26 dic 2023

Estudio epidemiológico sobre arsénico en La Para

 


La Voz del Interior (26/12/2023)
Córdoba: estudio descubre que tomar agua con arsénico puede desencadenar alteraciones dermatológicas y tiroideas

A pedido de vecinos de La Para, en el noreste provincial, un equipo interdisciplinario estudió una muestra de personas expuestas a la ingesta por más de cinco años. Los especialistas consideran que similares resultados pueden hallarse en otras localidades.
Un equipo interdisciplinario estudió los efectos que provoca en la salud de las personas una exposición crónica al consumo de agua con arsénico. Los especialistas detectaron –en una localidad del noreste provincial– afecciones dermatológicas y posibles alteraciones en la glándula tiroidea. Un caso de cáncer se encuentra bajo estudio.
La investigación epidemiológica, toxicológica y clínica se llevó a cabo entre 2018 y 2019 en la localidad de La Para, del departamento Río Primero, de la provincia de Córdoba. Los resultados fueron presentados primero a la comunidad y luego fueron expuestos en el 1° Congreso Mundial de Toxicología realizado en la Capital provincial del 1° al 3 de noviembre pasados.

Equipo interdisciplinario
Carlos Guzmán, exintendente de La Para, explicó que la investigación se realizó a pedido de los vecinos, que estaban preocupados por el aumento de casos de cáncer en la región.
Del estudio participaron el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el de Salud, a través de la Secretaría de Prevención y Promoción y del Departamento de Salud Ambiental. También, la Administración Provincial de Recursos Hídricos (Aprhi) y un equipo del hospital municipal de La Para.
Lo primero que se hizo fue medir los niveles de arsénico y fluor en las 14 perforaciones que en ese momento proveían agua para consumo, riego o reserva.
El estudio detectó que el pozo de la Municipalidad -que proveía el servicio de red a buena parte del pueblo- tenía un nivel de arsénico más alto que el permitido por normativa. En esa perforación, el nivel detectado se ubicó en 0,08 miligramos por litro cuando el límite establecido es de 0,05.
En algunas perforaciones privadas también se encontraron niveles elevados y muchas fueron clausuradas, agregó Guzmán: “Este estudio nos sirvió para ir haciendo rotar los pozos que abastecen el agua. Continuamos con las mediciones. Cuando alguno nos daba niveles elevados, como el de la Municipalidad, lo dejamos fuera de funcionamiento. Luego hemos podido resolver sl fin el problema con la construcción del nuevo acueducto”, señaló.

Cómo fue la muestra
Una vez analizados estos valores, se convocó a la población que quisiera participar del estudio. El paso siguiente era calcular el impacto del consumo crónico de agua con arsénico en la gente.
Un equipo fue casa por casa haciendo búsqueda activa de pacientes. Entre 2018 y 2019 se extrajeron muestras de sangre y orina en 450 personas.
El criterio abarcó a una población de entre 5 a 40 años que haya estado expuesta –durante al menos cinco años– a la ingesta de agua con arsénico. Se estima que la principal fuente de exposición fue el agua de red, pero los investigadores aclararon que hacen falta más estudios para evaluar el impacto del arsénico en alimentos, riego y suelo.
Pablo Toledo, coordinador del área de Gestión y Protección de Cauces de la Administración provincial de Recursos Hídricos de Córdoba, explicó en el Congreso de Toxicología que las perforaciones de agua están conectadas a la red de distribución domiciliaria. Antes de llegar a los hogares, pasa por un sistema de clorado.
Toledo indicó que el arsénico es considerado un residuo natural pero peligroso del ambiente; es un contaminante del agua que lo recibe por filtración de la tierra y las rocas.
Nilda Gait, jefa del Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud de Córdoba, indicó: “Por su geología y la estructura de su suelo, Córdoba es una provincia que puede tener regiones con más o menos arsénico. Medir sus niveles y estudiar a la población nos permite accionar rápido y prevenir”.
Los especialistas coincidieron en que similares resultados pueden encontrarse por lo tanto otras localidades de zonas con arsénico en sus napas. Actualmente existe un proyecto para estudiar los niveles de arsénico en al menos 11 sitios de Córdoba.

Principales antecedentes
En 2013 ya se habían realizado análisis en las perforaciones y abastecimiento de agua en Chaján, departamento Río Cuarto. Allí se encontró una mayor cantidad de afecciones, como lesiones en la boca y alteraciones en la piel, tanto en zona urbana como rural. La investigación había sido solicitada por la población y los estudios permitieron instalar una planta potabilizadora.
En 2016, la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, emitió un documento con los “Estudios Básicos para el Establecimiento de Criterios y Prioridades Sanitarias en el tema de Hidroarsenicismo”. Y advirtió que una exposición excesiva puede ocasionar un incremento significativo en el riesgo de padecer cáncer y otras alteraciones.
“El consumo de agua de bebida contaminada con arsénico durante largos períodos de tiempo se ha asociado a una enfermedad denominada Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (hacre), caracterizada por presentar lesiones en piel y alteraciones sistémicas cancerosas y no cancerosas”, advirtió el organismo.

Engrosamiento en la piel y lesiones en las uñas
El estudio en La Para demostró que el 75% de las 450 personas estudiadas con análisis de orina se consideró no expuesta. Los resultados de sus estudios dieron valores normales.
El resto se dividió en dos grupos: los más expuestos (con valores superiores a los 50 microgramos de creatinina) y los levemente expuestos (por debajo de ese valor).
El 22% de la población más expuesta registró afecciones dérmicas: hiperpigmentaciones (aumento del color), engrosamientos de la piel y lesiones en las uñas.
Dos personas presentaron manifestaciones clínicas compatibles con la afección Hacre (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico) y en un paciente con altos niveles de arsénico en orina se detectó un tumor espinocelular. Los tres casos continuaron en estudio
“Al ser el cáncer una enfermedad multicausal, debemos descartar otros motivos. Cuando cruzamos los datos de las anatomías patológicas y la información del Registro Provincial de Tumores, no encontramos en la localidad una incidencia más alta de cáncer, en comparación con otros pueblos y ciudades. Esto amerita más investigaciones. Tenemos que seguir indagando”, apuntó Gait.
En la misma línea, Marcela Juárez, directora del hospital municipal de La Para, sintetizó: “Aunque la preocupación inicial de los vecinos fue un aumento inusual de cáncer en nuestra localidad, el estudio concluyó que estábamos dentro de lo normal”.
Entre el grupo de los menos expuestos, el 19% también presentó alteraciones en la piel.

Impacto del arsénico en las tiroides
El estudio demostró que el 20% del grupo más expuesto y el 16% del menos expuesto tuvo alteraciones en sus funciones tiroideas. El resultado se obtuvo después de medir los niveles de hormonas TSH y T4 en un porcentaje de la muestra inicial.
“Sabemos que el arsénico puede desencadenar alteraciones en las funciones de la glándula tiroidea. Pero con la información que teníamos en ese momento, no podíamos descartar otras causas. Esos pacientes fueron seguidos en el tiempo por especialistas”, agregó Gait.
La búsqueda activa de pacientes casa por casa detectó patologías no relacionadas con el estudio. Todas fueron derivadas. “Esta estrategia de atención primaria permite prevenir. Su buscamos, encontramos. Si encontramos, solucionamos”, expresó Gait.
El Centro de Excelencia en Productos y Procesos (Ceprocor) del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba estableció un biomarcador para calcular el riesgo de acuerdo con los resultados de los análisis y además procesó las muestras de orina. El Laboratorio de Toxicología del hospital de Niños obtuvo los resultados en sangre.

Estrategias de reparación
Los resultados fueron comunicados a la población. “A partir del estudio, se empezó a clorar más el agua. Se siguen tomando muestras de todos los pozos. Se corrigió lo que había que corregir y se está trabajando de acuerdo a la normativa”, sintetizó Juárez.
La creación de un acueducto, con fondos provinciales, permitió ahora distribuir el agua a los vecinos de ésta y localidades cercanas mediante otro sistema de abastecimiento.
“Fue un trabajo muy arduo pero gratificante”, dijo Gait.
La especialista remarcó la importancia de realizar este tipo de estudios en más localidades de la provincia, que tienen las mismas características en el suelo. “Así podemos llegar a tiempo con los diagnósticos y prevenir complicaciones”, finalizó.
La Voz solicitó desde el 12 de diciembre la respuesta de la Administración de Provincial de Recursos Hídricos de Córdoba, pero no obtuvo respuesta.
La presencia natural de arsénico en el agua de napas es habitual en muy amplias regiones del este y del sur de la provincia. Por ello, cada vez se extienden más acueductos desde otras zonas del centro del mapa cordobés para abastecer a las poblaciones de esas áreas.
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