15 nov 2010
Una plaza hecha por vecinos, en el olvido
8:10 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (15/11/2010)
Una plaza hecha por vecinos, en el olvido
Está en el barrio Granja de Argüello. Hay yuyales y escombros en el predio de calle Albariños al 8600. La gente lo había mejorado para contar con un espacio verde.
El gran sueño de los vecinos de barrio Granja de Argüello de tener una plaza propia, a metros de sus casas, quedó trunco hace rato. En 2004, habían puesto sumo empeño y esfuerzo para limpiar un terreno abandonado de la Municipalidad de Córdoba (en calle Albariños al 8600). Cortaron yuyos, retiraron basura y colocaron cestos, plantas, bancos y hasta un reflector. También solicitaron juegos infantiles a la ex Dirección de Parques y Paseos municipal.
Pero máquinas de Obras Viales deshicieron todo lo hecho por los vecinos y se permitió que camiones particulares descargaran escombros. A metros del lugar funciona un corralón del municipio.
Según los vecinos, “el terreno estuvo a punto de transformarse en un depósito de áridos”, algo “prohibido por ordenanza debido a que la zona es residencial”. También plantearon temores por “los daños y perjuicios para la salud” que hubiera acarreado ese depósito.
Los vecinos pretenden que el predio sea un espacio verde de uso público, ya que en Granja de Argüello viven muchas familias con hijos que necesitan recreación. El pedido llegó a los ediles que hace seis años se desempeñaban en el Concejo Deliberante. “Queremos refuncionalizar un terreno cuya mantención, limpieza y corte de malezas depende de nosotros; el objetivo es mejorar la calidad de vida”, les planteaban por nota.
Hoy el predio –de 1.600 metros cuadrados– luce abandonado, con yuyales de más de dos metros de altura y cantidades de escombros donde proliferan alacranes. Algunas personas fueron picadas. En verano también se procrean mosquitos y creció la inseguridad por la existencia de yuyos altos. “Ahora roban más que antes”, comentaron Horacio Comba, Edith Radaelli, Pablo Bossio, Julia Ibáñez, Carlos Logares, Verónica Ravetti, Silvio Turro, Claudio Costa, Hugo Moreno y Marcelo Romero.
Servicios, poco y nada. La electricidad es un drama. En los hogares hay menos de 170 voltios. Las oscilaciones de tensión queman artefactos, hacen que las luces se prendan y apaguen, los microondas y estufas no calienten y las computadoras se desactiven, entre varios problemas más. Para la gente, las instalaciones eléctricas están obsoletas.
El alumbrado no está bien. Hay focos apagados. Los vecinos dicen que deben pagarles a empleados municipales para que coloquen luces. “Pero las sacan de los postes que iluminan y las colocan donde les pedimos; es un curro”, critican.
Granja de Argüello se inunda fácilmente cuando llueve. Las calles se convierten en ríos y arrastran piedras. Los autos se quedan. Los vecinos aseguran que los inconvenientes aparecieron desde que se habilitó el Paseo Rivera Indarte, porque no se hicieron los desagües necesarios en la avenida Ricardo Rojas.
En las calles de tierra y ripio se levantan polvaredas. Rara vez son regadas por camiones municipales. La calle paralela a Ricardo Rojas es un paradigma de polvo en suspensión.
Otra situación angustiante para los vecinos es la existencia de un criadero de dogos en calle Albariños. La gente teme por la seguridad de sus hijos pequeños. Días atrás, los dogos atacaron a otros perros que estaban en una vivienda colindante al criadero, tras romper un tejido perimetral. Piden que intervengan las autoridades competentes para evitar una desgracia.
Incertidumbre por el gas. Apenas dos manzanas de Granja de Argüello no tienen gas natural. Quienes viven allí aseguran que convinieron con la empresa In-Ser la extensión de la red, pero que ésta no se hizo. Hay 24 frentistas contemplados en la obra y algunos dicen que pagaron una parte.
De acuerdo con los vecinos, el expediente está en Ecogas, pero dicen que esta empresa aún no autorizó a In-Ser a iniciar los trabajos, que costarían poco más de 116 mil pesos.
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Una plaza hecha por vecinos, en el olvido
Está en el barrio Granja de Argüello. Hay yuyales y escombros en el predio de calle Albariños al 8600. La gente lo había mejorado para contar con un espacio verde.
El gran sueño de los vecinos de barrio Granja de Argüello de tener una plaza propia, a metros de sus casas, quedó trunco hace rato. En 2004, habían puesto sumo empeño y esfuerzo para limpiar un terreno abandonado de la Municipalidad de Córdoba (en calle Albariños al 8600). Cortaron yuyos, retiraron basura y colocaron cestos, plantas, bancos y hasta un reflector. También solicitaron juegos infantiles a la ex Dirección de Parques y Paseos municipal.
Pero máquinas de Obras Viales deshicieron todo lo hecho por los vecinos y se permitió que camiones particulares descargaran escombros. A metros del lugar funciona un corralón del municipio.
Según los vecinos, “el terreno estuvo a punto de transformarse en un depósito de áridos”, algo “prohibido por ordenanza debido a que la zona es residencial”. También plantearon temores por “los daños y perjuicios para la salud” que hubiera acarreado ese depósito.
Los vecinos pretenden que el predio sea un espacio verde de uso público, ya que en Granja de Argüello viven muchas familias con hijos que necesitan recreación. El pedido llegó a los ediles que hace seis años se desempeñaban en el Concejo Deliberante. “Queremos refuncionalizar un terreno cuya mantención, limpieza y corte de malezas depende de nosotros; el objetivo es mejorar la calidad de vida”, les planteaban por nota.
Hoy el predio –de 1.600 metros cuadrados– luce abandonado, con yuyales de más de dos metros de altura y cantidades de escombros donde proliferan alacranes. Algunas personas fueron picadas. En verano también se procrean mosquitos y creció la inseguridad por la existencia de yuyos altos. “Ahora roban más que antes”, comentaron Horacio Comba, Edith Radaelli, Pablo Bossio, Julia Ibáñez, Carlos Logares, Verónica Ravetti, Silvio Turro, Claudio Costa, Hugo Moreno y Marcelo Romero.
Servicios, poco y nada. La electricidad es un drama. En los hogares hay menos de 170 voltios. Las oscilaciones de tensión queman artefactos, hacen que las luces se prendan y apaguen, los microondas y estufas no calienten y las computadoras se desactiven, entre varios problemas más. Para la gente, las instalaciones eléctricas están obsoletas.
El alumbrado no está bien. Hay focos apagados. Los vecinos dicen que deben pagarles a empleados municipales para que coloquen luces. “Pero las sacan de los postes que iluminan y las colocan donde les pedimos; es un curro”, critican.
Granja de Argüello se inunda fácilmente cuando llueve. Las calles se convierten en ríos y arrastran piedras. Los autos se quedan. Los vecinos aseguran que los inconvenientes aparecieron desde que se habilitó el Paseo Rivera Indarte, porque no se hicieron los desagües necesarios en la avenida Ricardo Rojas.
En las calles de tierra y ripio se levantan polvaredas. Rara vez son regadas por camiones municipales. La calle paralela a Ricardo Rojas es un paradigma de polvo en suspensión.
Otra situación angustiante para los vecinos es la existencia de un criadero de dogos en calle Albariños. La gente teme por la seguridad de sus hijos pequeños. Días atrás, los dogos atacaron a otros perros que estaban en una vivienda colindante al criadero, tras romper un tejido perimetral. Piden que intervengan las autoridades competentes para evitar una desgracia.
Incertidumbre por el gas. Apenas dos manzanas de Granja de Argüello no tienen gas natural. Quienes viven allí aseguran que convinieron con la empresa In-Ser la extensión de la red, pero que ésta no se hizo. Hay 24 frentistas contemplados en la obra y algunos dicen que pagaron una parte.
De acuerdo con los vecinos, el expediente está en Ecogas, pero dicen que esta empresa aún no autorizó a In-Ser a iniciar los trabajos, que costarían poco más de 116 mil pesos.
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