21 jun 2012
Las fumigaciones en Río Cuarto cerca de casas
11:37 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (21/06/2012)
En Cielos del Oeste, las fumigaciones llegan hasta las casas de los vecinos
Es en la zona de quintas ubicada al final del ejido urbano, a la vera de la ruta a Achiras. Los aviones sobrevuelan las viviendas y a la gente le llegan restos de agroquímicos. También fumigan por tierra
La contaminación con agroquímicos no distingue clases sociales. Ya afectó a los barrios periféricos empobrecidos, y hoy les toca a las casas quintas. Ahora, a diferencia del antecedente de Quintitas Golf, los problemas con las fumigaciones en zonas habitadas se dan en Cielos del Oeste, donde el poder adquisitivo es relativamente más alto.
En Cielos del Oeste las fumigaciones se padecen. A diferencia de otros casos similares que se dieron en Río Cuarto, en la zona las viviendas denotan un poder económico de medio a alto. Sin embargo, no es obstáculo para que la aplicación de agroquímicos llegue hasta las narices de los residentes.
De eso puede dar fe Gloria Sánchez de Cocorda, una de las vecinas movilizadas por este tema. “En mi caso, el señor Roberto Beccaría me fumiga a tres metros de la ventana de mi cocina por el sur. Y por el oeste, el señor Passarini fumiga a menos de 30 metros de mi casa”, señaló.
Según explicó, toda la vecindad de ese sector se ve afectada por las fumigaciones “por el sur, por el oeste y por el norte, también los Soles del Oeste y el country San Esteban”.
Además, la mujer llamó la atención sobre la posible contaminación del agua para consumo humano. “El tanque de reserva del Emos está rodeado de campos sembrados con soja y de fumigaciones. Allí el compromiso es mucho mayor porque un porcentaje considerable de habitantes de la ciudad recibimos esa agua”, indicó.
“Estamos teniendo plagas de lauchas y sapos por haberse destruido la cadena de los depredadores naturales (lagartos y lechuzas)”, agregó.
Por otro lado, la vecina sostuvo que aunque tienen todas las herramientas legales a su disposición, las autoridades no intervienen.
Hay una ley (provincial) de agroquímicos del 2004, pero no funciona, pretende quedar bien don Dios y con el diablo.
Por su parte, otro de los vecinos de Cielos del Oeste, Carlos Baigorria (62) dio cuenta de los efectos de las fumigaciones a ambos lados de su casa. En especial, las alteraciones que produce en la quinta.
“Las plantas más chicas están todas secas y las más grandes, todas enfermas: no están ni secas ni verdes. Hay árboles silvestres que en pleno verano están secos, una semana después están verdes y a los días vuelven a estar seoas”, relató el hombre.
Los aviones los sobrevuelan
Cerca de su casa, hacia el sur, la estancia “La Nena”, de 7 mil hectá-reas, fumiga la soja y otros cultivos con diferentes agroquímicos.
“Los aviones fumigan en la estancia, paran el chorro antes de llegar y después dan la vuelta arriba de mi casa. Los he visto muchas veces: son aviones negros y amarillos”, señaló el hombre.
Pero eso no es todo. La casa de Baigorria también linda con un campo cultivado hacia el oeste. Allí, fumigan con los denominados “mosquitos”, las máquinas de aplicación terrestre.
Suelen formarse verdaderas nubes de agroquímicos que quedan a la deriva. “Por ejemplo, si fumigan un día con algo de viento, todo eso se viene a mi casa. Por eso tengo problemas con las plantas”, apuntó el hombre.
El primer juicio
Este diario consultó a los vecinos qué piensan sobre el juicio por las fumigaciones en el barrio cordobés de Ituzaingó Anexo, y ambos lo consideraron como un avance en la lucha contra la contaminación.
Para Gloria Sánchez de Cocorda, los informes sobre el caso del barrio capitalino valen también para describir la situación de Cielos del Oeste. “También valen para nosotros”, dijo.
“Es un avance, algo había que hacer y esos vecinos han acudido a la justicia con herramientas legales, son todo un ejemplo, igual que aquí los vecinos de Quintitas Golf que lograron que no les fumiguen más”, agregó la mujer.
Por su parte, el vecino Carlos Baigorria consideró como un dato positivo la realización del juicio por las fumigaciones. En este sentido, sostuvo: “Creo que nos envenenan a todos. He visto lo del juicio por las fumigaciones, y me parece bien que hagan algo”.
Los productores
En otro orden de cosas, Gloria Sánchez de Cocorda dice que intentó llegar a acuerdos con los productores rurales que operan en la zona. La idea, claro, es que dejaran de fumigar, pero no tuvo buenos resultados.
“Cuando vino el señor Passarini a firmar las planillas para Ecogas le pedí muy seriamente que no me fumigue más. La idea de él es vender esas 28 hectáreas, pero hasta que no lo haga no puedo dar fe”, dijo.
“Con Beccaría estoy en trato, pero a la hora de los números la soja pesa fuerte. Todavía no ha levantado el maíz y estoy preocupada porque siembra soja año por medio”, finalizó.
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En Cielos del Oeste, las fumigaciones llegan hasta las casas de los vecinos
Es en la zona de quintas ubicada al final del ejido urbano, a la vera de la ruta a Achiras. Los aviones sobrevuelan las viviendas y a la gente le llegan restos de agroquímicos. También fumigan por tierra
La contaminación con agroquímicos no distingue clases sociales. Ya afectó a los barrios periféricos empobrecidos, y hoy les toca a las casas quintas. Ahora, a diferencia del antecedente de Quintitas Golf, los problemas con las fumigaciones en zonas habitadas se dan en Cielos del Oeste, donde el poder adquisitivo es relativamente más alto.
En Cielos del Oeste las fumigaciones se padecen. A diferencia de otros casos similares que se dieron en Río Cuarto, en la zona las viviendas denotan un poder económico de medio a alto. Sin embargo, no es obstáculo para que la aplicación de agroquímicos llegue hasta las narices de los residentes.
De eso puede dar fe Gloria Sánchez de Cocorda, una de las vecinas movilizadas por este tema. “En mi caso, el señor Roberto Beccaría me fumiga a tres metros de la ventana de mi cocina por el sur. Y por el oeste, el señor Passarini fumiga a menos de 30 metros de mi casa”, señaló.
Según explicó, toda la vecindad de ese sector se ve afectada por las fumigaciones “por el sur, por el oeste y por el norte, también los Soles del Oeste y el country San Esteban”.
Además, la mujer llamó la atención sobre la posible contaminación del agua para consumo humano. “El tanque de reserva del Emos está rodeado de campos sembrados con soja y de fumigaciones. Allí el compromiso es mucho mayor porque un porcentaje considerable de habitantes de la ciudad recibimos esa agua”, indicó.
“Estamos teniendo plagas de lauchas y sapos por haberse destruido la cadena de los depredadores naturales (lagartos y lechuzas)”, agregó.
Por otro lado, la vecina sostuvo que aunque tienen todas las herramientas legales a su disposición, las autoridades no intervienen.
Hay una ley (provincial) de agroquímicos del 2004, pero no funciona, pretende quedar bien don Dios y con el diablo.
Por su parte, otro de los vecinos de Cielos del Oeste, Carlos Baigorria (62) dio cuenta de los efectos de las fumigaciones a ambos lados de su casa. En especial, las alteraciones que produce en la quinta.
“Las plantas más chicas están todas secas y las más grandes, todas enfermas: no están ni secas ni verdes. Hay árboles silvestres que en pleno verano están secos, una semana después están verdes y a los días vuelven a estar seoas”, relató el hombre.
Los aviones los sobrevuelan
Cerca de su casa, hacia el sur, la estancia “La Nena”, de 7 mil hectá-reas, fumiga la soja y otros cultivos con diferentes agroquímicos.
“Los aviones fumigan en la estancia, paran el chorro antes de llegar y después dan la vuelta arriba de mi casa. Los he visto muchas veces: son aviones negros y amarillos”, señaló el hombre.
Pero eso no es todo. La casa de Baigorria también linda con un campo cultivado hacia el oeste. Allí, fumigan con los denominados “mosquitos”, las máquinas de aplicación terrestre.
Suelen formarse verdaderas nubes de agroquímicos que quedan a la deriva. “Por ejemplo, si fumigan un día con algo de viento, todo eso se viene a mi casa. Por eso tengo problemas con las plantas”, apuntó el hombre.
El primer juicio
Este diario consultó a los vecinos qué piensan sobre el juicio por las fumigaciones en el barrio cordobés de Ituzaingó Anexo, y ambos lo consideraron como un avance en la lucha contra la contaminación.
Para Gloria Sánchez de Cocorda, los informes sobre el caso del barrio capitalino valen también para describir la situación de Cielos del Oeste. “También valen para nosotros”, dijo.
“Es un avance, algo había que hacer y esos vecinos han acudido a la justicia con herramientas legales, son todo un ejemplo, igual que aquí los vecinos de Quintitas Golf que lograron que no les fumiguen más”, agregó la mujer.
Por su parte, el vecino Carlos Baigorria consideró como un dato positivo la realización del juicio por las fumigaciones. En este sentido, sostuvo: “Creo que nos envenenan a todos. He visto lo del juicio por las fumigaciones, y me parece bien que hagan algo”.
Los productores
En otro orden de cosas, Gloria Sánchez de Cocorda dice que intentó llegar a acuerdos con los productores rurales que operan en la zona. La idea, claro, es que dejaran de fumigar, pero no tuvo buenos resultados.
“Cuando vino el señor Passarini a firmar las planillas para Ecogas le pedí muy seriamente que no me fumigue más. La idea de él es vender esas 28 hectáreas, pero hasta que no lo haga no puedo dar fe”, dijo.
“Con Beccaría estoy en trato, pero a la hora de los números la soja pesa fuerte. Todavía no ha levantado el maíz y estoy preocupada porque siembra soja año por medio”, finalizó.
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