31 may 2010

La otra gran hazaña de Bouwer

Día a Día (31/05/2010)
La otra gran hazaña de Bouwer

Apenas queda el 1 por ciento de los vehículos que hasta hace un año estaban en el depósito judicial. También habrá que remediar ese predio.
De aquella muralla de hasta cinco pisos de automóviles destruidos, poco queda. De aquella cordillera de óxido, mugre y deterioro, ya no se tiene noticia. De aquella colonia de mosquitos Aedes Aegypti que encontraba en la chatarra el hogar ideal, sólo queda un infeliz recuerdo. De aquella tortura que padecían los habitantes de Bouwer, hoy lo que queda es la sensación de una nueva victoria popular.
Claro que los vecinos acaban de perder un nuevo récord. Con 50 años de antigüedad y más de 20 mil vehículos, el de Potrero del Estado era el mayor depósito de vehículos chatarra en todo el país. Eso fue hasta octubre, cuando el Poder Judicial de Córdoba, órgano del cual dependía el depósito, tuvo la rara idea de cumplir una promesa que había formulado meses antes. Y fue entonces que comenzó la compactación y el traslado. Hoy quedan apenas poco más de 200.
“Queda muy poco, prácticamente ya se ha retirado todo”, asegura Adolfo González, bioquímico asesor de la comuna de Bouwer, y uno de los artífices de la clausura del predio, al igual que del vertedero de basura. “Es muy importante”, evaluó el especialista, señalando que “por lo menos se ha conseguido que no se siga agravando la situación ambiental de Bouwer”.
A la compactadora. El operativo limpieza y traslado comenzó en octubre de 2009, luego de que la Justicia llamara a licitación “para la venta de chatarra, autopartes, y/o automotores que se encuentran en rezago para su destrucción, compactación y posterior disposición”. Desde que arrancó el esperado proceso, se ha logrado compactar y trasladar la casi totalidad de lo que allí no hacía más que contaminar.
“Fue una excelente solución”, evalúa Raúl Montenegro, ambientalista que también asesora a Bouwer, y titular de Funam. “En realidad lo más importante de esta operación es que el Estado no ha tenido que poner un peso, porque toda esa chatarra se compacta y se recicla, generando alto valor”, explicó. El destino del material está en la provincia de Buenos Aires.
En una recorrida realizada por Día a Día este fin de semana, el cambio del panorama en Potrero del Estado era llamativo, y en el acto se notaba la desaparición de la vieja muralla de lata. Sólo llama la atención una especie de cementerio de móviles policiales, que se acumulan en una punta del depósito. Pero del resto de los autos ya casi no quedan rastros.
O en realidad sí. “El tema es que con tantos años de depósito de vehículos, se han producido derrames de metales pesados que contaminan el suelo”, describió Montenegro, señalando que “también aquí se hace necesaria una remediación”. Se podría pensar que es sencillo levantar una capa de tierra de 20 centímetros de profundidad. Pero si se piensa que los 20 mil autos estaban dispuestos en cuatro hectáreas “estamos hablando de 80 mil metros cúbicos. Son unos mil camiones volcadores”, graficó González.
Ese material contaminante deberá ser llevado a fosas de seguridad, y el espacio que dejará, habrá que reemplazarlo por suelo de seguridad, tal como lo apuntan los ambientalistas. Por el momento no hay planes concretos para esa segunda etapa del plan. “Es importante, pero lo central ya está resuelto”, dice Montenegro, fijando claramente prioridades: “Lo que nos urge es remediar el vertedero”.

Olores a dos meses del cierre del vertedero
A menudo, los pueblitos del interior provincial no tienen fecha de fundación. Simplemente porque nadie los fundó. Sólo crecieron.
En el caso de la comuna de Bouwer, bien podrían tomar el 1º de abril de 2010 como la fecha de re-fundación, porque fue el día en que se cerró para siempre el vertedero de basura que durante tantos años los tuvo a mal traer. Pero de ahí a pensar que con el cierre del basural ya se está respirando aire puro en la zona, sería caer un error.
“Todavía tenemos los olores nauseabundos que vienen de las fosas”, asegura Adolfo González, bioquímico asesor de la comuna. “El cierre del vertedero sólo consiguió que no se siguieran empeorando las cosas, pero esto exige urgente remediación”, declamó.
Al pedido se suma Raúl Montenegro, de la Funam, quien insiste en que “es Bouwer el que va a decidir y exigir cuál es el tipo de remediación necesaria para solucionar este problema ambiental”, aclarando que “no se va a esperar cuál es la propuesta que hace Innviron”, aludiendo a la empresa que ganó la licitación para el tratamiento de la basura.
Un cartel en el acceso al pueblo completa la idea: “En Bouwer decide Bouwer”. Y los vecinos están dispuestos a exigir.

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