujer está embarazada de cuatro meses, y teme por la salud de su bebé. Ya su hijo Martín, de seis años, pasó por eso. Hasta los cuatro, sufrió broncoespasmos, que obligaron a usar un “disparador” para calmar las crisis que le provocaba la enfermedad.
Ella está segura de que todo es producto de los residuos industriales, que emanan de la fábrica ubicada frente a su casa.

Anuncios, pero no soluciones
Hace exactamente 25 días, la firma Grupo Alimenticio SA, que explota el molino, anunciaba que había finalizado el plan de obras impuesto por el área de Medioambiente municipal para frenar la contaminación. Lo cumplía tres meses y medio más tarde de lo estipulado.
Quince días antes de eso, a mediados de diciembre, los vecinos del sector (inmediaciones de Perón al 400) reclamaban las soluciones que la empresa venía prometiendo desde mediados del año pasado.
Ahora, a menos de un mes de anunciada la solución, las emanaciones de residuos industriales vuelven a aparecer tal y como se observaban antes. los vecinos aseguran que no ha cambiado nada.
Fernando Lando, marido de María Laura Zárate, relató que el jueves y el viernes últimos, la fábrica arrojó una gran cantidad de material particulado al aire. Como prueba, mostró el polvillo que se acumuló sobre las plantas, las paredes y el piso.
“Creemos que fue de noche; cuando nos levantamos, estaba todo cubierto de blanco”, completa su mujer.
Pero el problema no aparece cuando el material se deposita, sino cuando vuela. En rigor, son residuos industriales del maíz procesado, convertido en harina o en sémola. Al ser transportado, con el movimiento, ese material libera el polvillo contaminante.
Los perjucios para los vecinos incluyen daños en los bienes y constante suciedad en las viviendas, alergias, problemas respiratorios y malos olores, entre otros. El olor nauseabundo del maíz fermentado se sintió incluso el fin de semana en los alrededores de la fábrica.
“Yo misma le tengo alergia al polvillo, cosa que nunca antes tuve”, comenta María Laura Zárate. Los casos como éste son comunes en el barrio, donde muchos ni abren las puertas para que no entre el molesto polvillo.

Auditoría de la empresa
La titular de Medioambiente del Edecom, Mabel Pagano, dijo que constataron que Grupo Alimenticio terminó las obras para reducir la contaminacion, pero que desconoce si siguen las emanaciones.
En este sentido, la funcionaria adelantó que por estos días debe realizarse una auditoría ambiental, precisamente para determinar si el ex Molino Fénix contamina o no.
Pagano indicó que la auditoría es encargada a una empresa por Grupo Alimenticio SA. Además, explicó que Medioambiente analizará los resultados. Sólo si los niveles de contaminación son altos, la fábrica será obligada a efectuar nuevas reformas.

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