4 mar 2007
Inquietud por una radicación industrial
11:11 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (04/03/2007)
Inquietud de vecinos por una radicación industrial
La radicación de una fábrica de baterías en Hernando genera desconfianza en vecinos e instituciones de la ciudad, teniendo en cuenta los antecedentes de contaminación que, según distintas fuentes y procesos judiciales en marcha, existirían en General Cabrera donde funcionó, antes de ser oficialmente clausurada, una fundición de plomo de la misma empresa.
Si bien se asegura que en Hernando se instalará sólo una fábrica de baterías y no una fundición, las dudas surgen por la necesidad de fundir el plomo en el mismo lugar de fabricación de las baterías por razones económicas, tal como lo demuestran otros emprendimientos en distintos puntos del país. Si el plomo se fundiera en otro lugar, se necesitaría cumplir con normas de bioseguridad muy costosas para el transporte que transformaría el emprendimiento en antieconómico.
Otra de las dudas planteadas por el grupo de vecinos, empresarios y representantes de entidades que se hicieron presentes en la Municipalidad fue el riesgo sanitario para los obreros que se contraten como también la seguridad de las otras empresas ya instaladas en el área industrial.
La reunión, que contó con la participación del intendente Sergio Coser y de otros funcionarios, giró en torno de la exposición de la abogada Paola Robert y de la agrónoma Natacha Robert, que integran la Fundación Fucadesu, especializada en temas ambientales y con protagonismo en la causa que se le sigue a la empresa Plo Car en General Cabrera.
“Una cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que se hace. Vamos a intentar trabajar en conjunto con el gobierno de Hernando. El intendente nos ha abierto sus puertas, ha habido más de 50 personas sentadas acá y eso demuestra que preocupa el tema”, expresó la abogada. “No estamos en contra de ninguna empresa en particular. Estamos aquí porque la gente nos ha invitado y porque queremos contribuir a un mejor desarrollo”, agregó.
¿Quién hace los controles?
Coser aseguró a este diario que la empresa comenzará a funcionar en Hernando en la medida que el estudio de impacto ambiental presentado por la firma sea aprobado por la Agencia Córdoba Ambiente. Ese estudio también deberá establecer las normas de bioseguridad para el transporte del plomo y otros puntos que definan que la empresa realmente no contaminará.
Aún con ese estudio aprobado, el temor de los vecinos es que la empresa no cumpla con lo allí establecido, teniendo en cuenta la falta de capacidad de contralor que se le adjudica a los organismos del Estado. Ante esto, surgió como una alternativa la creación de una comisión interdisciplinaria de medio ambiente que realizaría esa tarea. La idea de los vecinos fue tomada por el Ejecutivo municipal, que en los próximos días presentaría la iniciativa a modo de proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante. Esta comisión no funcionaría solamente para esta radicación sino que ya quedaría constituida para todos los casos similares.
“Con reservas”. Una de las dudas de los asistentes fue por qué si el comienzo de la producción dependía de la aprobación del estudio de impacto ambiental, la Municipalidad –con el apoyo unánime del Concejo Deliberante– ya le vendió a la empresa un terreno en el área industrial local. Tanto Coser como Robert coincidieron en que “esto es como la historia del huevo o la gallina”: el estudio de impacto ambiental debe hacerse sobre un lugar físico determinado. Pero el intendente aseguró que el acuerdo con la empresa contempla que la venta es “con reservas”, es decir que si el estudio no aprueba la radicación, el municipio devolverá el dinero de la compra y recuperará el terreno.
El proyecto
Plo Car SA es el nombre de la empresa que analiza instalar una fábrica de baterías en Hernando, dejando su lugar en General Cabrera, donde siempre estuvo asentada. Ya adquirió un terreno de ocho mil metros cuadrados en el área industrial municipal a un costo de 38.654 pesos. La empresa dice haber invertido 4,5 millones de pesos en maquinarias y equipos de origen brasileño y prevé construir, en el nuevo terreno, un galpón cuyo costo orillaría los 450 mil pesos. La nueva industria fabricaría baterías de todo tipo con tecnología brasileña y podría llegar a ocupar hasta 40 personas, una vez instalada totalmente.
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Inquietud de vecinos por una radicación industrial
La radicación de una fábrica de baterías en Hernando genera desconfianza en vecinos e instituciones de la ciudad, teniendo en cuenta los antecedentes de contaminación que, según distintas fuentes y procesos judiciales en marcha, existirían en General Cabrera donde funcionó, antes de ser oficialmente clausurada, una fundición de plomo de la misma empresa.
Si bien se asegura que en Hernando se instalará sólo una fábrica de baterías y no una fundición, las dudas surgen por la necesidad de fundir el plomo en el mismo lugar de fabricación de las baterías por razones económicas, tal como lo demuestran otros emprendimientos en distintos puntos del país. Si el plomo se fundiera en otro lugar, se necesitaría cumplir con normas de bioseguridad muy costosas para el transporte que transformaría el emprendimiento en antieconómico.
Otra de las dudas planteadas por el grupo de vecinos, empresarios y representantes de entidades que se hicieron presentes en la Municipalidad fue el riesgo sanitario para los obreros que se contraten como también la seguridad de las otras empresas ya instaladas en el área industrial.
La reunión, que contó con la participación del intendente Sergio Coser y de otros funcionarios, giró en torno de la exposición de la abogada Paola Robert y de la agrónoma Natacha Robert, que integran la Fundación Fucadesu, especializada en temas ambientales y con protagonismo en la causa que se le sigue a la empresa Plo Car en General Cabrera.
“Una cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que se hace. Vamos a intentar trabajar en conjunto con el gobierno de Hernando. El intendente nos ha abierto sus puertas, ha habido más de 50 personas sentadas acá y eso demuestra que preocupa el tema”, expresó la abogada. “No estamos en contra de ninguna empresa en particular. Estamos aquí porque la gente nos ha invitado y porque queremos contribuir a un mejor desarrollo”, agregó.
¿Quién hace los controles?
Coser aseguró a este diario que la empresa comenzará a funcionar en Hernando en la medida que el estudio de impacto ambiental presentado por la firma sea aprobado por la Agencia Córdoba Ambiente. Ese estudio también deberá establecer las normas de bioseguridad para el transporte del plomo y otros puntos que definan que la empresa realmente no contaminará.
Aún con ese estudio aprobado, el temor de los vecinos es que la empresa no cumpla con lo allí establecido, teniendo en cuenta la falta de capacidad de contralor que se le adjudica a los organismos del Estado. Ante esto, surgió como una alternativa la creación de una comisión interdisciplinaria de medio ambiente que realizaría esa tarea. La idea de los vecinos fue tomada por el Ejecutivo municipal, que en los próximos días presentaría la iniciativa a modo de proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante. Esta comisión no funcionaría solamente para esta radicación sino que ya quedaría constituida para todos los casos similares.
“Con reservas”. Una de las dudas de los asistentes fue por qué si el comienzo de la producción dependía de la aprobación del estudio de impacto ambiental, la Municipalidad –con el apoyo unánime del Concejo Deliberante– ya le vendió a la empresa un terreno en el área industrial local. Tanto Coser como Robert coincidieron en que “esto es como la historia del huevo o la gallina”: el estudio de impacto ambiental debe hacerse sobre un lugar físico determinado. Pero el intendente aseguró que el acuerdo con la empresa contempla que la venta es “con reservas”, es decir que si el estudio no aprueba la radicación, el municipio devolverá el dinero de la compra y recuperará el terreno.
El proyecto
Plo Car SA es el nombre de la empresa que analiza instalar una fábrica de baterías en Hernando, dejando su lugar en General Cabrera, donde siempre estuvo asentada. Ya adquirió un terreno de ocho mil metros cuadrados en el área industrial municipal a un costo de 38.654 pesos. La empresa dice haber invertido 4,5 millones de pesos en maquinarias y equipos de origen brasileño y prevé construir, en el nuevo terreno, un galpón cuyo costo orillaría los 450 mil pesos. La nueva industria fabricaría baterías de todo tipo con tecnología brasileña y podría llegar a ocupar hasta 40 personas, una vez instalada totalmente.
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