7 may 2010

Minería en Córdoba: "respeto por el ambiente"

La Voz del Interior (07/05/2010)
Respeto por el medio ambiente en Córdoba

Aldo Bonalumi (Secretario de Minería de la provincia de Córdoba)

Un año atrás, el Día de la Minería se resumía en un título: Córdoba, ordenar para producir más cantidad y de mejor calidad.
También se daban pautas para que ello ocurriera, y se afirmaba que el productor minero tenía en sus manos la virtud de explotar los yacimientos.
Sin embargo, le cabía al Estado procurar la ayuda necesaria facilitando los trámites, la atención al minero, la orientación de la actividad, la transmisión de las exigencias que la ley impone y, por sobre todo, "empujar" juntos.
Las circunstancias indicaban que se debería hacer docencia con el productor, porque había algunos puntos que eran una obligación incontrastable, pero no se los interpretaba de esa manera. Fue la propia Cámara de Empresarios Mineros la que entendió fehacientemente que la actividad, por su carácter de irremplazable, debía tomar el camino que la llevara a ser una actividad sostenible.
Hoy, esta actitud está dando sus frutos: el productor tomó conciencia del respeto que merece el medio ambiente y el Estado está exigiendo lo que el productor debe cumplir. Ambas acciones se pueden medir en números concretos, a partir de los indicadores que emite el propio Registro Único de Actividad Minera, (Ruami, ley 8.027), dependiente de la Secretaría de Minería de la Provincia.
80% en regla. Al analizar algunos parámetros, se observa que actualmente el 80 por ciento de las empresas productoras está en regla, tanto en lo que hace al transporte de sustancias minerales, como al Informe de Impacto Ambiental, ambas cosas vitales, que le permiten al productor trabajar con tranquilidad. Con respecto al 20 por ciento restante, se exige permanentemente el cumplimiento de las normas ambientales y se sanciona a quienes no las acaten con apercibimientos, multas y/o clausuras, como lo indica la ley.
Así presentado, como el que no cumple es notificado, multado y/o clausurado, pareciera conducir a un conflicto de dimensiones considerables, ya que podría haber impactado en la producción y la mano de obra, por un lado, y en la judicialización del trámite, por el otro.
Sin embargo, no pasó ni una cosa ni la otra. Las empresas se informaron muy bien de cuáles eran las exigencias legales vigentes y, como consecuencia directa, la actividad comenzó en forma apresurada la gran inversión minera pendiente, destinada especialmente a poner en condiciones todo lo referido a la producción para que la minería de Córdoba, que es tan necesaria, siga siendo respetada.
Es justo resaltar que la sociedad tiene mucho que ver en esta mejora, ya que en forma permanente hay denuncias de mala praxis minera, a las que se responde en un máximo de 48 horas, con resultados positivos.
Las circunstancias llevaron a que todas las partes trabajaran juntas y coordinadamente. La Secretaría de Minería llamó a un plenario, en el que la Cámara de Empresarios Mineros y el Consejo de Geología fueran protagonistas de impulsar, no sólo el trámite, sino la manera en que debía encararse el ordenamiento de la actividad en Córdoba. Esta "sociedad" entre productores, profesionales y el Estado es la que hoy muestra frutos positivos, observándose el mejoramiento sustancial de la extracción de minerales.
Un solo objetivo. La política minera aplicada persigue un solo objetivo, el que se sintetiza en cuidar a Córdoba como una de las principales extractoras de minerales del país para que siga produciendo con calidad, cantidad y sustentabilidad.
Hay que pensar que cada tonelada menos que produzca Córdoba, incide en los costos de la obra pública y privada de las zonas más pobladas del país y esto es muy importante en cuanto a planificación estratégica se refiere.
Hoy, la actividad de la construcción mueve buena parte de la economía. Es inevitable no estar atento al producto minero cordobés porque conforma el 90 por ciento de las escuelas, hospitales y rutas que se realizan en nuestra provincia y también está presente, en gran proporción, en la infraestructura edilicia y vial de otras zonas de la región.
Aquí se producen anualmente más de 50 millones de toneladas de rocas y minerales; en este territorio está asentada una de las cementeras más importantes de Latinoamérica; se provee de materia prima a la industria del plástico, caucho, pintura, vidrio, cerámica, papel y abastece gran parte de los minerales que utiliza el agro argentino.
Un especial agradecimiento a los productores, que están comprendiendo que el beneficio de sus empresas no puede dejar de ir de la mano del beneficio del ambiente, de la minería productiva en su conjunto y del bienestar general de la población.

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