30 dic 2014

Se renuevan críticas a avícola de Río Cuarto

9:00 a.m. | Publicado por Eco Sitio | | Editar entrada
El Puntal de Río Cuarto (30/12/2014)
Vecinos vuelven a reclamar por el olor nauseabundo de una avícola

Los habitantes del barrio Escuela de Agronomía llevan cuatro años soportando el olor repugnante producido por la empresa INDACOR y denuncian que las autoridades no se hacen cargo del asunto
Si todo quedara en una foto, nadie creería que los problemas existen en este lugar. Pero en este caso, el dicho “todo entra por los ojos” es una gran falacia. Al llegar, el verde del césped, el agua cristalina de la pileta, los perros en el jardín y la casa que parece sacada de un aviso publicitario, de inmediato se ven opacados por un olor nauseabundo que flota en el aire y se potencia con cada ráfaga de viento norte. Se trata del barrio Escuela de Agronomía, ubicado sobre la ruta 36 a la altura del kilómetro 607, a pocos metros de la avícola INDACOR, la responsable del olor que fastidia a los vecinos desde el año 2010.
A pesar de que la planta fue clausurada en mayo de 2011, luego del primer reclamo de los vecinos a las autoridades municipales y provinciales correspondientes, INDACOR hoy sigue funcionando. Incluso, en abril de 2013 Edecom notificó que la empresa tenía un plazo de seis meses para retirarse del ejido urbano, tras constatar irregularidades y realizar cuatro actas por incumplimiento.
“Edecom y la Secretaría de Ambiente de la Provincia son sellos de goma”, dijo Guillermo Cerioni, vecino del lugar al ser consultado por los reclamos realizados en otras oportunidades. Y es que ese mismo año, el ente municipal determinó el desalojo de tres de los diez galpones de cría de INDACOR y otorgó a la compañía una habilitación estacional (entre abril y octubre) acompañada de un monitoreo constante que, a juzgar por el olor que aún hoy se puede percibir, parece haber cesado.
“Acá no se puede tomar mate en el patio y hay días que tenemos que tener todas las ventanas cerradas”, explicaba Esther Campana al resaltar que al problema del olor se le suma el de las moscas que invaden la zona. Por eso es que los vecinos planean presentarse nuevamente ante la Justicia para reclamar una vez más por sus derechos.
Sin embargo, para los funcionarios, la contaminación producida por la avícola no parece ser un inconveniente real y los vecinos aseguran que su respuesta es que el olor “no se puede cuantificar”.
Así es que en el barrio Escuela de Agronomía la contaminación es algo así como la inflación: todo depende de quién la mida.

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