26 oct 2019

La Ptilodexia es la responsable de polinizar la peperina



La Voz del Interior (26/10/2019)
Hallan un impensado aliado de la peperina

Investigadores de Córdoba descubrieron que una mosca es casi el único responsable de polinizar el popular yuyo cordobés. El insecto es clave para este emblema de las Sierras que está en riesgo de desaparecer.
¿Qué encanto especial tendrán las flores de la peperina para atraer a una mosca? ¿Por qué las abejas, las polinizadoras más famosas, tienen el acceso restringido al néctar de este yuyo emblemático de Córdoba?
Lorena Ashworth, investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv) del Conicet y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), no lo sabe del todo, pero su último trabajo arroja luz sobre algunos misterios.
Junto con colegas, fueron los primeros en descubrir que una mosca (la especie Ptilodexia cf. Cingulipes) es el principal insecto polinizador de la peperina. Ni mariposas, ni abejas. Una mosca.
“Sabemos que hay muchas moscas que visitan flores buscando alimento como néctar o polen, pero su rol como polinizadores generalmente es muy poco conocido. Es interesante que bichos con tanta mala fama como las moscas sean tan importantes para la supervivencia de plantas nativas”, dice Lorena.
Para dar con la mosca en cuestión, los investigadores tuvieron mucha paciencia. Observaron 265 plantas de peperina de las reservas naturales Los Manantiales y La Quebrada, en Sierras Chicas.
Primero descartaron el viento como polinizador. Un grupo de plantas fue cubierto con una fina red para limitar el acceso de cualquier insecto pero permitir la acción del viento. El resultado: la plantas cubiertas no fueron polinizadas.
Luego, ya sin la red, observaron qué insectos visitaban las plantas durante 46 horas distribuidas en 10 días del verano 2015-2016. Grabaron videos y capturaron algunos insectos “sospechosos” para observar al microscopio la presencia o no de polen en su cuerpo.
Más de dos tercios de las visitas fueron realizadas por la mosca Ptilodexia cf. Cingulipes. Otros insectos que se posaron sobre las flores de peperina fueron abejas, avispas, mariposas, otras moscas y moscardones. Sin embargo, casi ninguno de ellos tenía polen en su cuerpo.
“Generalmente las plantas polinizadas por moscas tienen flores que emanan olores desagradables que se asemejan a olores de organismos en descomposición. Por lo que percibimos con nuestro olfato, la peperina no tiene ese tipo de olores, pero posiblemente las flores produzcan compuestos químicos específicos que atraigan a las moscas”, comenta Lorena.
Pero, además, Lorena explica que esta especie de mosca tiene una lengua larga, un rasgo que le permite tomar el néctar de la flor de la peperina que es tubular y tiene el néctar en el fondo.
El estudio fue publicado en la revista científica Arthropod-Plant Interactions. También participaron Evangelina Glinos, del Imbiv; Eugenia Condat, de la UNC, y Pablo Mulieri, del Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires.

En riesgo de desaparecer
La peperina es endémica de Argentina. No crece en otros lugares del mundo. Lorena y otros investigadores de Córdoba creen que podría desaparecer si no se toman rápidas medidas.
Por ejemplo, Marta Ojeda, investigadora de la UNC, ha advertido que el yuyo se está cosechando de manera poco sustentable
Por ejemplo, los recolectores cortan la planta quebrándola con las manos y tironeando de los tallos en lugar de usar tijeras para evitar que se rompan sus frágiles raíces.
Además, es cosechada cuando la planta está con flores y frutos, lo que disminuye las posibilidades de producción de semillas para el mantenimiento de las poblaciones naturales.
“Las poblaciones de peperina actualmente están sujetas a una alta presión de cosecha extractiva, pues no hay cultivos o explotación sustentable de ningún tipo y esta es la razón por la cual está en riesgo de extinción” dice Lorena.
Y detalla que las poblaciones de peperina actualmente se encuentran en sitios protegidos, como reservas naturales y campos privados que restringen el ingreso de recolectores.

El sexo del yuyo cordobés
No existe la peperina “macho”. Solo hay plantas hembras y hermafroditas. “En el reino vegetal, la gran mayoría de las plantas con flores son hermafroditas. Las plantas ginodioicas, como la peperina, son muy raras, menos del uno por ciento”, cuenta Lorena.
De hecho, cuando es joven, la peperina es masculina, pero a medida que envejece se vuelve femenina, otra rareza de nuestro yuyo cordobés.
La bióloga explica que algunas especies nativas como el molle son dioicas, es decir, hay plantas masculinas y femeninas. “Esta separación hace que la producción de semillas se reduzca a la mitad que en las hermafroditas, ya que sólo las plantas femeninas producen frutos y semillas”, cuenta Lorena.
En la vereda opuesta, el beneficio de ser hermafrodita es que una única planta puede ser madre y padre al mismo tiempo, y por lo tanto puede transmitir sus genes vía polen y vía óvulos. Sin embargo, genera descendencias menos vigorosas y con menos diversidad genética durante la autopolinización.
Para distinguir una peperina hermafrodita de una femenina hay que mirar las flores que son más grandes y con la boca más abierta.

Un tándem nativo para ayudar a la agricultura
La mosca podría ayudar a controlar plagas de cultivos.
Carnívora. En su etapa de larva, la mosca polinizadora de la peperina es carnívora y se alimenta de otros insectos que son plagas de cultivos agrícolas.
Manejo agroecológico. “Se podría proponer como estrategia plantar peperina en bordes de cultivos para favorecer el control natural de plagas”, asegura Lorena.

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