21 jul 2022

Por un parque y reserva nacional Ansenuza mejores

 


La Voz del Interior (21/07/2022)
Por un parque y reserva nacional Ansenuza mejores

Para que el Parque Nacional Ansenuza tenga el enorme valor biológico que tiene la laguna Mar Chiquita, habría que anexarle la desembocadura del río Segundo y sus zonas de influencia, la desembocadura del río Primero y la laguna del Plata.
La laguna Mar Chiquita o mar de Ansenuza es un inmenso cuerpo de agua salada de Córdoba, alimentada por tres ríos: el Dulce, en el norte y el Primero y el Segundo, en el sur. En épocas normales tiene una superficie aproximada de 200 mil hectáreas (ha) y 300 g/l de sal, pero ha llegado a tener 700 mil ha y 30 g/l de sal durante la gran crecida y desalinización de fines del siglo pasado. Actualmente, tiene unas 380 mil ha y 60 g/l de sal.
Con los bañados del Río Dulce, constituye el más importante ambiente acuático de Córdoba y uno de los más importantes del país, ya que allí habitan unas 250 especies de aves, más otras 100 que aparecen ocasionalmente, con grandes poblaciones de aves acuáticas locales y migratorias del Hemisferio Norte.
A pesar de que en algunos períodos no resulta fácil apreciar la importancia del sistema, como por ejemplo durante la gran crecida que tuvo la laguna desde mediados de 1977 hasta 2003, en la que había relativamente pocas aves y estaban muy dispersas, los estudios que llevamos a cabo con Darío Yzurieta en el último período de normalidad (1974-1977), donde había enormes cantidades de aves acuáticas en la desembocadura de los ríos, especialmente en la del Río Segundo, evidencian que el valor biológico del sistema es muy grande.
También han sido muy importantes para apreciar el valor para las aves de la laguna los censos aéreos del flamenco austral realizados por Enrique Bucher desde 1969 y por Lucila Castro y Pablo y Matías Michelutti en los últimos años. Además, permitieron valorar el sistema los conteos realizados durante “el censo neotropical de aves acuáticas”, que comenzó en 1990 (coordinado por mí en Argentina y llevados a cabo en el área por Pablo Michelutti) y los censos realizados personalmente desde 2004 hasta el presente, cuando la laguna comenzó a bajar, dejando playas y costas al descubierto.
Con base en lo expuesto, veamos entonces cuál es la importancia de los recientemente creados Parque Nacional y Reserva Nacional Ansenuza, en relación con las aves.
La Reserva Nacional Ansenuza (475.477 ha), situada al norte del sistema, será fundamental para las aves, ya que incluye todas las zonas valiosas del área:
1) Sitios de nidificación (islotes y costas) del ave emblemática del lugar, el flamenco austral, cuya población de más de 300 mil individuos es la más importante de la especie;
2) La desembocadura del río Dulce, en la que se concentran grandes cantidades de aves acuáticas locales y migratorias del Hemisferio Norte.
3) Lo que queda en Córdoba de los bañados del Río Dulce, que se redujeron marcadamente después de que en 1983, por ley de Presidencia de la Nación, se transfirieran a la jurisdicción de Santiago del Estero unas 400 mil ha de los mismos.
El Parque Nacional Ansenuza (185.939 ha), por el contrario, tendrá muy poca importancia para las aves en esta primera etapa, ya que no incluye los principales sitios que son la desembocadura del río Segundo, el más valioso de todo el sistema, la desembocadura del río Primero, la laguna del Plata (donde desemboca el río Primero y se concentran importantes cantidades de aves) y el resto de las costas sur y sudoeste y aguas cercanas.
Por el momento, se trata sólo de un parque nacional acuático, que incluye un gran sector de aguas abiertas de la laguna que prácticamente no es habitado por las aves. De las aproximadamente 80 especies de aves acuáticas que habitan en Mar Chiquita, sólo una, el falaropo común, un ave migratoria del Hemisferio Norte cuya población estimada en la laguna es de 500 mil individuos, utiliza las aguas abiertas para alimentarse durante su estadía en primavera-verano, pero cabe señalar que si la laguna tiende a su situación normal, con alta salinidad, el falaropo no utilizará las áreas abiertas y será restringido a las desembocaduras de los ríos, como sucedía anteriormente. Lo mismo si la laguna vuelve a crecer y baja la salinidad, tampoco utilizará las aguas abiertas.
Entonces, para que el Parque Nacional Ansenuza tenga el enorme valor biológico que tiene la laguna Mar Chiquita, habría que anexarle lo siguiente:
1) La desembocadura del río Segundo y sus zonas de influencia, que incluyen, hacia el este, la bahía que está a continuación, conocida como “Loma de los Indios” y el sector de playa de unos cinco kilómetros de longitud, que va desde dicha bahía hasta el destacamento de guardaparques y, hacia el oeste, el sector conocido como Playa Grande, de unos siete kilómetros de largo, que está entre la desembocadura del río y la laguna del Plata.
2) La desembocadura del río Primero.
3) La laguna del Plata.
Una área pequeña, pero de un enorme valor para las aves acuáticas.
También sería importante incluir la costa y las aguas cercanas, desde donde termina la Ciudad de Miramar hacia el este y desde la laguna del Plata, hacia el noroeste, hasta unirse al parque, unos 10 kilómetros.
Quiero aclarar que el motivo de esta nota no es criticar a Parque Nacionales ni a Turismo de Córdoba, sino hacer notar el error que se ha cometido en el diseño del parque e indicar una manera relativamente fácil de solucionarlo.

Por Manuel Nores * Doctor en Ciencias Biológicas-Investigador del Conicet
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