El Diario de Villa María (28/07/2022)
Temperaturas históricas: “Las olas de calor llegaron para quedarse”

Así lo afirmó el especialista local, Fernando Forgioni. Además, hizo referencia a los distintos impactos que ocasionan los eventos extremos
Durante los últimos días, varias naciones de Europa experimentaron temperaturas récord. Reino Unido e Italia rompieron la barrera de los 40°C, pero no fueron la excepción, ya que también se registraron calores inusuales en Francia, Países Bajos, Bélgica y España. Según se prevé, el tiempo atmosférico extremo podría trasladarse, durante los próximos días, hacia el norte del continente.
En ese marco, El Diario dialogó con el docente e investigador de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Fernando Forgioni, para conocer las causas de este fenómeno. El profesional, que también trabaja para The Global Goals, destacó que las olas de calor actuales “son un efecto del cambio climático”. “Lo que hace el cambio climático es aumentar las probabilidades de que se produzcan eventos que antes ocurrían una vez cada 100 años o directamente nunca ocurrían”, expresó.
Asimismo, aclaró que “no se puede atribuir un evento extremo al cambio climático,  pero se puede afirmar que este último acelera o posibilita que ocurran eventos raros y, que a su vez, provoca que estos eventos sean cada vez más largos, como, por ejemplo, las olas de calor que se produjeron en Europa, que además son eventos que eran muy raros o en algunos casos, como en Inglaterra, nunca se habían dado”.
En ese sentido, precisó: “Las estadísticas muestran una variación hacia el aumento sostenido de las temperaturas por culpa de las emisiones de gases de efecto invernadero que provoca el hombre. Antes un fenómeno extremo ocurría en un año cada mil, pero luego comenzaron a producirse cada 50 o 20 años. Cambió la media y empezaron a aparecer eventos que antes no existían en ciertos lugares”. Si tomamos el caso de Londres, Forgioni explicó: “Las casas no están preparadas para esas temperaturas, no poseen ventiladores o aires acondicionados. De hecho, las construcciones están hechas para conservar el calor, no disiparlo”.
A su vez, comentó: “El Met Office (el servicio meteorológico del Reino Unido) elaboró modelos a partir de simulaciones y decían que este tipo de eventos podían ser más probables que se produzcan dentro de 30 años, por lo cual claramente se adelantó el pronóstico y la atmósfera nos sorprendió. Empezó a hacer mucho más calor que el esperado porque los impactos del cambio climático muchas veces superan los pronósticos”.
 “Cada vez vamos a tener más cantidad de olas de calor y estas van a ser cada vez más prolongadas en promedio”, remarcó Forgioni y agregó: “El problema de los eventos extremos son los impactos que ocasionan, ya sea a nivel ecosistémico, por los incendios, por ejemplo; o las muertes, ya que somos una sociedad que no está preparada para vivir este tipo de eventos y por esto se produce una tasa de mortalidad muy alta”.
De igual manera, indicó: “También está la parte económica, donde distintos actores se ven perjudicados. En la producción primaria, las olas de calor afectan a los productores agrícolas y a quienes crían animales, después se saturan los servicios de energía por la alta demanda y provocan que comience a escasear el agua”.

En la Argentina
Tras consultarle por las olas de calor en nuestro país, el investigador afirmó: “El año pasado  tuvimos dos muy fuertes, seguramente hubo más. No puedo confirmar ahora lo que va a pasar en el verano, pero vamos a tener olas de calor y van a durar cada vez más. Las olas de calor llegaron para quedarse”.
Además, con respecto a las temperaturas cálidas de la última semana, expresó: “No fue una ola de calor, ni fue culpa del cambio climático. Es algo normal que se llama variabilidad y ya ha pasado otras veces donde hemos tenido temperaturas altas en julio”.
Por otra parte, con respecto a las olas de calor, Forgioni puntualizó: “La sociedad no está preparada para este tipo de eventos, no nos hemos sentado a discutir cómo vamos a adaptarnos mejor a estos fenómenos”.
“Es preciso decir que adaptarse tiene que ir de la mano con mitigar la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que hagamos en los próximos 10 años va a marcar la pauta de si luego la vamos a pasar muy mal o un poquito menos mal”, estableció.
“Es posible que hagamos algo para revertir esta situación, pero, a la vez, es muy complejo ponernos de acuerdo entre los países. Se están llevando a cabo acciones, pero el problema es que necesitamos que se hagan más rápido”, concluyó.
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